Aguad cobra protagonismo en UCR (y Santos preocupa)

Comenzó la cuenta regresiva hacia la definición de la lista de candidatos

Por Alejandro Moreno
amoreno@diarioalfil.com.ar

Oscar Aguad suele decir a sus interlocutores que él no quiere ser candidato a diputado nacional, pero el album de fotos que va llenando con intendentes cordobeses, y nada menos que junto a Mauricio Macri y Marcos Peña, otorgan verosimilitud a las versiones que lo señalan como una de las dos principales opciones de la Casa Rosada.
Con su tradicional centralismo, los macristas quieren decidir por ellos mismos los candidatos a diputados de Córdoba, como ya lo hicieran en 2015 y en 2017; la voluntad del presidente, por encima de las opiniones de los partidos socios de la alianza.
En la grilla presidencial aparecen resaltados los nombres de Aguad y de Gustavo Santos. Ambos son sus favoritos en Córdoba, al punto de que los hizo ministros (Defensa y Turismo), pero la repercusión que tendría la nominación de cada uno en el radicalismo provincial sería bien distinta.
Aguad tiene el récord histórico de candidaturas por la UCR, a pesar de que no es un dirigente demasiado aceptado dentro de su partido. Siempre se lo cuestionó, precisamente, por su cercanía al PRO y su poco apego al radicalismo.
Pero frente a la opción de Santos, muchos comienzan a ver a Aguad con una boina blanca en la cabeza. Por lo menos es radical, afirman, recordando que Santos pasó por el kirchnerismo y el peronismo cordobés antes de desembocar en el macrismo. Cosas por el estilo dicen en conciliábulos mestristas, negristas e, incluso, de otros grupos de menor talla. Otros, como los angelocistas, rechazan la continuidad de lo que denominan la “oligarquía”, es decir el linaje Mestre/Aguad/Negri que acaparó las candidaturas en los últimos veinte años.
Además del fervor partidario, insospechado en algunos recientes renegones, la opción Aguad gana puntos por las consecuencias que tendría la postulación de Santos.
Quien quiera que encabece la lista de candidatos a diputados nacionales de Juntos por el Cambio obtendrá, sin dudas, más votos que lo recogido por Ramón Mestre y Mario Negri, aún sumados, con sus postulaciones a gobernador (por la UCR y por Córdoba Cambia, respectivamente) en las elecciones del 12 de mayo. El candidato podría levantar el porcentaje obtenido a la sombra de Macri como propio, y se convertiría así en un fuerte jugador en el futuro. Demasiados problemas hay ya en la UCR como para que aparezca en escena alguien que presuma de ser un nuevo referente.
Aguad, en cambio, podría ser un factor casi neutro. Ha de ser cierto cuando dice que no quiere ser candidato: lo fue muchas veces sin demasiado entusiasmo como para querer ahora enfrentar esa dura tarea, sin el premio de que el resultado implique una jefatura partidaria o una candidatura a gobernador 2023, que no le interesa.
La postulación de Aguad significaría, para la interna del radicalismo cordobés, que las elecciones de agosto y octubre no causen más daño.
No significa que haya pasión por Aguad. De hecho, incluso los que prefieren su designación a la de Santos hablan de pelearlo en las PASO. Todo en voz baja, porque nadie ha salido aún a gritar a voz en cuello que quiere ser candidato; ni siquiera aquellos sobre los que circulan versiones de su interés, como Mario Negri o Miguel Nicolás. Muchos juntas firmas para ir a las PASO en agosto, y hasta se negocia la formación de una coalición en contra de “los mariscales de la derrota”, como lo describió uno de ellos.

Con intendentes
Un grupo de intendentes radicales, llevados por Mauricio Cravero (Arroyito) y Gustavo Botasso (Hernando), se reunió ayer en la Casa Rosada con el presidente Macri y con el jefe de Gabinete Peña. Con ellos estuvo Aguad, en su rol de nexo entre los visitantes y los anfitriones.