Por Yanina Soria
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La inscripción de las alianzas que competirán en las PASO pero con el objetivo puesto en octubre, permitió trazar una primera línea de ordenamiento hacia a la constitución del mapeo electoral nacional definitivo.
La próxima parada fundamental será la del sábado 22 de junio cuando se cumpla el plazo fatal para el cierre de listas; ahí sí los distintos frentes políticos terminarán con el misterio y deberán ponerle nombre y apellido a cada una de sus apuestas.
Hasta entonces, el galanteo predominará en el ecosistema político nacional y las negociaciones se agudizarán.
Es que aunque los tres binomios presidenciales que pretenden ubicarse en el podio ya están definidos, aún quedan muchos cargos y lugares por rellenar hacia abajo.
Justamente, de toda esa discusión es que quiso auto marginarse el gobernador Juan Schiaretti al resolver, al menos por ahora, ir con una boleta corta de candidatos y liberar para el tramo de presidenciables. Hacemos por Córdoba se inscribió para presentarse con lista de diputados propia y se declara prescindente para el resto del juego.
Una táctica política que se venía anticipando frente a la lenta desintegración de Alternativa Federal (AF) que terminó de morir cuando el tercer hombre del cuarteto de los fantásticos, Miguel Ángel Pichetto, dio el portazo y saltó al macrismo.
La comunión política de Juan Manuel Urtubey con Roberto Lavagna tampoco colmó las expectativas políticas del gobernador cordobés que –según repiten desde su entorno- eligió replegarse en su provincia para no licuar su caudal del 57 por ciento de los votos.
Desde el Centro Cívico están convencidos que provincializar la campaña focalizando sólo en los candidatos de Hacemos por Córdoba y manteniendo la misma línea discursiva del 12-M, les permitiría por lo menos garantizar las dos bancas que ponen en juego en la Cámara Baja.
Pero sobre todo, desde lo estrictamente político, no inclinarse públicamente por ninguno, deja al gobernador en una posición de mayor comodidad. Por un lado, no se enfrenta con quien prefiere convivir institucionalmente durante los últimos cuatro de su última gestión; mientras que por el otro, descomprime internamente las tensiones y presiones de quienes en el peronismo cordobés quieren jugar por la fórmula de Los Fernández.
Sin embargo, la estrategia de esfumarse del escenario mayor de la política argentina para ceñirse a Córdoba le funcionará a medias, al menos hasta el 22 de junio. Es que tanto desde el gobierno de Mauricio Macri como de Consenso Federal donde habitan su ex socio y un aliado a quién el cordobés buscó cuando armó AF, lo están mirando demandándole protagonismo nacional. A contrarreloj, desde uno y otro lado buscaran salir a su caza y convencerlo de apoyar la estrategia que más les convenga. Todos quieren contar al gobernador peronista de mayor poder territorial de su lado de la cancha. A ver. Córdoba no sólo es uno de los distritos electorales más importantes sino que se convirtió en la pieza clave que le permitió a Macri convertirse en presidente. El líder del PRO viene de anotarse un fracaso rotundo con sus delegados locales en loscomicios provinciales y ahora, necesita ciertas garantías para levantar en Córdoba.
Desde Balcarce 50 se conforman con que Schiaretti sostenga la boleta corta, leen que esa decisión los beneficia ya que si el cordobés apoyara la etiqueta Lavagna-Urtubey, sin dudas, le restaría votos a la dupla Macri-Pichetto.
Paradójicamente, en el kirchnerismo también se entusiasman con la idea de la lista propia del PJ Córdoba ya que los Fernández están contando con un respaldo territorial muy fuerte de intendentes, legisladores departamentales y militancia del peronismo local, que jugarían a su favor una vez que tenga manos libres (Ver. Pág 5)
Por último, en esta especie de “operativo de seducción a Schiaretti”, Urtubey y los socios articuladores de Consenso Federal no pierden las expectativas de poder acordar con el mandatario provincial para inscribir una boleta larga finalmente el 22 de junio. La venia pública de Schiaretti a la fórmula que pretende preservar la idea de la avenida del medio, sería muy significativa en términos de tracción de votos. Además, dentro de ese nuevo polo electoral hay dos fuerzas políticas, el socialismo y el GEN, que en Córdoba son aliados de Hacemos por Córdoba. Por ahora, desde el entorno del gobernador aseguran que la lista corta es decisión tomada. No obstante, faltan 10 largos días en los que todo puede cambiar.