El FMI cruzó a CFK por su pedido de condonar parte de la deuda

El Fondo Monetario Internacional (FMI) le contestó a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que había dicho que el organismo violó su propio estatuto al otorgar el préstamo de 57.000 millones de dólares a la Argentina, y aseguró que respetó las reglas. Lo hizo mientras hay una misión suya auditando las cuentas en el país en lo que es la primera visita de la gestión Alberto Fernández.

Hace una semana, Cristina Kirchner apuntó  directamente contra el Fondo durante la presentación de su libro “Sinceramente” en La Habana. Aseguró que el préstamo que le otorgaron al gobierno de Mauricio Macri fue «ilegal» y consideró que el organismo «por lo menos debería establecer una quita sustancial» del capital que la Argentina debe devolverle porque el préstamo se realizó «violando el propio estatuto» de la entidad.

“Puedo asegurar definitivamente que no hubo ninguna violación de las reglas del Fondo, que quede claro”, dijo ayer en Washington el portavoz del FMI, Gerry Rice, en una conferencia de prensa, mientras en Buenos Aires una misión del organismo se reúne con autoridades para analizar el plan económico del Gobierno y la sustentabilidad de la deuda.

Añadió que “sobre el tema de deuda, la capacidad del Fondo para reestructurar su deuda y posponer los reembolsos, las recompras, todo esto se ve limitado por los marcos legales. No es nada nuevo, todos lo saben, cual es la postura. Lo hemos dicho antes y no solo en el contexto de Argentina. Es una disposición que se aplica en general”. Y agregó que “hay una conversación activa con el equipo que está en el país y que está dispuesto a participar de manera constructiva”.

La Vicepresidente había sostenido: “¿Cómo que el estatuto prohíbe hacer una quita? También prohíbe que se den préstamos para la cuestión cambiaria y permitir la fuga del dinero. ¿Y por qué vamos a hacer valer una prohibición y la otra no? Quiero que me apliquen el estatuto del Fondo entero, del primer al último capítulo, no me elijas el capítulo. Me aplicás que no pueda hacer quitas, pero te aplicás el que dice que no me podías prestar para fugar como la fugaron”.

CFK redobló la apuesta en su Twitter donde publicó un fragmento del estatuto del Fondo y agregó: «Sin comentarios. Los argentinos y las argentinas sabemos leer», afirmó Cristina en otro tuit. En paralelo el Presidente insistía en declaraciones radiales que pediría más plazos al organismo para pagar la deuda.

Rice descartó que los dichos de Cristina Kirchner puedan complicar la negociación que lleva adelante la Argentina. “Estamos completamente comprometidos a ayudar y a apoyar al gobierno de Argentina y al pueblo del Argentina lo más posible. Ya dije que vemos las conversaciones hasta ahora constructivas y ese es el adjetivo que usaría por ahora”, planteó.

“El personal del Fondo tendrá que examinar con las autoridades la sostenibilidad de deuda y yo no quisiera entrar en mayor detalle considerando que la misión está hablando en este momento sobre el tema”, dijo Rice.

El miércoles, en Diputados, e ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que no habrá superávit fiscal este año y que supeditará el pago de la deuda al crecimiento económico. Aunque no brindó ninguna precisión sobre cuáles serán las medidas que adoptará el Gobierno para lograrlo, afirmó que ese objetivo recién podría alcanzarse después del año 2023. Así trazó un panorama sombrío de la situación financiera del país y envió una nueva señal a los acreedores, en el marco de la negociación por los pagos de la deuda.

La presentación tuvo un tono político; sostuvo que la combinación entre el equilibrio de las cuentas públicas y el crecimiento recién será una meta alcanzable en 2023. Aunque evitó polemizar con la oposición, adjudicó el aumento del endeudamiento al gobierno de Juntos por el Cambio.

Guzmán defendió las medidas tomadas en diciembre en la denominada ley de solidaridad social, a las que defendió al afirmar que tienen por objetivo conseguir recursos para reactivar la demanda en una economía en recesión. «No fue una ley de austeridad fiscal», aseguró Guzmán, quien afirmó que «los primeros signos [de esas medidas] son positivos». «Esto está empezando a andar», añadió en un claro gesto de optimismo político.

Insistió en que «hay un programa macroeconómico muy definido». Más aún, aseguró que «esto que se está haciendo ahora es política macroeconómica para una economía en crisis».