Conducción de UTA debutaría con un “permitido”: asambleas

En la tarde del jueves fue citado el cuerpo general de delegados para debatir el paquete de medidas de fuerza por el atraso salarial que registra Ersa, empresa que controla dos tercios del sistema de transporte urbano. El servicio podría verse afectado desde el lunes.

El pasado 3 de enero asumió la nueva conducción de UTA Córdoba, en el papel, porque en los hechos la comisión liderada por la extrolebusera Carla Esteban ocupaba el edificio del sindicato de los choferes del transporte urbano horas después que quedó oficializada la lista única, cuidadosamente confeccionada por el interventor Jorge Kiener, en agosto del año pasado.

Mientras en las puntas de línea los choferes y activistas se preguntan si el gremio volverá a ser combativo o asumirá un perfil pacifista, la nueva conducción resolvió evacuar dudas con la declaración de un estado de alerta por deudas que mantiene la empresa Ersa y Aucor con los empleados, en especial, en el rubro cobertura médica y cargas sociales.

“Informamos que debido a los constantes y reiterados incumplimientos, por parte de las empresas Ersa y Aucor, nos vemos en la obligación de comunicarles a los trabajadores en General, como así también a la opinión pública, que la Unión Tranviaria Automotor Seccional Córdoba se declara en estado de alerta conjuntamente con la totalidad de los cuerpos de delegados de todas las empresas de la ciudad, encontrándose expectantes a la toma de medidas de fuerza a realizar”, comunicaron.

Desde la conducción detallan que no se ha abonado “en tiempo y forma los aportes en concepto de obra social”, que representa el 14% del sueldo bruto. Cabe recordar que un chofer sin antigüedad percibe 40 mil pesos, sin contar las deducciones. A renglón seguido, el secretario de Prensa, Guillermo Cabrera, denunció que también constataron “la retención indebida de cuotas alimento; el no pago de retenciones en conceptos de embargos, de licencias anuales a los trabajadores al momento de gozar las mismas; más el incumplimiento generalizado del convenio colectivo de trabajo como la entrega de ropa nueva de trabajo”.

El reclamo no es nuevo. El 2 y 9 de noviembre pasados, Esteban realizó una presentación en el Ministerio de Trabajo de la Provincia para que las compañías reanudaran los pagos. El recorte coincidía con uno de los momentos más críticos para las prestadoras nucleadas en Fetap por el atraso tarifario, la suba generalizada de precios, sumado al entonces incierto panorama que representaba el recorte total de subsidios nacionales desde el 1 de enero de este año, ahora compensados por la Provincia.

La necesidad de la nueva conducción de mostrarse adelante justifica el estado de alerta reciente y la primera reunión del cuerpo de delegados que se hizo ayer por el incipiente conflicto. El objetivo es analizar un paquete de medidas que podrían aplicarse desde este lunes, según anticiparon fuentes del sindicato si es que las transportistas no acercan soluciones.

Si bien Esteban había prometido que el diálogo, las vías legales y administrativas se impondrían a las medidas de fuerza, al parecer tendría la venia de UTA Nacional para un “permitido”. El momento para mostrarse enérgico frente a situaciones que afectan derechos laborales no sería más oportuno porque, como se sabe, en enero el impacto de una asamblea se reduce.

Por otra parte, desde el sindicato volvieron a recordar el primer pedido de Esteban al intendente de Córdoba. La referente de UTA quiere que funcione el canal de diálogo entre el municipio, la Fetap y el gremio, previsto en el artículo 103 de la Ordenanza Municipal 12.076, sobre el marco regulatorio para el Servicio de Transporte Urbano de Pasajeros. Ofrenda la paz, si Ramón Mestre acepta dinamizar un espacio ideal para encauzar las demandas y preocupaciones que prometen agudizarse en el marco de la crisis.