Por Bettina Marengo
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Esta semana será el debut del cordobés Carlos Caserio como presidente de la estratégica comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, el lugar que le ofreció la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a cambio del Ministerio de Transporte de la Nación, que finalmente quedó para el massista Mario Meoni.
La comisión se formará hoy por la mañana para firmar el dictamen del proyecto de ley de Sostenibilidad de la Deuda pública argentina, más conocida como “ley Guzmán”, que viene con media sanción de la Cámara de Diputados.
El proyecto se votaría en el recinto al día siguiente, el miércoles 5. El oficialista Frente de Todos necesita dos tercios de los votos en el Senado porque no se cumplieron los plazos mínimos desde la media sanción.
Tal como sucedió en la Cámara baja, donde la iniciativa fue aprobada con solo dos votos en contra (del Frente de Izquierda), se entiende que el peronismo no tendrá problemas para lograr un amplio apoyo entre propios, aliados y opositores. De la muñeca de Caserio y del presidente del bloque, José Mayans, dependen los detalles de un trámite que ya está casi resuelto. Ayer se reunió el interbloque Cambiemos en el Senado y resolvió dar quórum para el inicio de la sesión y “apoyo crítico” a la iniciativa, y se propuso intentar introducir el tema de las deudas provinciales.
La macrista cordobesa Laura Rodriguez Machado será el miembro informante de la oposición. El otro senador de la Provincia, Ernesto Martínez, estará ausente con aviso. El dato color es que la sesión de mañana no será encabezada por Cristina Kirchner, quien está a cargo del Ejecutivo por la gira europea del presidente Alberto Fernández, justamente en búsqueda de apoyo para la refinanciación de la deuda. En su reemplazo, presidirá la sesión la santiagueña Claudia Abdala, la presidenta provisoria del cuerpo. El proyecto, el primero del año en sesiones extraordinarias, faculta al gobierno de Alberto Fernández, a través del ministro de Economía y Finanzas, Martin Guzmán, a renegociar los vencimientos de la deuda externa con bonistas y organismos internacionales.
Para Caserio el trámite en Senado no es un examen, pero si una vía de protagonismo, porque la ley de Sostenibilidad de la deuda se considera políticamente indispensable en el Ejecutivo Nacional. Políticamente y no financiera ni técnicamente, porque según algunos entendidos en el tema, la ley de Administración Financiera le daría herramientas similares al Ministerio de Economía para encarar una negociación de deuda. Pero en ese tren, Alberto necesita que salga con el mayor consenso posible y sin que queden deudas con la oposición. La deuda, y solo la deuda, es el objetivo del jefe de Estado en este primer trimestre de trabajo.
Contexto
El punillense viene de una semana de reconstrucción de relaciones con Cristina Kirchner, lo que implica reconstruir la relación con la pata central de la alianza peronista que gobierna el país desde el 10 de diciembre y con quien seguirá tallando fuerte en las grandes decisiones del país. Y en los futuros armados electorales.
El clic se hizo público la semana pasada, cuando la expresidenta lo invitó a Santa Cruz a recorrer el relanzamiento de una obra emblemática para ella, la central eléctrica Néstor Kirchner, junto a dos dirigentes de su confianza: el diputado nacional Eduardo Valdez, que también es muy próximo a Alberto Fernández, y el senador nacional Oscar Parrilli. También estuvieron dos empresarios cordobeses, Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra, dueños de Electroingeniería, una de las empresas a cargo de las obras. En cambio, con Juan Schiaretti las relaciones no se han reestablecido, aunque en el peronismo cordobés aseguran que el gobernador ya asumió el juego propio de Caserio (no así el de otros dirigentes que considera propios).
En recientes declaraciones radiales, el senador dejó en claro que la brecha en el PJ Provincial sigue. Diferenció el sector del peronismo cordobés que apoyó al peronismo nacional en las elecciones presidenciales, del sector del gobernador.
«Nosotros, los que tomamos la decisión contraria a la actitud del gobierno provincial, estamos muy felices y seguimos trabajando», dijo a la FM La Patriada, y remarcó que Schiaretti es “un hombre importante que no ha tomado partido” y que «sigue con la misma actitud». “No tiene que tener miedo ni resentimiento”, afirmó el dirigente albertista. “Creemos que la Provincia no puede estar aislada, ninguna provincia puede estar aislada. Nosotros somos parte histórica del Partido Justicialista de Córdoba.
Tememos que ser parte de un proyecto nacional”, reclamó. Pero Schiaretti posiblemente no de ninguna señal en ese sentido hasta que Alberto no muestre resultados claros y concretos en relación a la deuda que busca renegociar.