Socios progres de PJ, sin margen para juego propio en el ´21

El posible escenario de unidad del peronismo cordobés con el kirchnerismo incomoda a los partidos más chicos que integran la alianza provincial. Sin embargo, romper con el schiarettismo no está el plan de ninguno.

Yanina Soria
ysoria@diarioalfil.com.ar

Qué camino tomará finalmente el peronismo de Juan Schiaretti de cara a los comicios de medio término previstos para el año próximo, es un interrogante que también inquieta a los socios minoritarios de Hacemos por Córdoba (HpC).

Es que, aunque falta mucho y todos coincidan que hoy no hay lugar para trabajar con una agenda electoral, las chances de unidad del PJ local con el nacional son grandes, según admiten desde el propio schiarettismo y también del kirchnerismo. De hecho, tal como se dijo desde estas páginas, en el entorno cercano al gobernador ya hablan de panperonismo en Córdoba y recuerdan que el punto de partida desde donde se retomará el diálogo con el Frente de Todos (FdT) cuando lo permita la pandemia, es muy auspicioso.

Lo cierto es que un entendimiento político para las legislativas que, además, serviría de prueba piloto para el ´23, dejaría en situación de incomodidad a la pata progresista del oficialismo provincial.

Cabe recordar que para las elecciones provinciales del ´19 el gobernador decidió ampliar las bases de la ex Unión por Córdoba y sumó a los partidos progres con la idea de relanzar la nueva marca electoral.

En aquel momento, frente a una oposición totalmente balcanizada y con todo el viento a favor, la incorporación del GEN o el Partido Socialista (PS), por ejemplo, claramente no tuvo que ver con la necesidad de sumar más votos sino de mostrar amplitud y diálogo de un peronismo que buscaba oxigenarse para ir por su sexto mandato consecutivo.

La sociedad con los delegados locales de Margarita Stolbizer o de Miguel Lifstchitz se cerró antes que naufragara aquel intento de construcción de la tercera gran avenida que pretendía convertirse en una alternativa sólida al kirchnerismo y el macrismo.

La cosa es que Schiaretti se impuso con una marca récord en las urnas provinciales aquel domingo 12 de mayo logrando un amplio control en la Legislatura de Córdoba donde cuenta con 51 bancas de las 70 que la componen.

De ellas, tres fueron para los socios minoritarios de la alianza: el PS representado por Matías Chamorro; el GEN con Doris Mansilla; y Partido FE con Juan Carlos Castro. Tres espacios que, aún con matices, hoy se mueven al son del oficialismo y que, pese a no haber apoyado la polémica reforma jubilatoria, ratificaron su pertenencia a HpC.

Eso no quita -según admiten- que el horizonte de unidad del peronismo cordobés con el kirchnerismo nacional genere cierto ruido.

Quizá el que con mayor alivio podría transitar ese camino sea Castro, ex intendente de Coronel Moldes y referente del gremio de peones rurales Uatre. El actual secretario general de ese sindicato a nivel nacional, Raúl Ayala, viene coqueteando con el Frente de Todos y, a diferencia del extinto Momo Venegas quien mantenía un rechazo visceral contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la actual conducción podría digerir sin problemas la idea de la unidad.

Distinta es la situación del GEN donde Stolbizer, su máxima referente nacional, no sólo tiene marcadas y públicas diferencias con el kirchnerismo, sino que además hoy ya hay quienes la ubican más cerca del ala de Juntos por el Cambio que intenta amasar un nuevo espacio. De cualquier modo, la progresista dejó en claro que las candidaturas se resolverán en las provincias atendiendo justamente la situación particular que presenta el espacio en cada distrito. Desde el GEN local apuntaron que la cuestión electoral aún no está en agenda y reivindican su pertenencia a HpC donde, aún con matices, dicen sentirse cómodos.

Algo parecido ocurre con el socialismo cordobés desde donde, por ahora, pueden mantener cierta equidistancia frente a temas polémicos impuestos en la agenda por el FdT, e incluso sus representantes en Diputados que integran el interbloque con los cuatro schiarettistas se vienen moviendo en sintonía con los cordobeses.

Está claro que para los socios más chicos del oficialismo provincial no será igual si HpC se amplía con el FdT, a que la cosa se dé al revés y sea el kirchnernismo el que predomine en el nuevo acuerdo.

De cualquier modo, la realidad es que estos partidos tienen poco margen para moverse solos y está claro que el ´21 no será un partido que vayan a jugar fuerte. Romper con el peronismo cordobés no está en el plan de ninguno.