La deuda familiar tuvo un fuerte salto en julio por la continuidad de la pandemia y el agravamiento de la situación económica para muchas familias a pesar de relajarse la cuarentena. Por un lado, la deuda no bancaria creció 33% en el mes, empujada por mayor acumulación de compromisos sin pagar y más hogares debiendo después de a una leve reducción en junio. Pero también creció 10% la deuda bancaria. Así, en julio 12 millones de hogares quedaron debiendo algo. La deuda total creció 16,3%.
¿La explicación? Por los problemas de ingresos, el 64,6% de las familias no pudo cubrir sus gastos de julio, y un poco recortó y otro se endeudó. Un dato preocupante de julio: el 41% de los hogares no sabe si podrá cancelar esa deuda y para otro 20,4 le llevará más de un año. El rojo de las familias alcanzó los $2.118.633 millones y afecta al 87,6% de los hogares del país. Frente a junio, 107 mil hogares más pasaron a tener deudas.
Según un estudio de Cerx, en promedio cada familia adeudaba en julio 70.200 pesos promedio de deuda no bancaria y 155.800 pesos de deuda bancaria. En ambos tipos de deudas el crecimiento fue elevado ya que el 64,6% de los hogares no pudieron cubrir sus ingresos en julio.
Así surge de cruzar los datos del Banco Central con una encuesta entre 6810 hogares realizada por Cerx entre el 26 y 31 de julio para monitorear la evolución de esta variable fundamental para conocer el impacto socio-económico de la pandemia y las restricciones en la recuperación del consumo post covid.
El stock de deuda tiene dos grandes componentes: por un lado, la deuda «no bancaria» que Cerx estima en $843.012 millones, 33% más que en junio. Unos 12 millones de hogares tenían algún tipo de esas deudas en el mes (87,1% de los hogares del país). Y por otro, la deuda «bancaria» que según el Banco Central creció 10% en el mes a $1.275.621 millones a fines de junio. El principal aumento estuvo en créditos hipotecarios (+23,4%) y prendarios (+59,8%).
Lo más frecuente en julio continuaron siendo los atrasos de impuestos, que acumularon deudas por $227.735 millones, 23,1% más que en junio. Las familias continuaron dejando de pagar impuestos como el inmobiliario, patentes, y otros nacionales y municipales. Aunque la cantidad de familias con ese tipo de deudas cayó 6,8%. Es decir, menos hogares pasaron a deber más ya que se sumó un nuevo mes de postergación de pagos.
La otra gran deuda que se acumuló es servicios: el stock total alcanzó los $173.193 millones, 4,9% más que en junio. Con una deuda promedio de $19.505 por familia. Es una deuda que se viene acumulando por las restricciones para cortar esos servicios que tienen las empresas. Igual cayó 13,2% la cantidad de hogares que van normalizando esa situación, especialmente en cable, internet y celulares.
La deuda con familiares y amigos por $146.044 millones creció 23,9% en el mes, no tanto por el mayor stock adeudado sino porque aumentó 15,9% la cantidad de hogares con ese tipo de deudas. En julio 2,9 millones de hogares mantenían esos pasivos por un monto promedio de 50.200 pesos promedio cada uno.
Si bien la mayoría de las familias tienen como prioridad cancelar las deudas apenas sus ingresos se lo permitan, la situación no viene fácil. El 41% de los hogares cree que no podrá cancelarlas o no lo sabe. Y si se suma a aquellos hogares que creen que tardarán más de un año, 61,1% anticipan dificultades para cubrir esas deudas. Solo el 24,6% piensa que tardará menos de seis meses.
La extensión de la cuarentena y su flexibilización dosificada siguen impactando en los ingresos familiares y aumentando la acumulación de compromisos sin pagar. Fuera de un segmento de la población que representa el 6,9% de los hogares que está pudiendo ahorrar más porque sus ingresos se mantuvieron y sus gastos se recortaron, para el resto la situación no mejora o se va volviendo más compleja.
Aún así, hay consumos postergados que se espera que se recuperen en la medida que la situación se normalice. Pero por cómo viene la crisis sanitaria y la evolución de las deudas, llevará largo tiempo.