Ya sin paro, las ocupaciones comienzan a declinar en UNC

Tres dependencias siguen cerradas por ocupación de estudiantes: el Pabellón Argentina, Psicología, y Filosofía y Humanidades. Arquitectura, Artes y Ciencias Sociales, con tomas parciales.

El conflicto salarial entre los docentes universitarios y el Gobierno nacional se encuentra en un impasse. El “alto el fuego” se debe al acuerdo alcanzado entre el rebautizado Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación y la mayoría de las centrales gremiales del profesorado universitario.
A pesar de ello, la Casa de Trejo debe todavía lidiar con una de las consecuencias más nocivas del prolongado conflicto: la ocupación (y consecuente clausura) de edificios por parte de estudiantes. Las tomas, que nacieron para visibilizar y apoyar el reclamo docente, persisten a pesar de que éste encontró una respuesta, aún haya sido aceptada a regañadientes por los gremios.
Las diferentes áreas de la administración central que funcionan en el Pabellón Argentina y las Facultades de Psicología y de Filosofía y Humanidades se encuentran paralizadas, con consecuencias académicas y administrativas para los cuatro claustros universitarios.
Arquitectura, Artes y Ciencias Sociales, en cambio, tienen sólo una parte de sus edificios ocupados, bajo las modalidades de tomas parciales o tomas activas. Esto permite algún grado de actividad académica, pero con incontables dificultades para el funcionamiento administrativo, cuidado del equipamiento y logística general de estas unidades académicas.
Desde el levantamiento del paro docente, tanto las tomas como la participación en las asambleas comenzó a declinar de manera ostensible, pero no es aún un tema resuelto para las autoridades de la Casa de Trejo.

“Alianza kirchnerotrotskista”
Dos semanas atrás, en plena tensión con los gremios docentes, el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro utilizaba la rimbombante denominación de “alianza kirchnerotrotskista” para denominar al conjunto de facciones que, según su visión, dificultaban la concreción de un acuerdo paritario. La categorización utilizada por el titular de la cartera educativa nacional fue descriptiva de la confluencia de organizaciones que minaron Ciudad Universitaria con tomas de edificios.
Mientras que una parte importante de la militancia era aportada por agrupaciones de la izquierda dura universitaria (compuesta principalmente por las filiales estudiantiles del Partido Obrero, el MST, el PTS, la Izquierda Socialista, y el Nuevo Más), la espalda política la aportaban las principales espadas kirchneristas de la militancia estudiantil: La Bisagra, El Módulo y La Mella.
Esta coincidencia táctica entre la izquierda y el kirchnerismo fue particularmente fuerte mientras duró el paro de actividades por tiempo indeterminado que llevó adelante el gremio docente local Adiuc. Desde el 6 de agosto, fueron cinco semanas continuas de inactividad que dieron excusa a los estudiantes para adueñarse de los edificios.
Concluida la medida de fuerza de Adiuc, sólo Ciencias de la Comunicación. El resto de las unidades académicas mencionadas continúan con algún grado de ocupación por parte de los manifestantes. A pesar de que los jóvenes K de La Bisagra y El Módulo intenten ahora oponerse a las tomas, el monstruo que ayudaron a crear ahora no les responde y pone en riesgo el cursado y los exámenes de miles de estudiantes.

Situación actual
El Pabellón Argentina no sólo es sede de las oficinas del Rector y el Vicerrector, sino que incluye a las áreas de Asuntos Académicos, de Extensión, de Relaciones Internacionales, de Comunicación Institucional, y de Informática. La ocupación del mismo ha paralizado el funcionamiento de estas áreas claves del Rectorado con consecuencias que se comienzan a hacer sentir en cada una de las Facultades de la UNC.
Psicología se encuentra inmersa en una interna feroz entre el Decanato que comandan Patricia Altamirano y Raúl “Gato” Gómez (referentes respectivos de Movimiento Sur y el MST) y el Centro de Estudiantes que conduce La Bisagra. Docentes y estudiantes de ambos sectores cruzan acusaciones sobre la responsabilidad de que la Facultad esté cerrada en su totalidad. En el medio, miles de estudiantes sufren la incertidumbre de si perderán el cursado y los exámenes de este año.
En Filosofía, a pesar de no tener ocupado todos sus edificios y de haber cesado el paro, no ha podido reestablecer el cien por ciento de su actividad. En Artes, los más afectados son los estudiantes que utilizan el paralizado Centro de Producción e Inverstigación en Artes (Cepia).
Arquitectura y Ciencias Sociales, en tanto, han retomado su actividad, pero partes de sus edificios siguen ocupados por manifestantes, dificultando el normal funcionamiento.