Por Bettina Marengo
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La unidad del movimiento obrero que promueve el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, no conmueve mucho a la dirigencia gremial de Córdoba. Ocupados por sus propias contingencias, en las CGT Regional Córdoba y Rodríguez Peña creen que no es prioritaria la unifi cación formal con la CTA de los Trabajadores. Aunque hace rato que hay acciones públicas en conjunto, los cegetistas consultados entienden que las costuras fi nales, si se dan, no se verán en el corto plazo. El único dirigente que salió a bancar fuerte la unidad CGT-CTA fue el tercer candidato a diputado nacional por Córdoba del Frente de Todos y secretario general de Agec, el gremio de los empleados de Comercio, Pablo Chacón. “Nosotros ya estamos trabajando con un grupo de organizaciones sindicales porque va a haber una nueva CGT a partir de noviembre o diciembre de este año. Si avanza la unión entre las CTA y la CGT, en Córdoba lo replicaremos”, señaló el sindicalista.
Mientras tanto, por separado, las dos CGT de Córdoba realizaron ayer sendos plenarios para tratar la coyuntura económica, laboral y electoral. La Regional Córdoba, conducida por el titular del Sindicato de Empleados Públicos, José Pihén, se reunió en la Casa Histórica del Movimiento Obrero. De ese cónclave salió un documento con el reclamo de un “cambio de modelo económico” y un planteo en contra del ajuste a los trabajadores. Hay que recordar que en la CGT prácticamente todos los gremios apoyan Alberto Fernández en las presidenciales, pero la división viene porque algunos militan la lista de diputados del Frente de Todos y otros, como el propio Pihén, la lista de Hacemos por Córdoba. El encuentro de ayer también sirvió para trazar los primeros detalles del acto del 17 de octubre, día de la lealtad peronista, que la central obrera organizará. “No hay contactos abiertos con la CTA”, aclaran, sin rechazar nada. La Rodríguez Peña se dio cita también ayer en el gremio de Luz y Fuerza, y convocó a las dos CTA: la de los Trabajadores, que conduce en Córdoba el diputado nacional de Unidad Ciudadana, Pablo Carro, y a nivel nacional Hugo Yasky, y la CTA Autónoma, liderada por Pablo Micheli, que rechaza la unidad “Hay líneas que se están recorriendo con independencia de lo nacional porque acá tenemos características distintas”, señaló un referente de la Rodríguez Peña, y prometió novedades en las próximas horas. Una especulación, que politicamente está alineada con el Frente de Todos, tome la posta y produzca una acción pública de unidad que con la CTA. Cabe recordar que a nivel nacional, la unificación no tiene todos los avales gremiales. De hecho, el más entusiasmado de todos es Hugo Mayano, que está distanciado de la conducción de la CGT a cargo de Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estacioneros), aunque ahora entre el camionero y Daer la sintonía viene por el apoyo común a Alberto Fernández. Los llamados “gordos”, en cambio, no ven con buenos ojos el ensamble.
Verde
Antes que la unidad con la organización que nació en 1992 como reacción a la cercanía de la CGT de entonces con las políticas económicas de Carlos Menem, lo que está verde en Córdoba es la unidad de las dos CGT. La Regional Córdoba tiene recambio de conducción teóricamente en noviembre, pero muchos especulan que esa fecha se pospondrá hasta que se despeje el ruido post electoral. Aun no se sabe si Pihén intentará mantener la secretaría general, aunque sigue siendo el candidato natural. Aparecen otros nombres del sector de los trabajadores industriales o privados, como el titular de la Unión Obrera Metalúrgica, Rubén Urbano, o el de la UOCRA, Néstor Chavarría, algunos con más apoyos que otros. Urbano, por ejemplo, cuenta con el respaldo del mencionado Chacón. Pero dentro de la CGT Regional sostienen que jefe de Comercio no ha jugado dentro de la central en los últimos tiempos, lo que le restaría autoridad para imponer un nombre. Ahora, si en octubre obtiene la banca en el Congreso de la Nación, la correlación de fuerzas cambiaría y la palabra de Chacón tendrá seguramente otro peso en el movimiento obrero cordobés. En cuanto a la Rodríguez Peña, la imputación y detención de su titular, Mauricio Saillén, por delitos vinculados al manejo de su gremio, el Surrbac, debilitó mucho al espacio. Quien está actuando como secretario general es el secretario de Luz y Fuerza, Gabriel Suárez, sobre quien también podría recaer una imputación por supuestas irregularidades con fondos del gremio en el marco de la investigación que impulsa la Procelac. En el gremio de la Epec entienden que esto puede suceder, aunque sin privación de la libertad de Suárez. Golpeados sus dos hombres fuertes, queda como gremio soporte el Suoem, conducido por Beatriz Biolatto. El Sueom es la tercera pata con peso propio en la Rodríguez Peña. Detrás de esos tres sectores, no hay mucho más. Aunque periódicamente se producen acercamientos, la unificación cegetista se ve lejos. Los de la Rodríguez Peña consideran que la Regional Córdoba responde al gobernador Juan Schiaretti, al cual ellos hacen oposición. “Ni Pihén ni Urbano -dijo una fuente de la central disidente- le reclaman a Schiaretti por la situación de los trabajadores industriales”. En la CGT “oficial”, en tanto, nunca se sintieron cómodos con los Saillen’s boys ni con “un modo de hacer gremialismo que en Córdoba no funciona”, según palabras de un referente. Además, destacan como una falta el hecho que sean mayoritariamente gremios de servicios.
Movimientos sociales
Una característica clave de la identidad CTA es la integración de movimientos sociales y de trabajadores desocupados. Se trata de un rasgo distintivo que la diferencia de la tradicional CGT, que está conformada por gremios con personería, que representan a los trabajadores asalariadas. Esos diferentes sujetos que contienen las dos modalidades y sus formas de inclusión en la organización de trabajadores, seguramente será un punto de tensión en la discusión que se dé a futuro, como ya adelantaron algunos referentes de la CGT Regional.