Por Bettina Marengo
Con poco margen para oponerse de lleno, como hubiera querido, el gobierno de Juan Schiaretti vivió como un triunfo político el haber logrado que el Frente de Todos en Diputados modificara la ley de transferencias a CABA por el traspaso de las fuerzas de seguridad, impulsando la apertura de una instancia de diálogo entre la Nación y el gobierno porteño por los montos a girar. Esa fue la condición que el schiarettismo puso para apoyar la iniciativa que implica que la ciudad-puerto vuelva a los niveles de coparticipación previos al gobierno de Mauricio Macri, que la llevó del 1,4 al 3,75%. El Frente de Todos, ante la posibilidad de una derrota, aceptó
Para el Panal, el proyecto tiene «sesgo kirchnerista» y está vinculado a los intereses del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof. Hasta el domingo, antes del triunfo electoral de Rio Cuarto, la posición era dar quorum, pero había dudas sobre la votación y el impacto en el electorado de un eventual voto positivo. Las ausencias en dos solicitadas de apoyo a la redistribución de la coparticipación, firmada por los gobernadores peronistas, pesaron. También pesó la propia historia de la vieja Unión por Córdoba, que definió su perfil a partir de la bandera de la coparticipación nacional retenida y el reclamo ante la Corte Suprema de Justicia.
«Los hicimos retroceder y volteamos lo que vino del Senado, porque no era razonable», señaló uno de los integrantes del bloque Córdoba Federal, en relación a que, con las modificaciones hechas, el proyecto tiene que volver a ser votado por la cámara de origen, donde manda la vicepresidenta Cristina Kirchner. Lo que parece claro es que aun en la debilidad de la situación provincial, el schiarettismo está dispuesto a seguir usando la marca Córdoba, hasta donde pueda, en su relación con el oficialismo nacional, y pararse más como un negociador por fuera del esquema de la Casa Rosada que como un dirigente «subido al tren» del gobierno de Alberto Fernández, según palabras de un kirchnerista con llegada arriba.
Salvando las distancias, la idea de revalidar la “marca Córdoba” también está detrás del proyecto alternativo a la legalización del aborto que presentó Córdoba Federal, que va por la vía de la despenalización y no tiene grandes chances, pero que le permitirá al schiarettismo moverse hasta la votación en Diputados. Lo mismo sucede con las advertencias sobre el consenso necesario para la reforma del Ministerio Público Fiscal, hoy en plena «rosca” y que sería tratado en sesiones extraordinarias.
Con respecto al tema CABA, el PJ cordobés resolvió el entuerto ubicando el problema como “un tema interjurisdiccional” que no tiene que ver con la coparticipación.
El lunes por la noche, los diputados de Schiaretti negociaron con el jefe del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, su apoyo a la ley de transferencia de fondos a la ciudad capital, pero con condiciones. Dieron el quorum justo (con dos de los cuatro integrantes) e instalaron la instancia de dialogo en el Consejo Federal de Inversiones para fijar el monto que la Casa Rosada le girará a Larreta por hacerse cargo de la Policía. «Es un tema interjurisdiccional, no de coparticipación, por eso Schiaretti no firmó las solicitadas», sostuvo la fuente citada arriba. Fue más una cuña que un cambio trascendental en la ley, y de hecho, los diputados de Juntos por el Cambio, GEN y Consenso Federal hablaron de “quita ilegal” a CABA y le reprocharon al schiarettismo su posición.
Sin embargo, más allá de las críticas del macrismo-larretismo, en el entorno de Schiaretti consideran que el mandatario fue arbitro en la puja central de la política argentina, la que protagonizan Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta, que están peleando por plata y por poder.
Mañana jueves, el Senado votaría nuevamente la iniciativa con la «reforma Córdoba», por la cual ya no quedará un monto preestablecido para la policía en la CABA (24 mil millones actualizables, decía el original, sobre 65 mil millones que se giraban) sino que las remesas se irán acordando entre las partes. El FdT en el Senado anunció que la idea es votar, pero necesita los dos tercios para que sea ley. La senadora por CABA de Juntos por el Cambio Guadalupe Tagliaferri le dijo anoche a Alfil que el macrismo votará en contra en el Senado.