“Me siento cerca de Macri”

Entrevista realizada el dia viernes 27 junio de 2014

Por Jorge Camarasa

DPP_0010 (1)No sé cómo se hace un éxito, no lo sé… Debe ser suerte, casualidad y trabajo. Y tener una idea en el momento justo.
Mario Pereyra (70, sanjuanino con treinta años de cordobés; posiblemente un millón de oyentes cada mañana) está sentado en una sala de reuniones del segundo piso de LV3, de la que es Director Artístico. En las paredes hay un afiche de una muestra de José Malanca, un crucifijo tallado, una foto autografiada de Jorge Rojas.
Según una encuesta de la revista Punto a Punto publicada a fines del año pasado, es el segundo hombre más influyente de Córdoba, después del gobernador.

-¿Cómo se lleva con el poder?

-Bien, me llevo bien. No tengo problemas con nadie. Acá, alrededor de esta mesa, se sientan De la Sota, Mestre, Juez…

-¿Qué le vienen a pedir?

-Nada. Y yo no les pido nada a ellos.

***

En estos tiempos de adicciones tecnológicas, Pereyra es una rara avis. No usa celular ni correo electrónico (“No sé ni el número de mi casa”), gasta corbata con caballos de colores y pañuelo haciendo juego, y en el ojal de la solapa de su saco cuadrillé lleva una banderita argentina esmaltada.

Desde hace más de veinticinco años, de lunes a viernes entre las 8 y las dos de la tarde, cuando se enciende la luz roja del estudio, él sabe que hay una multitud de personas escuchándolo, de las cuáles trescientas mil están en Córdoba.

-¿Eso lo condiciona?

-No, no… Ni lo pienso. Es como si le estuviera hablando a una sola persona.

-Qué responsabilidad, ¿no? ¿Cuida mucho lo que dice?

-No, digo las cosas más complicadas y difíciles.

-¿Por ejemplo?

-Que este es un país descreído, que no creemos en los políticos…

-¿Y en los periodistas creemos?

-Mire, desde hace años yo vengo diciendo: “Un día van a venir por los periodistas”. Y vinieron. A los periodistas se los hace responsables de todo, y nosotros no somos jueces, no estamos para resolver las cosas. Estamos para informar, para opinar.

-O para sacar legisladores. Juntos, su programa, ya dio cuatro, ¿no?

-Sí, sí. Arturo Miguel Heredia fue diputado nacional, Blanquita Rossi lo es ahora, Cacho Echepare y Olga Rista son legisladores provinciales. Es un semillero, Juntos. El éxito del programa los hizo conocidos… Esta es una cosa que empezó con Menem: buscar políticos fuera de la política. Así aparecieron Palito, Reutemann, Scioli… Fue una avivada de Menem.

-¿Es menemista, usted?

-No, lo que menos soy es peronista. Es terrible un partido que lo abarque todo, desde la derecha hasta la izquierda. Yo creo que tendría que haber cuatro o cinco partidos: uno de centro derecha, uno de centro izquierda, uno más radicalizado para un lado y otro para el otro, y si quiere un partido verde, ecologista. Así tendría que ser, con eso estaríamos mejor.

-¿Y en ese abanico usted dónde estaría?

-Yo soy un tipo de derecha, un liberal en el buen sentido. Lo aclaro porque ahora pareciera que ser liberal es un delito… Estoy por la libre empresa, me siento cerca de Macri…

-¿Le pone fichas para el año que viene?

-¿Para el 2015? No sé, falta mucho para el 2015.

-¿Y qué va a estar haciendo?

-No sé… Mi destino es de la gente: yo ya estoy más en el chau que en el hola.

 ***

 En diciembre de 2012, Mario Pereyra sintió que el mundo se le caía encima. Mariano, uno de sus tres hijos, moría a los 43 años, y no había cuero, por más curtido que estuviera, que pudiera soportar eso. Los amigos, que pensaban conocerlo bien, creyeron que era el final, que ahí se acababa.

-Me fui a mi casa, me encerré… Hasta que un día decidí que tenía que volver a salir, y volví a la radio y traté de seguir haciendo el programa como siempre. A veces me quebraba, salía del estudio y me iba a llorar solo a una oficina. Soy muy llorón, yo, pero sabía que no tenía que victimizarme.  Al aire no dije ni una palabra. Pero todos los días, al volver a casa, estacionaba el auto en cualquier calle y me ponía a llorar. Los taxistas se paraban, me golpeaban el vidrio y me decían: “¡Fuerza, Mario! ¡Vamos!”. ¿Sabe una cosa? Somos una familia muy unida, nosotros. Estoy casado con la mujer de siempre, en primeras y únicas nupcias, y tenemos tres hijos y siete nietos. Tres hijos, porque para mí Mariano sigue estando… Recién ahora, un año y medio después de que pasó, puedo hablar de esto sin emocionarme. Pero a veces… ¿Ve? Ya estoy llorando de nuevo…

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Con sus seguidores y sus detractores, que no se mezclan ni se toleran, Pereyra es un fenómeno infrecuente de vigencia. Con Rony Vargas, desde San Juan, desembarcaron en Córdoba a mediados de los ochenta, y empezaron a cambiar la manera de hacer radio. Al principio hubo alguna ida y vuelta, pero en 1990 formaron Radiodifusora del Centro, y con LV3 como nave insignia, comenzó la expansión. Cuyo y la Patagonia fueron los primeros eslabones de la cadena, y en 1998 desembarcaron en Buenos Aires. Era la primera radio del interior con presencia en la capital, y la habían hecho juntos.

