Por Bettina Marengo
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La detención de Mauricio Saillen y Pascual Catrambone, jefes del gremio del Surbac, por supuesto lavado de dinero a través de la mutual sindical, encendió las alertas de los referentes del Frente de Todos en Buenos Aires. Mauricio es el padre de Franco Saillen, legislador provincial y quinto candidato a diputado nacional de la lista de Alberto Fernández. Si bien Franco no está imputado, es vocal del gremio y sufrió un allanamiento en el marco de la causa que investigan el fiscal federal Enrique Senestrari y el juez federal Ricardo Bustos Fierro. Con la resolución judicial en los portales de los diarios y medios nacionales, los teléfonos de la dirigencia cordobesa comenzaron a sonar desde temprano con pedidos de precisiones. A esta altura de la precampaña, la principal preocupación del albertismo es evitar cualquier ruido que pueda restar votos al candidato más votado en las Paso. Y las cuestiones judiciales, sobre todo las ligadas a manejos fraudulentos de fondos o corrupción de sus candidatos, son algunas de las que más preocupan por su instantánea vinculación mediática al universo K. Una de las alternativas que circularon en medio de la sorpresa fue la posibilidad de que Franco pida licencia o renuncie como candidato, algo que fue tajantemente negado por los colaboradores del legislador.
La inquietud no sólo se manifestó en la calle México donde el aspirante presidencial tiene su sede, o en el Instituto Patria donde La Cámpora y Cristina Kirchner asientan sus reales. También se observó en las oficinas de Sergio Massa, cuyo candidato cordobés, Pablo Chacón, tercero en la lista, es el que quedó a tiro de ingresar a la Cámara de Diputados si el Frente mejora tres puntos en el tramo legislativo. Es decir que un estancamiento en los números del tramo legislativo del Frente de Todos (que sufrió un corte de siete puntos que fueron a la boleta corta de Hacemos por Córdoba) lo dejará sin posibilidades de ingresar al Congreso.
Algunos albertistas nacionales que hablaron con este diario apuntaron a “algo raro” en la disposición del juez Bustos Fierro, a quien vinculan con el llamado “partido cordobés”, en cuya vereda del frente los Saillen se ubican. En tal sentido, resaltaron como telón de fondo que Franco “ganó recientemente el centro vecinal de Villa El Libertador y ahora, junto a otros gremios, estaba armado un esquema muy aceitado de fiscalización” para las elecciones de octubre.
Otros dirigentes sugirieron esperar para ver cómo decantan los hechos.
La novedad encontró a gran parte de la lista legislativa cordobesa en Buenos Aires. Gabriela Estevez, Chacon y el propio Saillen estaban ayer en Capital Federal, con sendas agendas políticas, y al cierre de esta nota, desde el entorno Surrbac, se hablaba de una foto conjunta en apoyo al hijo del sindicalista detenido. Sin embargo, la línea que los jefes nacionales del Frente de Todos bajaron a los cordobeses fue no hablar con la prensa del affaire Saillen hasta que el panorama esté más claro.
Lo que sí, remarcan que Franco no está imputado y que hay una intencionalidad de dejarlo pegado al supuesto delito del padre para perjudicar las chances electorales de la lista de diputados “larga” y las suyas propias, que dependen de que Chacón ingrese al Congreso y que Eduardo Fernández, cabeza de lista, parta a un cargo en el Poder Ejecutivo. En ese caso, Franco Saillen reemplazaría al primero. Sin embargo, en Córdoba, un problema para la lista K es un problema para Alberto Fernández. En su incipiente proceso de quiebre del rancio antikirchnerismo cordobés, al presidenciable no le sobra nada, y cualquier ruido del cristinismo provincial podría afectarlo.
No todos los candidatos cordobeses comparten el desconcierto porteño. Un vocero muy calificado se mostró sorprendido por el nivel de alerta porteño y le dijo a Alfil que “hay que dejar actuar a la Justicia” y sostuvo que no hay elementos para considerar que hay una persecución política en contra de los Saillen, relativizando las expresiones del gremio de los Recolectores cuando tomó posición sobre la situación y de otros referente de la lista. “Se trata de una causa penal económica que puede traernos perjuicios, pero que no veo que sea persecutoria”, redondeó.
Repercusiones
Una primera consecuencia de las detenciones del Surrbac es que por ahora, Córdoba capital quedará fuera de la traza para la visitas de dirigentes nacionales. Por un viaje a España, Alberto Fernández pospuso para la semana próxima la gira por Córdoba, que será en los albores de la campaña para octubre. Ahora también se habla de evaluar la evolución del expediente judicial antes de armar la salida del candidato. Otros referente del Frente de Todos que tienen previsto venir a Córdoba en los próximos días han resuelto esquivar la ciudad Capital, al menos de manera pública.