Por Yanina Soria
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La candidatura del cristinista Pablo Carro para la gobernación de Córdoba, fue una jugada que no se esperaba el peronismo local. El escenario ideal de competencia que Unión por Córdoba (UPC) imaginaba rumbo al 12 de mayo, no contemplaba ninguna pieza que pudiera rascar –mucho o poco- de la canasta de votos del oficialismo. De hecho, la habilitación de la doble candidatura para los próximos comicios fue una herramienta sobre la que echó mano el gobernador Juan Schiaretti, a través de sus legisladores, justamente con el mero objetivo político de dispersar el voto Cambiemos.
Sin embargo, el kirchnerismo cordobés anunció hace algunos días que, con la venia de Buenos Aires, se presentará en los comicios con lista propia y que el diputado Carro será la cabeza de esa boleta.
La notica sorprendió en el Panal desde donde aseguran que, en ningún escenario la presentación de una lista K pone en riesgo el plan reeleccionista del mandatario provincial, pero admiten que su presencia en el tablero final del 12-M molesta.
Desde el Centro Cívico sostienen que el núcleo duro cristinista (voto ideológico) en Córdoba oscila entre un 8 y un 10 por ciento, un número que si no se viera contenido en una lista propia, migraría hacia la oferta PJ pero nunca hacia Cambiemos.
No obstante, desde hace algunos días, entre las filas del schiarettismo existe cierta expectativa respecto a que Carro podría terminar bajando su candidatura y que Unidad Ciudadana como tal, no llevará representante. Lo que sí podría haber quizá, dicen, es una candidatura propiciada por el sector cristinista pero no peronista que componen algunos de los partidos políticos y el consejo de organizaciones de ese espacio. En ese caso, para nada lesionaría las pretensiones del oficialismo.
Claro que la declinación de Carro no sería una maniobra de motus propio sino que vendría desde de la propia Cristina Fernández de Kirchner o de su círculo rojo. Inscriben esa tesis, por ahora cargada de especulaciones, en las negociaciones que a nivel nacional existe entre el sector que representa la ex presidenta y el resto del universo PJ.
De hecho, en distintas provincias la orden a de la senadora fue cerrar filas con los candidatos locales peronistas; una situación que, por supuesto, no ocurrió en Córdoba desde donde los mismos exponentes K reconocen que si no hubo acuerdo fue por decisión del propio Schiaretti y no por falta de voluntad del conglomerado cristinista.
Sin embargo, como el objetivo nacional de Unidad Ciudadana apunta en verdad a impedir la reelección de Cambiemos y Mauricio Macri en octubre, no se descuenta que pasado mayo, en Córdoba pueda haber algún tipo de entendimiento. Eso es lo que creen los máximos exponentes locales entre ellos, el propio Carro quien, a costa de reproches internos de las tribus K no PJ, repite públicamente que no da por clausurada ningún tipo de negociación con el justicialismo de cara a las elecciones nacionales.
Entre otros de los argumentos que sostienen desde el PJ para creer que lo de el cristinismo no llegará a madurar para mayo, se encuentra el hecho de que UPC cuenta con el respaldo de muchas organizaciones sociales kirchneristas que afianzaron aún más su vínculo luego de que Schiaretti anunciara días atrás el programa de fortalecimiento de la economía. Además, admiten contactos entre el Centro Cívico y algunas de las primeras líneas del cristinismo local, muchas de las cuales vienen pidiendo hacia adentro del espacio, dejar pasar mayo, para enfocarse en el escenario nacional.
Pero a rigor de verdad, la teoría del PJ Córdoba también inquieta en las filas de Unidad Ciudadana desde donde, algunos de los sectores que la componen, vienen alertando sobre esa posibilidad. Es un fantasma que azuza entre quienes tributan a la ex presidenta.
Observan con preocupación algunas de las declaraciones de Carro sobre Schiaretti que consideran “tibias” por lo que ahora comenzará el juego de presiones internas para avanzar en el armado de la boleta.
De hecho, el consejo de organizaciones de Unidad Ciudadana Córdoba ayer emitió un comunicado donde se anticipa a esa posible maniobra y, por las dudas, deja en claro su posición.
“Celebramos (sobre la promulgación de Carro, candidato) y nos predispone junto a la militancia nacional y popular a ser parte sustancial para afrontar la compulsa política y electoral de este año y reafirmar que hay lista propia en Córdoba, sin ningún margen para especular con la posibilidad de que esa lista no se presente y que es de una falta de seriedad mayúscula que haya sectores políticos de Córdoba que propicien y señalen esa posibilidad. Hay que dar respuesta a la ciudadanía acordé al momento político, no estar a la altura de la circunstancia sería una irresponsabilidad del cual habrá que dar cuenta. Hay octubre 2019 si hay Mayo 2019. Hay fuerza política y electoral si somos claros opositores y sin vacilaciones al partido único cordobés”, reza parte del comunicado. Ese sector llama con urgencia a conformar una mesa de política electoral del Frente Córdoba Ciudadana para definir el armado de la lista y avanzar en la estrategia rumbo al 12-M.
Por otro lado, la mesa provincial del Partido Solidario (PSol), ratificó ayer el rumbo político de cara a elecciones provinciales como integrantes del Frente Córdoba Ciudadana y pidió por la candidatura de Eduardo Fernández, para encabezar la lista de legisladores; un lugar que será de los más disputados.