Por Yanina Passero
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La necesidad de amputar el gasto salarial en el municipio no surgió con la profundización de la crisis económica tras la llegada del coronavirus al país. Apenas asumió, el intendente Martín Llaryora dio algunas señales de austeridad, de orden político, pero retrocedió ante pequeñas avanzadas que intentó en enero, como por ejemplo, la ratificación de los contratos que había cancelado.
Con precisión quirúrgica, para evitar alertar al celoso Suoem, el Ejecutivo redujo la entrega de horas extra por reparticiones y se enfocó en hacer más eficientes los procesos administrativos para evitar errores que impacten en la caja. Incluso con la caída abrupta de la recaudación impositiva que se observó en marzo y en abril, producto de la cuarentena sanitaria, Llaryora evitó tocar los salarios de los empleados cuyos promedios alcanzan los 125 mil pesos. Hasta ahora, el recorte por la crisis alcanza las prolongaciones de jornada, que no dejan de representar una suma central del recibo de haberes de los municipales.
Antes de esa faena con final incierto – el propio intendente reconoció que no sabe si podrá cumplir con la nómina de personal en mayo- una de las propuestas de ajuste del gasto fue la restitución del artículo 29 de la ley 8.836 de Modernización del Estado que dispone el régimen de pasividad anticipada voluntaria.
Quince días antes del confinamiento y la paralización de la actividad en todo el país, la secretaria General del municipio, Verónica Bruera, explicaba que podían adherir todos los agentes que cumplan con los requisitos hasta el 31 de marzo, esto es, adeudar 10 años o menos de aportes para acceder a la jubilación ordinaria.
Ayer, el municipio decidió prorrogar hasta el 30 de mayo la posibilidad de apuntarse al programa para cobrar hasta el 75 % del sueldo sin trabajar. Según cálculos oficiales, estaban en condiciones de acceder a su jubilación anticipada un total de 1.120 agentes del régimen general, quedando excluidos de la disposición el personal de salud y educación municipal.
“La decisión de prorrogar la fecha de cierre de inscripción se adopta en virtud del receso declarado en el ámbito municipal el pasado 16 de marzo, a raíz de la pandemia mundial que afecta a nuestro país, situación que impide no sólo la normal circulación de personas en la ciudad, sino también la atención desde el Municipio a los interesados en adherir al beneficio”, explicaron desde el municipio.
Ahora bien, hasta la fecha sólo se acogieron al beneficio 280 trabajadores. Teniendo en cuenta que el ahorro salarial sería sólo del 4,5 % (unos $ 76 millones) para una cuenta que eroga mensualmente $ 1.600 millones, podría afirmarse que el programa no cumplió con las ya de por sí módicas esperanzas de ajuste.
De todas maneras, desde el Ejecutivo se dan por satisfechos en virtud del escenario inesperado de las últimas semanas. “Las expectativas están acorde al contexto. En tiempos de pandemia, la incertidumbre es a todo nivel y, obviamente, también se traslada al ámbito laboral. El número creció bastante en la última semana de abril, se reactivó en los últimos días en términos de adhesión”, insistieron fuentes oficiales.
“En la última semana de abril adhirieron unas 60 personas. En un contexto normal, seguramente el número de empleados adheridos sería mayor, ya que la presencia de empleados en la Municipalidad, la posibilidad de consultar, evacuar dudas, hubiera incrementado el número. Pero en este contexto, por supuesto el número es bueno”, concluyeron.
Rey: «La nueva sede del Concejo debe dejar de ser un elefante blanco»
Ayer se realizó, a través de videoconferencia, la primera reunión de la Comisión de Desarrollo Urbano, Infraestructura y Paisajismo del Concejo Deliberante de la Ciudad. Fue presidida por el concejal Pablo Ovejeros y contó con la presencia del viceintendente, Daniel Passerini. De la misma participó el secretario de Desarrollo Urbano, Daniel Rey, y el subsecretario de Planificación, Gustavo Revol.
El secretario se refirió ante los integrantes de la comisión, entre otros temas, acerca de la obra de la nueva sede del Concejo Deliberante. Obra que se retomó en la actual gestión municipal.
«Se van dejando diversos edificios en la ciudad que son elefantes blancos. Algunos tuvieron problemas con privados que no se han podido aprobar por la altura, y ahí están judicializados por años, en sectores que empiezan a degradarse. Y quedan como testigos mudos de la incapacidad del Estado o de la imposibilidad del Estado», explicó Rey.
Y amplió: «Nos tenemos que hacer cargo de esos elefantes blancos y el Concejo es una obra de éstas. No hay nada que técnicamente no se pueda resolver y tenemos ahí el predio con una ubicación excelente, impecable, así que nos pusimos de acuerdo. Inclusive hablamos con los presidentes de los bloques de que teníamos que regresar y potenciar esa obra».
«Así que creemos en ese proyecto: nosotros ya nos hemos puesto a trabajar en ello. Tenemos ya un informe técnico de la Universidad Nacional, ahora le hemos dado toda la documentación a la Universidad Tecnológica que también nos va a brindar un informe técnico», detalló.
Sobre el proyecto inicial, aún vigente, Rey expresó: «Además, el proyecto fue producto de un concurso de arquitectura y está vigente. Hemos convocado a la Universidad Nacional porque es un docente de la UNC quien ganó el concurso para que tenga que hacer la readecuación que sea necesaria en función de los informes técnicos, así que también estamos en marcha».