Por Felipe Osman
En sindicato de Luz y Fuerza presentó la semana pasada un “pronto despacho” para emplazar a la autoridad administrativa –en este caso, el directorio de Epec- a resolver los reclamos de aumento salarial cursados. De no hacerlo, quedaría agotada la vía administrativa y el gremio estaría en condiciones de iniciar un recurso legal ante la Justicia.
Este movimiento llega cuando desde la empresa se estaría estudiando otorgar a sus empleados aumento cercano al 10 por ciento, y que vendría al complementar al incremento dispuesto por el directorio a principios de octubre, por fuera de la mesa de negociación que en ese preciso momento se encontraba reunida.
Aunque aún no ha habido confirmación oficial por parte de la empresa, entre los empleados ya se comenta que el reajuste llegaría en diciembre, antes de las fiestas, y allegados al gremio hablan de un acercamiento con la mesa directiva, después de que las conversaciones –que empezaban a tomar mejor color- dieran un paso atrás por una oferta de recomposición salarial que el sindicato tomó como una ofensa: 5 por ciento.
Ahora bien, ¿qué vía elegirá Epec para conceder posible nuevo aumento, del 10 por ciento? ¿Lo hará otra vez de manera unilateral? Más aún, ¿aceptaría el gremio un aumento del 10 por ciento?
Lo más probable es que Luz y Fuerza no acepte un reajuste que, sumado al recibido en octubre, dejaría al sindicato con una paritaria apenas por encima del 20 por ciento en todo el año. Esto lo pondría en una posición muy comprometida frente a sus afiliados que, por otro lado, preferirían un aumento otorgado unilateralmente por Epec, ya que si este fuera resultado de una negociación con sus representantes gremiales el sindicato se quedaría con el primer mes de incremento, tal y como los dispone el estatuto lucifuercista.
Por otro lado cabe resaltar que, si bien un 10 por ciento sigue quedando muy por debajo de la inflación y de las pretensiones del gremio, el hecho de que este sea otorgado antes de que termine diciembre resultaría particularmente beneficioso para los empleados de Epec, ya que tanto los aguinaldos como las BAE (“bonificaciones anuales por eficiencia), que la empresa reparte entre sus empleados y que llegan a representar hasta el monto de tres salarios extraordinarios, se calculan en función del salario recibido por cada empleado en este mes.
La Provincia por su parte intentará descomprimir el conflicto que sostiene con el sindicato, que ha amenazado poner en jaque, mediante paros sorpresivos, el avance del cierre de Circunvalación, principal obra pública con que El Panal espera apuntalar el plan reeleccionista de Juan Schiaretti en unas elecciones que, ante las confesas intensiones de Unión por Córdoba de reformar la ley electoral, ya empiezan a estar a la vuelta de la esquina.
A este respecto, el gremio continúa recorriendo los barrios más carenciados de Córdoba buscando poner a los vecinos de su lado, denunciando que el aumento de las tarifas están vinculadas a presuntos desmanejos de la empresa estatal y presentándose como “defensores” de los cordobeses.
Sosteniendo este plan, el sindicato programó una convocatoria a centros vecinales y organizaciones sociales en su sede sindical ayer, para “empezar a coordinar y organizar una gran movilización” para el 20 de diciembre y realizará hoy –según anunció- una serie de cortes en distintas arterias de la ciudad.