Por Guillermo Geremía
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“No estoy arrepentido de no haber salido a aclarar lo del accidente en su momento”, asegura Pablo Carrizo. El candidato a Intendente de Política Abierta quedó nuevamente en el centro de la escena electoral al salir a refutar con audios propios y de un cadete las acusaciones en su contra por haber protagonizado un siniestro vial en el cual resultó con lesiones leves el motociclista que impactó en el utilitario que manejaba el ex concejal de Respeto.
La colisión se produjo el sábado 19 de julio a las 21.30 en la zona sur de Río Cuarto cuando se encontraron una Fiat Fiorino, que conducía Carrizo, y una motocicleta Honda Wave que era manejada por Ignacio Miranda, quien estaba desarrollando tareas de cadetería. El conductor del rodado menor terminó impactando contra el parabrisas de la camioneta y debió ser trasladado al Hospital San Antonio de Padua para ser asistido por las lesiones recibidas.
“Yo no respondo a trolls. Eso de que circulaba a contramano o que yo choqué al motociclista es información falsa. El motociclista me choca a mí y a una velocidad tan importante que me hace un giro de 180 grados el vehículo”, salió ahora a responder el enfermero del Hospital San Antonio de Padua luego de que varios medios publicaran la denuncia por lesiones que presentó en su contra el abogado patrocinante del cadete. “No me llegó ninguna notificación de la denuncia. El abogado Miguel Martínez trabaja para un partido político y se está aprovechando de este chico. Sale por los medios a hacer la peor de las políticas, lo cual a mí no me interesa”, manifestó Carrizo.
El letrado al que alude el candidato a intendente fue el abogado contratado por el Partido Respeto, cuando Carrizo todavía estaba en sus filas, para denunciar judicialmente a Emilio Simón, ex Presidente del Tribunal de Cuentas en la primera etapa de la Intendencia de Llamosas. Simón renunció tras hacerse público que era proveedor gastronómico por contratación directa del Departamento Ejecutivo a la vez que ejercía su rol de control de las cuentas del Estado local. La denuncia judicial no prosperó y fue archivada en los tribunales riocuartenses. El abogado que entonces representaba a Carrizo ahora acciona en su contra.
Aunque por la negativa –acumula tres denuncias judiciales en menos de un año- volvió a instalarse en el centro de una contienda electoral que lo tiene como tercero en las intenciones de votos, por encima incluso de las intenciones de apoyo del partido que el impulsó. No parece desagradarle a Carrizo esa centralidad siendo que está recibiendo mandobles desde todos los frentes. “Estaría bueno que la puja por los lugares electorales sea través del debate político y no de la mentira o cuestiones personales”, afirma para defenderse. Los militantes del radicalismo lo acusan por ser funcional a los intereses de la reelección de Llamosas. El peronismo lo ataca por su rol de político anti sistema y las organizaciones feministas lo acusan de un accionar violento y discriminador para con las mujeres.
Los dardos más venenosos son lanzados desde la organización política a la que aspira volver tras las elecciones. “No es ningún partido, es un grupo de personas con el cual el año que viene disputaremos la presidencia y volveremos a la democracia dentro del partido”, asegura Carrizo. La batalla en las redes entre los seguidores de Respeto y los fanáticos del militante barrial inundan y distorsionan cuanto posteo se realice en facebook e instagram fundamentalmente. “Son más falsos que billete de tres pesos, típico de troll copiar pegar en todos los perfiles. Dejá de hacer encuestas a los trolls porque te vas a comer un garronazo cuando no vayan a votar. Que miedito que tenés…”, le contestó Lucía De Carlos, la candidata a intendente de Respeto, saliéndose de la moderación que la caracteriza.
El accidente de Carrizo con un cadete fue motivo de denuncias en esas mismas redes por parte de quienes sistemáticamente lo atacan desde perfiles falsos. Pero el candidato de Política Abierta también tiene una legión de trolls que salen a apoyarlo en las redes sociales. “No tiene relevancia la pregunta, lo dejo a tu criterio”, le respondió en una entrevista radial a la periodista Florencia Igarza que le preguntó sobre el particular. “Todo esto viene del feminismo radicalizado que tiene algún problema conmigo. Lo que no tiene nombre propio no me interesa”, agregó.
Los antecedentes personales de Carrizo hablan de cierto personalismo a la hora de ejercer su rol político. Acusarlo de eso es poner a toda la política en el banquillo, dado que en la mayoría de los partidos los líderes reciben mayores y más prontas adhesiones que las organizaciones que se manejan con criterios de horizontalidad. El Poder Judicial tiene que establecer su culpabilidad o inocencia en las acusaciones de violencia de género que le realizó su ex pareja y madre de su recién nacida única hija.
Las acusaciones de sus responsabilidades en un siniestro vial parecen desproporcionadas y cargadas de intencionalidad electoral a 45 días de las urnas. Carrizo se vio obligado a salir a publicar los audios que le envió el motociclista accidentado asumiendo su culpabilidad. Lo acusaban de amenazar al cadete tras el accidente. “En los audios que le envío al motociclista le hago una advertencia al joven con quien yo tenía excelente relación. Este circo que hace el abogado quedará en el recuerdo”, asegura el ex edil sobre el comportamiento de su ex abogado Martínez a quien relaciona con el Partido Respeto. Si alguien manipula la necesidad de un joven trabajador accidentado con intencionalidades políticas estaría con vileza circulando a contra mano por la senda de una campaña electoral.
Carrizo recibe a diestra y siniestra ataques electorales que terminan colocándolo en el centro de una pelea electoral que parece haber cobrado una competitividad que no tenía en las postergadas elecciones de marzo cuando la pandemia todavía no era un hecho declarado en la Argentina. El porcentaje de votos que obtenga puede resultar muy determinante en un escenario en donde las diferencia entre las principales fuerzas electorales se infiere se han estrechado. Sus episodios personales con deriva judicial son un antecedente innegable que pueden resultar condenatorios de su destino electoral pero también le dan un protagonismo que los restantes candidatos no tienen. A poco más de un mes de las elecciones eso es de una alquimia electoral no pronosticable. Así son las cosas.