El trabajo registrado cayó 1,4% interanual: es decir, en doce meses se destruyeron 172.200 puestos. El retroceso general fue traccionado por la mayor caída del empleo asalariado privado en toda la serie histórica del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que comienza en 2009. Además, las expectativas empresarias de contratación tocaron fondo. En ese marco, la confianza de los trabajadores argentinos respecto a la posibilidad de conseguir un nuevo empleo similar al actual dentro de los próximos seis meses se ubicó en el 63%, la marca más baja de los últimos doce meses.
Esos datos oficiales permiten proyectar que cuando se conozca el número de diciembre, se confirmará que el empleo registrado total tuvo en 2018 su primera caída anual desde 2012, cuando Trabajo comenzó a publicar datos conjuntos de los sectores público y privado. En los primeros once meses ya se perdieron 210.000 puestos formales, la mayor parte desde mayo, cuando estalló la corrida cambiaria.
La caída de la confianza de los trabajadores emegen del Workmonitor, un estudio de la consultora Randstad. Al realizar una comparativa regional, se observa que el nivel de confianza de los trabajadores argentinos, con el 63%, es el segundo más bajo de la región, luego del de Brasil, con un nivel de confianza del 60%. En el otro extremo, y vislumbrando un panorama más alentador, se encuentran Chile con un nivel de confianza en el mercado laboral del 74% y México con uno del 81%.
Sobre estos resultados, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay, sostuvo: “En situaciones de cierta incertidumbre como la actual, es de esperar que los trabajadores tengan menor confianza y muestren actitudes más conservadoras en sus decisiones de carrera laboral. Una baja en la confianza en el mercado laboral como la que relevamos en este último trimestre hace que haya menos trabajadores en búsqueda activa de un cambio de trabajo, dando como resultado una baja movilidad laboral”.
Los datos acompañan un contexto en el que la economía no se recompone y el mercado laboral no muestra señales de reactivación, el deterioro de la confianza de los trabajadores también tiene su correlato en un incremento del miedo a perder el empleo, que en el último trimestre del año se situó en el 7,9%, subiendo un punto porcentual por sobre los valores de principio de año (6,7%).
Al analizar esta variable según el nivel educativo de los trabajadores, surge que a mayor formación alcanzada, menor es el miedo de perder el empleo. El estudio revela que el miedo a quedarse sin trabajo entre los encuestados con mayor nivel educativo es del 7,3%, mientras que entre quienes tienen una formación intermedia se eleva al 8% y alcanza el 8,2% entre los trabajadores de menor nivel educativo.
Como una consecuencia natural ante el deterioro de la confianza en el mercado laboral y un mayor miedo a perder el empleo, el Worknonitor del último trimestre del año relevó un crecimiento generalizado de la satisfacción de los argentinos respecto a su actual empleo. Esta curva se fue incrementando paulatinamente a lo largo del año, con un nivel de satisfacción laboral que alcanzaba el 68% en el primer trimestre del año, subiendo al 69% en el segundo, para saltar al 74% y 77% en el tercer y cuarto trimestre de 2018.
En el mismo sentido, apenas el 12% de los encuestados en Argentina indicó estar buscando un nuevo empleo de manera activa en el último trimestre del año, una marca sensiblemente inferior al 15% que afirmó estar buscando activamente un nuevo trabajo en los tres primeros meses de este año.
La coyuntura genera una menor rotación, dado que los trabajadores toman menos riesgos y tienden a valorar más su actual empleo. Es de esperar que estas condiciones de incertidumbre se mantengan por lo menos hasta bien entrado el segundo trimestre de 2019, cuando las variables macro finalmente se acomoden al nuevo tipo de cambio, se recupere el optimismo y el clima de negocios que había comenzado a verse a principios de este año y la economía y el empleo encuentren la senda del crecimiento nuevamente”, sostuvo Andrea Ávila.
De acuerdo a los resultados obtenidos, el 22% de los trabajadores argentinos indicó haber cambiado de trabajo en los últimos seis meses, mientras que en Chile lo hizo el 21%, en México el 23% y en Brasil el 25%. Al indagar sobre los motivos que impulsaron el cambio, aparecen la búsqueda de mejores condiciones laborales (32%), las causas organizacionales (25%) y los deseos personales de cambio (21%).
Hacia el último trimestre del año, el Índice de Movilidad Laboral Global alcanzó los 110 puntos, descendiendo un punto respecto a la medición del tercer trimestre (111) y subiendo un punto respecto a los valores de inicio del 2018 (109).
La confianza de los argentinos en el mercado laboral alcanzó el valor más bajo
Un informe privado revela que la expectativa en encontrar un nuevo empleo se resintió en el periodo, disminuyendo al 63% y posicionándose como el piso. apenas el 12% de los encuestados indicó estar buscando un nuevo empleo de manera activa.