Por Gabriel Marclé
Un mensaje revolucionaba el Whatsapp compartido por el intendente y su equipo de campaña en la noche del martes. Entre funcionarios y asesores, la integrante del oficialismo planteaba un mensaje de disgusto dirigido directamente a la cabeza de la estrategia de campaña. El escrito planteaba un reclamo sobre el papel de las mujeres durante las actividades del sprint final de campaña. La “bomba” cayó en un momento particular para el trayecto de Juan Manuel Llamosas hacia la tan ansiada reelección, generando preocupación. ¿Acaso el Gobierno está dando la imagen de una gestión machista?
El origen del conflicto se dio durante la presentación de la tercera etapa del plan de infraestructura deportiva para el Centro 11. Lo que parecía ser un acto más dentro del esquema de campaña, se convirtió en una señal de alerta para la estructura interna del peronismo llamosista. Resulta que la participación del acto parecía limitarse casi exclusivamente a la presencia de hombres, con alguna mínima excepción. Junto al intendente, funcionarios hombres; y entre el público presente, más hombres.
La imagen llamó la atención de una de las integrantes del plantel oficialista, quien puso el grito en el cielo. Aunque no trascendieron las palabras exactas de su mensaje, este habría señalado que las acciones del mandatario reflejaban un desplazamiento de la representación femenina. Fuentes consultadas por Alfil confirmaron que la intervención provocó la adhesión de otras compañeras que dieron aún más fuerza al pedido de igualdad para que la participación política no sea algo excepcional.
El cortocircuito generó que el intendente volteara a sus asesores para consultarles si se trataba de un error o si había algo de verdad en los planteos de sus lideradas. Algunos asesores llegaron a plantearle que “hay que hacer algo” para remediar esta situación, pero los coletazos del hecho continuaron hasta el día siguiente. “Hay un conflicto porque se pregona igualdad, pero está claro que en los hechos no se ve”, comentó un informante desde dentro de la Municipalidad, atento a los corolarios de la bomba.
En tiempos como estos, todo el equipo de campaña se muestra centrado en limitar la cantidad de exabruptos que puedan dañar a la estrategia electoral. Es por eso que la situación del pasado martes generó un ruido molesto en la estructura interna oficialista, lo que habría motivado el delineamiento de acciones que puedan solucionar los inconvenientes con rapidez para no quitar los ojos del premio.
Podría decirse que se trata de algo más que un llamado de atención, porque las señales del conflicto ya venían mostrándose desde hace tiempo. Resulta que no fueron muchas las mujeres que lograron hacerse un lugar dentro de la campaña electoral, dato que podría repercutir de forma negativa en las consideraciones de espacios que acompañaron el proyecto llamosista y, peor todavía, en la imagen que construye el electorado.
No se trata de un hecho particular y aislado, mucho menos de uno que no cause impacto en las bases del proyecto peronista. Todo lo contrario, tiene que ver con una de las aristas más sensibles de cualquier plataforma política de estos tiempos y que tiene un alto grado de involucramiento por parte de la base militante que los fortalece en el trajín de la campaña.
La mujer y sus reclamos ocupan un lugar trascendental porque son cada vez más las voces que se suman en ese sentido, con una sociedad que comienza a demandar acciones que actúen en pos de las luchas feministas. Aun así, esta cuestión sigue generando dolores de cabeza para la gestión, apuntada en más de una oportunidad por quienes advierten cierto anacronismo machista en las formas del proyecto llamosista.
Cliché o compromiso
Aunque pase inadvertido, el intendente y su equipo vienen realizando múltiples esfuerzos para incorporar una imagen más “female-friendly” y representarla en los hechos. Desde la conformación de su equipo de trabajo hasta el anuncio de políticas complementarias a la lucha de las mujeres, el oficialismo intentó alejar los fantasmas del machismo y la desigualdad de género.
Para empezar, durante la campaña 2016, el por aquel entonces candidato del peronismo propuso la creación de un área dedicada a la mujer, compromiso que cumplió apenas asumió con la Subsecretaría de Género. Sin embargo, algunas organizaciones sociales vinculadas a la lucha feminista le achacaron que el área no contaba con suficiente presupuesto y no realizó un cambio significativo en la forma de afrontar las problemáticas que surgían. De hecho, Llamosas terminó por fusionar el área con la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, con un presupuesto que además de ser limitado ahora era compartido.
Pese a las críticas, el oficialismo intentó reafirmar en más de una oportunidad que había un compromiso real con las mujeres. De hecho, la lista de candidatos a concejales que Llamosas presentó para las elecciones venideras está integrada por un 50% de hombres y un 50% de mujeres. Pero los problemas de representación parecen no haberse solucionado con el porcentaje igualitario en las listas.
La crisis de género se recrudeció durante la pandemia, cuando los equipos sanitarios de la Municipalidad se encontraban compuestos en su mayoría por mujeres, pero en las fotos siempre salían los hombres de la gestión. Como si fuera poco, la directora regional del COE es la doctora Valeria Alaniz, quien ni siquiera estuvo entre los presentes durante la conferencia en la que fue presentado el último informe epidemiológico. Son señales que, de a poco, desgastan la “perspectiva de género” que el Gobierno intenta pregonar.
Las mujeres de llamosismo se han empoderado, entendiendo el momento histórico que atraviesa la sociedad. Pero lo que intentan explicarles algunos de los conocedores de la ingeniera de campaña es que “la lucha feminista no tracciona votos”. Al menos así lo cree uno de los analistas políticos más reconocidos de la ciudad. “Por el contrario, los pianta”, agrega sobre las razones por las cuales los candidatos evitan referirse a cuestiones como el aborto o la violencia de género.
El analista insistió en ocultar su identidad y aclaró que no se trata de una situación que le agrede. “Por el contrario, estoy en línea con el planteo de estas mujeres. Pero es muy difícil cambiar la mentalidad del votante. En definitiva, la campaña es para esa gente”, afirmó. Su conclusión se acerca a la visión de un Río Cuarto que, en su mayoría, no se siente representado por las luchas feministas y hasta llegan a repudiarlas. “Los números dicen eso”, afirma.
Al fin de cuentas, todo parece reducirse a las motivaciones electorales detrás de cada acto, inauguración y nueva propuesta. La semana pasada, Llamosas inauguró junto a la Provincia un “Punto Mujer”, un espacio seguro para la atención de la mujer. El evento fue también criticado por algunas voces oficialistas, quienes contrapusieron la presentación con el reclamo por mayor presupuesto en la Subsecretaría de Género, Niñez, Adolescencia y Familia.
En definitiva, el conflicto de género y la bomba lanzada desde dentro del oficialismo propusieron muchas preguntas que aguardan por una respuesta. ¿Cómo reaccionará el intendente y su equipo de campaña para desactivar nuevos problemas de la fracción feminista a tan poco de las urnas? Corresponderá a Llamosas definir si actuará en base a lo que algunos llaman “un cliché de época” o si demostrará un real compromiso por las advertencias que nacieron de sus bases.