Por Yanina Soria
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Si bien los comicios de la ciudad de Río Cuarto previstos para el 29 de marzo son, sin dudas, la parada política más importante en el calendario electoral cordobés de este año, no son los únicos. En el radar del peronismo local hay otra fecha de relevancia: el domingo 19 de abril.
Ese día, también habrá elecciones en la localidad de Despeñaderos donde los vecinos deberán elegir al reemplazante de Juan Carlos Cimadamore, el intendente peronista que fue reelecto el pasado 12 de mayo y que falleció repentinamente antes de asumir su cargo.
El interés que tiene Hacemos por Córdoba (HPC) allí va más allá de lo estrictamente electoral y está relacionado a lo que ocurriría con la banca departamental Santa María, hoy también en manos del oficialismo provincial.
Es que la candidata que puso el Centro Cívico para disputar la sucesión de Cimadamore en Despeñaderos es Carolina Basualdo, actual legisladora provincial quien asumió en reemplazo de Walter Saieg, hoy secretario de Transporte de la Nación.
Y aunque según reconocen los propios peronistas de esa localidad, el triunfo de Hacemos por Córdoba no está garantizado ya que el candidato vecinalista, Hugo Olmos de Unidos por Despeñaderos, también aparece bien posicionado. La incógnita que se abre entonces es que pasaría con la banca departamental si efectivamente Basualdo ganara la intendencia y asumiera esa función.
Ese hipotético escenario ocupa al Centro Cívico y preocupa a una parte del radicalismo dispuesto a pelear, incluso judicialmente, por la representación del departamento Santa María en la Legislatura cordobesa.
Ocurre que el candidato a legislador por Santa María que llevó Córdoba Cambia, el ex concejal Roberto Brunengo, quedó segundo en los comicios del 12 de mayo por lo que ahora, con el patrocinio del partido, evalúa qué acciones tomar para evitar que el peronismo deje al departamento sin delegado parlamentario. O más bien, sin voz ya que en realidad, hasta tanto no renuncie, Saieg seguiría siendo el titular de la bancada.
Es que si bien desde el Panal evitan blanquear qué resolución tomaran en caso de ganar en Despeñaderos, fuera de micrófono reconocen que, en principio, la banca departamental en cuestión quedaría vacía.
Una hipótesis anclada en que el oficialismo cuenta hoy con 51 de los 70 parlamentarios, una mayoría abrumadora que les permitiría tranquilamente contar con un jugador menos.
Y como no existen antecedentes de una situación similar, al menos en el corto plazo, las interpretaciones legales de uno y de otro lado, son diversas.
La laguna jurídica que deja la Constitución al respecto, les permite a los radicales imaginar que, por ejemplo, sería posible pedir elecciones para cubrir la vacante del suplente. Mientras que desde el oficialismo descartan esa posibilidad entendiendo que con Saieg de licencia, no existiría tal acefalía para convocar a comicios.
Lo cierto es que la polémica está servida pero no sólo con la oposición sino también dentro del peronismo cordobés donde ya opera fuego amigo.
En esta disputa también entran a tallar las internas peronistas por la conducción política del departamento. Como se sabe, dentro del mapa del PJ local, Saieg quedó más cerca de la estructura que representa el senador Carlos Caserio que del espacio que comanda el gobernador Juan Schiaretti. El ex intendente de Alta Gracia es uno de los referentes del PJ de Santa María, un lugar que hoy se lo disputa con los hermanos Torres; Facundo, actual ministro de Gobierno, y Marcos, nuevo jefe comunal de esa ciudad. Es por ello que cada sector tiene sus propios intereses también en la elección de Despeñaderos.