Extraña pareja, Vargas y Pereyra: se conocen desde hace más de cincuenta años, cuando hacían el servicio militar, y desde entonces son socios, y nunca tuvieron ni un sí ni un no.

-Pero, ¿nunca nunca?

-Nunca. ¿Usted quiere saber si alguna vez nos peleamos, nos mandamos a la mierda? Nunca. Y mire que él es de Belgrano y yo soy de Talleres…

-¿Y cómo terminó el partido por la Ley de Medios?

-Tuvimos que hacer algunas correcciones en la empresa, pero no tiene importancia. La Ley de Medios es una tontería para herir a Clarín. Y digo a Clarín, no al monopolio, porque monopolio es cuando hay uno solo. Hoy por hoy, en cuestión de medios, es más monopólico el Estado. ¿Les molestan TN o Canal 13? Hagan mejor Canal 7. ¿Les molestan Clarín o La Nación? Hagan mejor Página 12.

-¿Cuáles son sus límites como periodista?

-El chequeo de la información, la credibilidad. Si no estoy seguro de algo, no lo digo. Tenemos un manual de estilo, y lo respetamos. Lenguaje soez, no; vulgaridades, no; suicidios, no, a menos que sea un personaje público y entonces la noticia tenga interés. Hay límites éticos en la profesión. Una vez, en 1994 o 1995, me llamó por teléfono un taxista y me dijo que Ada Falcón estaba perdida en la terminal de ómnibus de Cosquín. Yo fui inmediatamente, ¿cómo no le iba a hacer una entrevista a Ada, que había sido una diva y desde hacía años estaba recluida en un geriátrico atendido por monjas y no hablaba con nadie? Estuve dos horas con ella. Me habló pestes de Canaro, me contó por qué había dejado de cantar, me describió cómo era su vida… Y no hice la nota: la vi tan frágil, tan vulnerable, ya no estaba bien de la cabeza, que me pareció que no debía. Hubiera sido abusarme de una situación. Esos son mis límites.

***

-Bueno, volvamos a eso de que usted es el periodista más influyente…

-¡Es que yo no soy influyente, el influyente es el público!

-¿Y cómo se construye público?

-No sé. Mire, sobre mí hay cincuenta mitos. Uno de ellos es que trabajo, y eso no es cierto. Yo no trabajo, disfruto.

La radio que Electroingeniería no pudo comprar

En la emisión de ayer de Juntos, el programa que conduce por las mañanas, Mario Pereyra confirmó el alejamiento de los periodistas Sergio Zuliani y Omar Pereyra, que dejaron la emisora para participar de un proyecto nuevo de la empresa Electroingeniería.

El interés de la empresa en LV3, sucesora de la vieja Radio Córdoba fundada en 1930, se basaba en que la radio tiene penetración en todo el interior del país y, desde 1998, en la ciudad de Buenos Aires y su zona de influencia. La cadena de la que es cabecera, además, incluye una treintena de radios en el todo el territorio nacional.

-¿Cómo fue el intento de compra?

-La gente de Electroingeniería se puso en contacto conmigo hace dos años, aproximadamente. Ellos querían comprar, pero con algunas condiciones.

-¿Qué le pedían?

-Que Rony y yo nos quedáramos durante dos años, como asesores, trabajando en la radio.

-¿De cuánto fue la oferta?

-No, no voy a dar cifras. Pero era para nos hiciéramos multimillonarios.

-¿Y por qué no vendieron?

-Porque hubiera sido renunciar a nuestros principios, a tener una radio libre y plural. De LV3 dependen 204 familias, y vender hubiera sido traicionarlas…

Mario Pereyra, ayer, había dicho al aire: “Lamentablemente y dolorosamente tenemos que anunciar la partida de nuestros compañeros que se van con Electroingeniería. La empresa que una vez intentó comprar esta radio y no pudo, porque no nos vendimos (…) Eran los que venían (Zuliani y Pereyra), pero se fueron. Ojalá que en Electroingeniería encuentren toda la libertad que tenían acá (…) Ahora tendré que quedarme unos años. El viejito está aquí, y está entero”.

Electroingeniería, una firma cordobesa originalmente dedicada a la construcción y operación de obras públicas y servicios, cuyo propietario es Gerardo Ferreyra, un amigo personal del secretario Legal y Técnico de Presidencia, Carlos Zanini, es licenciataria de Radio del Plata y la televisora digital 360 TV, y forma parte del conglomerado paraoficial de medios de comunicación.