Por shock económico, medidas insuficientes para el bolsillo

El impacto en los ingresos de los anuncios del Gobierno terminarán licuados por una inflación más alta, tasas más elevadas y dólar más arriba.

Por Gabriela Origlia

El presidente Mauricio Macri cambió el tono, pidió disculpas y anunció medidas que tal vez en mayo podrían haberle sumado votos. Ahora parece difícil que cambien el destino electoral (al menos solas son insuficientes) y menos que tengan un impacto en el bolsillo con una devaluación que alcanza casi 30% en tres días y una inflación que ya se prevé en 50% anual (agosto la estiman en 4,5%9. La mejora de los ingresos por los anuncios la licuará la inflación.
Por teléfono hablaron Macri y Alberto Fernández. La charla fue después de una serie de idas y venidas. El Presidente comunicó el resultado por sus redes sociales y aseguró que “mantendrán una línea abierta entre los dos”.
“Él se comprometió a colaborar en todo lo posible para que este proceso electoral, y la incertidumbre política que genera, afecte lo menos posible a la economía de los argentinos”, describió Macri en su Twitter.
La postura de Fernández es que no quiere un país incendiado, pero que la responsabilidad de gobernar es del que está en el poder. Después de su triunfo en las PASO había dicho que renegociará con el FMI, que está dispuesto a honrar la deuda, que no piensa en un cepo y que no tiene voluntad de ser Venezuela. Después de la conversación, cada uno seguirá con lo suyo, camino a octubre.
El dólar ayer alcanzó los $63 en el cierre del Banco Nación y volvió a ser la peor moneda emergente. El Banco Central vendió US$198 millones para evitar un salto mayor de la divisa. El riesgo país subió de nuevo y alcanzó los 1935 puntos. Lo que dijo el Presidente no convenció a los mercados. Habrá que ver si la política -que tomó forma de comunicación telefónica- lleva algo de calma al mercado financiero.
Hay bancos y fondos comunes de inversión que están solicitándole una reunión a Fernández; está la incógnita sobre finalmente se dará.
Las medidas anunciadas por el Presidente ya estaban en borrador antes de las PASO; se esperaban anunciar en estos días pero claramente el efecto no es el mismo. Hablar de “alivio” al bolsillo parece exagerado por la proporcionalidad entre lo decidido y lo que está pasando en el mundo financiero con su correlato en la vida cotidiana.
El costo fiscal de las medidas es de $40.000 millones (el ministro Dante Sica adelantó que se reconducirán partidas y se frenará más la obra pública). Macri avanzó ahora sobre Ganancias, aumentará 20% el piso y la deducción especial por lo que unos dos millones de personas cobrarán unos $2000 más por mes y, además, habrá una devolución de lo ya pagado. Se estima en $12000 para un salario bruto de $80.000 mensuales.
Por dos meses el Gobierno pagará las cargas sociales de los trabajadores en blanco para que 6,5 millones de personas reciban $2000 extras en setiembre y octubre. En ese mismo lapso los monotributistas no pagarán el componente impositivo. Los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo recibirán $1000 más ese bimestre y, las becas Progresar (congeladas desde inicios de 2018) se incrementarán 40%.
También se congelaron las tarifas y los precios de los combustibles (atados al valor del dólar). Para los tomadores de créditos UVA, el Gobierno prometió una solución “especial” que seguramente difundirá en los próximos días. Para las Pymes, habrá una moratoria a diez años.
La autocrítica de Macri de ayer no implica de ninguna manera que crea que comenzó la transición. La economía se paralizó totalmente en tres días (una barbaridad para cualquier país de mundo y más para uno que estaba en recesión); nadie estaba dispuesto a vender ni comprar. Las listas de precios de productos masivos ya corrigieron hacia arriba.
Si la Argentina no fuera un país que, cíclicamente, cae en desmesuras habría una conciencia más clara y general de que lo sucedido en un lapso brevísimo es un shock fenomenal. Todo quedó más alto: inflación, tasas, dólar y riesgos. Ya se ha visto que difícilmente, en este país, lo que sube vuelve a los niveles previos.