Por Alejandro Moreno
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Jorge Sappia llegó a la presidencia de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical aupado por la Línea Córdoba (angelocismo) pero con la venia de la mayoría de la dirigencia del partido (en especial, el mestrismo). Aunque su peso específico en la UCR provincial es bajísimo, cumple el rol de quien en un grupo dice lo que callan los demás. En las últimas horas, acaba de hacerlo de nuevo.
Las críticas a Mauricio Macri, al macrismo y al PRO, que Sappia formula en voz alta son las mismas que el resto de la dirigencia suscribe sigilosamente para no entorpecer el futuro de una alianza que los mantiene a todos en el oficialismo (al menos, hasta fin de año).
El angelocista dio una entrevista a la porteña Radio Caput en la que ratificó sus objeciones al macrismo.
“Están todos enfocados en la campaña cuando en realidad tendrían que estar enfocados en saber lo que necesita el país, que es un poco de calma y tranquilidad, serenar los ánimos y ver qué propuestas se pueden hacer para mitigar los efectos de la crisis”, apuntó.
“Me parece que en términos políticos, las conducciones de los candidatos no son las apropiadas para el momento que se viene en la Argentina. No digo que haya equiparación entre las responsabilidades de uno y otro, lo que digo es que hay un exceso de campañismo y deberían tener una visión más moderada”, agregó.
Para Sappia, el gobierno nacional “de acá a octubre, debería dejar de hacer campaña y gobernar, dejar de hacer discursos propositivos de cosas que no va a poder hacer en dos meses. Este es el camino, de tomar las cosas con más seriedad y asumir que el 15 por ciento de diferencia (entre Alberto Fernández y Mauricio Macri) tiene un sentido de bronca y castigo por la conducción defectuosa del Estado nacional”.
La relación PRO-UCR ha sido muy desigual desde el punto de vista de los radicales. Los macristas los han llevado de las narices en el armado de las listas de candidatos y los han ignorado en la toma de decisiones. Recién ahora, con la empresa de tener que dar vuelta un resultado muy malo en dos meses, los macristas aceptaron que sus socios del radicalismo son necesarios. Esto es algo que ha molestado a todos en la UCR, pero por cálculo la mayoría prefiere reservarse para las charlas en la intimidad.
Sappia, en cambio, sostuvo que “como a todos los radicales, el PRO nos ninguneó, no nos consultó, no nos llamó para nada. El día que se firmó el acuerdo con el FMI, (Alfredo) Cornejo salió de Casa Rosada sin saber que se había firmado ese documento”.
“Hace rato que estoy trabajando para aunar voluntades en todo el país para recuperar la identidad radical dejando de lado Cambiemos y volver a nuestra esencia: en materia de ideas, de vocación democrática, de visión republicana y de afinidad con la justicia social”, avisó.
“Si no armamos un grupo de partidarios que se plantee romper esta conducción equivocada que tiene el partido, el futuro del radicalismo no existe”, consideró. Y afirmó que en la UCR es necesario reunir “una convención donde la mayoría de los convencionales no tengan cargos públicos”.