Por Yanina Passero
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El repliegue de los subsidios al transporte público era una de las llaves a las que apeló el equipo del presidente Mauricio Macri para reducir el déficit primario a cero en 2019. El componente de ambición de las metas diseñadas por el ministro de Economía de la Nación, Nicolás Dujovne, se comprende en el marco de la emergencia y la necesidad de obtener un blindaje financiero del FMI. Pero la breve experiencia de Cambiemos en el gobierno enseña que la revisión de las políticas anunciadas o el descrédito posterior de los objetivos fijados son ya una constante.
Con Christine Lagarde como garante, las inconveniencias del gradualismo antes aplicado debían paliarse con un recorte drástico: en Córdoba el impacto de la medida fue calculado en 3.600 millones de pesos. El gobernador de la Provincia, Juan Schiaretti, y el intendente Ramón Mestre iniciaron las gestiones para morigerar el impacto. La misma foto se repitió en ciudades importantes como Rosario y Santa Fe.
A las desventuras financieras se sumó el condimento político. No debería sorprender, entonces, que el fin de las partidas no reintegrables para un servicio masivo integre el universo de decisiones laxas. Este medio pudo conocer que la Nación seguirá subsidiando el pasaje de los usuarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el área metropolitana. La modalidad que utilizará para distribuir los 24.000 millones de pesos que reservará del Tesoro nacional es la que se conoce como aporte a la demanda y llegará directamente al pasajero que utilice la tarjeta SUBE, cuya cobertura supera el 90 %.
El mecanismo de distribución excluye a buena parte del territorio porque son sólo 36 ciudades en total las que operan con el sistema único de pago. En la provincia, sólo Villa Allende suscribió al convenio que le permitió acceder a la Tarifa Social Federal que gozan más de 3,8 millones de argentinos. La obtención directa del subsidio aliviana un 55% el boleto del transporte público a jubilados y pensionados; ex combatientes de la guerra de Malvinas; personal de trabajo doméstico y beneficiarios de programas sociales como la Asignación Universal por Hijo.
Cierto es que el impacto es insignificante por la dimensión del sistema de transporte de la ciudad de macrista Eduardo “El Gato” Romero. Sin embrago, el radical Mestre no podrá apelar al reemplazo de la Redbus por la SUBE para acceder al combo de beneficios, precisamente porque tiene un contrato con la empresa Siemens hasta 2021. La rescisión del convenio es un lujo que la caja municipal no puede permitirse.
La vía política se jerarquiza, en especial cuando acaba de blanquearse un fondeo millonario para Buenos Aires y aún se aguardan precisiones sobre los mecanismos compensatorios que deberían alivianar el peso de la decisión nacional en los distritos importantes del interior. El Congreso de la Nación será el epicentro de la discusión a partir de la semana que viene, cuando comience a discutirse el Presupuesto 2019 en la comisión liderada por Luciano Laspina.
Es probable que tanto Mestre como Schiaretti pretendan encasillar el debate en términos de federalismo o centralismo porteño. Si bien el Ministerio de Transporte de la Nación inició un sinceramiento de tarifas desde 2016 en adelante, las principales ciudades del interior tienen un cuadro tarifario más elevado con respecto a Capital Federal y AMBA. Si no se aplica la misma vara en adelante la brecha seguirá siendo pronunciada.
Este medio buscó la opinión de dos diputados de Cambiemos y precandidatos a gobernador, Mario Negri (UCR) y Héctor Baldassi (PRO), para conocer qué postura asumirían en el debate que se abrirá en lo inmediato. Sólo el ex árbitro internacional estuvo dispuesto a adelantar su opinión sobre el tema, aunque buscó una salida airosa para evitar exponer un conflicto de intereses por su pertenencia al partido de gobierno y su posición como representante de los cordobeses en el Parlamento.
“Claro que vamos a plantear la necesidad que el usuario cordobés no salga perjudicado, como cuando en campaña defendí los recursos de los cordobeses respecto al Fondo del Conurbano”, aseguró Baldassi a Alfil. Para el ex compañero de fórmula del radical Oscar Aguad, las partidas no reintegrables al transporte son parte de una discusión mayor que implica la totalidad de los recursos.
“En general, y como nunca, en estos tres años Córdoba fue una de las provincias más beneficiadas pero el gobierno provincial mantuvo la presión entre las más altas de la Argentina”, enfocó su mira en la gestión de Unión por Córdoba.
Y disparó: “Hay que dejar en claro una cosa: durante 12 años el peronismo de acá no emitió una sola palabra respecto a la desigualdad en materia de los subsidios. Quizás porque en aquel entonces tenían otras prioridades (…) Fue el propio Mauricio Macri el que llevó la discusión de este tema a la mesa y empezó a recomponer una situación que ningún otro se atrevió a llevar adelante: así se empezaron a corregir los subsidios a la luz y el gas -por ejemplo- para llegar a un sistema saludable y de igualdad de condiciones de manera paulatina”. Baldassi omite los programas de boleto gratuito que instrumentó UPC para achicar la brecha y el compromiso de redoblar esfuerzos.
“Cualquier situación que implique una injusticia para cualquier usuario debe ser atendida y subsanada poniendo todo lo que se debe poner en la mesa de discusión responsablemente y sin oportunismo”, concluyó para defender el presunto federalismo macrista.