Por Yanina Passero
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Córdoba sigue siendo una pieza fundamental en los planes macristas porque el ala que responde a Marcos Peña considera que aquí pueden superar la muy buena cosecha de las PASO. El votante posible se encontraría en esa nube de independientes que no participó de los comicios del 11 de agosto y que sería reacio al kirchnerismo. Ofrecen como prueba de la teoría amarilla el hecho de que la expresidenta Cristina Fernández haya sido borrada, también de la campaña local de cara a las generales del 27 de octubre. “Pianta votos”, expresan en lenguaje coloquial.
Es por eso que el presidente Mauricio Macri volverá a provincia la semana que viene y cerrará el jueves 24 su campaña en la esquina icónica de las manifestaciones sociales: la explanada de Patio Olmos. Mientras, ministros o referentes del espacio seguirán recorriendo los extremos del principal distrito electoral del interior. Hoy será el turno del integrante de la fórmula de Juntos por el Cambio, el senador Miguel Ángel Pichetto. Cumplirá una gira de dos días, con una hoja de ruta diseñada por la Casa Rosada que se estructura en tres pilares: contacto con los medios, reuniones con empresarios y referentes del sector productivo, y por último, la vuelta de rosca de la nueva estrategia duranbarbista: el contacto directo con la gente. El senador peronista llegará a Córdoba pasado el mediodía. A las 14, está prevista una reunión en la sede del Mercado de Abasto con Juan Perlo, presidente de la Federación Nacional de Operadores de Mercados Frutihortícolas de la República Argentina (Fenaomfra). Luego, participará de una recorrida por las naves de los quinteros en la superficie comercial del centro de la ciudad. Tres horas más tarde, está previsto el arribo de Pichetto a Villa Dolores, junto al primer candidato a diputado de Juntos por el Cambio, el radical Mario Negri. En el Hotel Ariane, encabezará un encuentro con 60 empresarios de la zona y cerrará la actividad en el lugar con una conferencia de prensa. A las 20, mantendrá un encuentro privado con referentes de distintas extracciones políticas de Villa Dolores y terminará el día 1 con un acto abierto con música en vivo, choripanes y proyecciones de mensajes del Presidente en una pantalla gigante. El miércoles, la actividad de Pichetto continuará en Mina Clavero y Cura Brochero. Visitará el santuario del “Cura Gaucho” y conversará con otro grupo de empresarios en la Confitería El Mosquito, frente a Plaza Centario. A las 17, volverá a Córdoba para dar entrevistas. El derrotero terminará con una disertación en la Universidad Siglo XXI ante alumnos de seis carreras. Las prioridades marcadas por los campañistas de Balcarce 50 son evidentes. Parece que atrás quedó el objetivo central de Pichetto y que justificaba su ingreso a la fórmula, esto es, ampliar las bases del entonces denominado Cambiemos. Fuentes locales de la coalición confirman que el operativo seducción al votante peronista continúa vigente, pero que la responsabilidad recaerá sobre los armadores de Pichetto. Cierto es que el ex jefe del bloque PJ es un hombre de aceitados vínculos en el Congreso, pero que carece de una estructura al menos en el interior. Entonces, la búsqueda explícita que inició Pichetto e incluyó la apertura de un local partidario en el centro de Córdoba y la difusión de reuniones con peronistas en anteriores incursiones, cederá espacio a la agenda clásica Juntos por el Cambio. La intención, además, choca con una realidad explícita en la provincia. Después de las PASO, el gobernador Juan Schiaretti ratificó su estrategia de neutralidad y continuó pidiendo el apoyo a la boleta corta de candidatos a diputados que encabeza Carlos Gutiérrez. Pero el senador Carlos Caserio, el primero en apoyar desde este territorio la fórmula F-F, logró ampliar la base de apoyo que había comenzado con un pequeño grupo de intendentes. Incluso, la hija de José Manuel de la Sota, Natalia, selló el proceso que venía dándose subterráneamente en el PJ cordobés al apoyar a Fernández y dejar testimonio gráfico de un encuentro. Incluso, el día en el que se conmemoró el primer aniversario de la muerte del fundador de Unión por Córdoba, y después la de reunión de una hora y media que mantuvo Schiaretti con el exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner, en los mentideros de Hacemos por Córdoba y el kirchnerismo ya era vox populi que el jefe del Panal “levantó la tranquera”, siempre y cuando el norte fuera la boleta corta.