Boca y una eliminación que pierde elecciones

Haber quedado otra vez fuera de la Copa Libertadores de la mano de River es mucho más que un revés político para Angelici. El oficialismo se encuentra acorralado, por perder el poder. Y para colmo, llega la despedida de Riquelme…

Por Federico Jelic

En Boca Juniors el ánimo del hincha y del socio se define básicamente por su humor en el resultado deportivo, y en este caso, por la Copa Libertadores de América. Ya no importa la Superliga donde el “Xeneize” es un abonado al título. Y si la eliminación de la Copa Libertadores para colmo, con valor agregado, es contra el rival acérrimo de toda la vida, pocas expectativas le pueden quedar al oficialismo de volver a ser elegido. Una trompada al pasional corazón. Es que la derrota ante River Plate en semifinales fue más que un golpe para la gestión del polémico Daniel Angelici, quién ya anunció que no se presentará en ningún cargo en la lista de la actual comisión directiva, que lucha para preservar el poder.
El próximo 8 de diciembre se celebrarán los comicios en la entidad de la Ribera, y será cuestión de conocer quien ahora tendrá la responsabilidad de ocupar el sillón de Angelici, quien por normas estatutarias, no podrá acceder a un tercer mandato. El abanico de opciones es amplio.
El tropiezo en la final de Madrid, la contratación de Gustavo Alfaro, DT ajeno a la historia de Boca y con poco plafón sumadas a otras decisiones y explosivas declaraciones ya dejaron a Angelici casi al margen de cualquier aspiración proselitista, y ya hasta habría declinado su virtual participación como vocal en la lista de Cristian Gribaudo, bendecido como su sucesor.
En este contexto, se fortalece el ex presidente Jorge Amor Ameal, el periodista Mario Pergolini y José Beraldi, hombres fuertes de la oposición, entonados con el “voto bronca” que impera en todos los ámbitos, sobre todo en el futbolístico. Un diciembre movido se viene por La Boca, con rupturas de estructuras y vientos de cambio.

El escenario político
El mapa político tiene a varios referentes en pugna por llegar al despacho principal de Boca. Por el oficialismo irá Gribaudo acompañado con dos históricos dirigentes como Juan Carlos Crespi, quien fuera secretario de los Seleccionados Nacionales en AFA con el extinto Julio Grondona, más Marcelo London, de gran trayectoria en la entidad. Cuenta también con simpatías del actual presidente de los argentinos, Mauricio Macri, por afinidad política.
Su historia con la política del club se enlazó por sus orígenes en el PRO, al que representó como Diputado de la Nación en los períodos de 2007-2011 y 2013-2017. Se alineó a Angelici durante su actual mandato, asumiendo a la Secretaría General en 2016. Se convirtió en uno de los hombres de confianza del presidente y, en paralelo con su función de Presidente del Instituto de Previsión social de la Provincia de Buenos Aires, comenzó a tener injerencia en la toma de decisiones y recibir la bendición de Angelici y Macri para continuar con su línea en el club. Obviamente también cuenta con contacto directo con la gobernadora María Eugenia Vidal.
Su máximo retador es nada menos que Ameal, quien llegó a la conducción en 2008, tras la muerte del recordado Pedro Pompilio. Célebre por haber votado a favor en el desempate por la renovación del oneroso contrato de Juan Román Riquelme, provocando la renuncia de Angelici de la tesorería. Angelici se tomaría venganza y lo vencería en las urnas, en 2011, lugar privilegiado que conserva hasta hoy.
Por cierto, el 12 de diciembre, cuatro días después de los comicios, Riquelme tendrá su partido homenaje en la bombonera, con grandes figuras del Boca multicampeón de América y del mundo, difícil imaginar a Angelici entregando alguna plaqueta en ese partido, ¿no?
Hay otros contendientes en danza en esta carrera electoral “Xeneize”: José Beraldi y el propio Crespi, quien también coquetea con la posibilidad de ir separado con lista propia, sin alianza de nada.
Beraldi ya tiene historial político en Boca. Trabajó en la campaña en la primera elección ganada por Macri en Boca y luego llegó a ser encargado del departamento del fútbol y vicepresidente. Con la agrupación “Boca Primero” y el lema “Volver a Ganar”, convocó a ídolos de la talla de Jorge Ribolzi, Blas Armando Giunta y Alberto Márcico y es cercano a otros como Mauricio “Chicho” Serna. Se presentó como vice de Jorge Ameal en la derrota de los comicios en 2011.
Entre sus principales iniciativas se hallan el “Proyecto Esloveno” para la Bombonera (refacción “real” de la zona de palcos) y la contratación de futbolistas de nivel internacional.
Por su parte, Crespi jamás se postuló a presidente a pesar de su trayectoria, teniendo como máximo cargo la vicepresidencia durante el “angelicismo”. Al mismo tiempo se desempeñó dentro del departamento de selecciones nacionales y mantuvo lazos con algunos referentes como Lionel Messi. También mantiene una gran relación con Carlos Tevez y Claudio Tapia, presidente de la AFA. De lengua filosa y propenso a la chicana futbolera al límite con River, se convirtió en video viral durante la ceremonia del sorteo de la Copa del Mundo Brasil 2014 tras definirse un accesible grupo para Argentina (se marcó las charreteras como si el “jefe” Grondona hubiera intervenido en el azar).
Así está el espectro político de Boca a 40 días de las elecciones. ¿Quién festejará la victoria junto a Riquelme en su partido tributo en La Bombonera? Uno seguro no estará: tache a Angelici de la lista.