Por Yanina Passero
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Los intendentes nucleados en la Comunidad de Municipios de la Provincia (Comupro) elegirán hoy al sucesor del olívense Oscar Tamis. La liga fundada por el macrista Gabriel Frizza -para generar un contrapeso en las negociaciones con los aliados radicales- tiene los desafíos de la oposición y de las internas que se agudizaron tras la derrota del presidente Mauricio Macri en las elecciones de octubre.
Precisamente, varios de los que tuvieron participación activa en la rosca de los intendentes son dirigentes que se encuentran abiertamente encolumnados en la línea que encabeza el otrora armador del PRO, Emilio Monzó. La actuación de Frizza y Tamis fue central para lograr el consenso en torno de la candidatura del jefe comunal de Salsipuedes, Marcelo “Pato” Bustos.
El lobby por el intendente de Sierras Chicas se comprende en el marco de la línea de acción trazada por quien fuera el titular de la Cámara de Diputados de la Nación estos últimos cuatro años. La unción de un vecinalista al frente de la Comupro debería proyectar un espacio de apertura conforme a los planteos que el monzoísmo alzó a viva voz durante la gestión de Cambiemos y que ahora tomo cuerpo en un núcleo interno del PRO que no promete cohesión indefinida.
Bustos, un “líbero” como lo definen, tenía el perfil perfecto para ponerle un tapón a su par de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa. No es la primera vez que Frizza resiste la consagración del hombre que gobierna el kilómetro cero del cambio como el jefe de los intendentes.
Esta vez, Dellarossa estaba determinado a comandar la Comupro. Así se lo había expresado a Macri durante su descanso en Mendiolaza. Sus opositores querían sacar la estampa PRO de la cabecera y, para ellos, el marcosjuarense representaba todo lo contrario a ese deseo.
Hoy, Bustos debería ser presentado en sociedad como el líder de la liga de intendentes. La lista de candidatos está cerrada, con excepción del segundo lugar.
Fuentes del espacio confiaron a Alfil que ofrecerán la vicepresidencia a Dellarossa, como hicieron cuando lograron los votos para Tamis. “Queremos contener a todos, no somos como los duranbarbistas”, bromeaban.
Desde la ciudad del sudeste provincial anticipaban que Dellarossa analiza la respuesta. Había trascendido que Macri le pidió “paciencia”; también, que analizaba la posibilidad de romper la Comupro y llevarse a los pares que lo apoyan. Lo cierto es que Dellarossa optó el silencio absoluto.
La confianza no invadía “la previa”. Este medio pudo saber que, incluso, había una lista alternativa circulando (confeccionada por el oficialismo). La encabeza Maciel Balduzzi, jefe comunal de Costa Sacate. “Es por las dudas, si hay ruido con Bustos”, comentaban por lo bajo.
Desde el entorno de Dellarossa no tardaron en vinculan la cadidatura de Bustos con un guiño del monzoísmo al albertismo.