Escenario uno

La cuestión política excluyente en agosto y septiembre en la UNC será la elección del presidente que reemplazará a Gabriel Tavella al frente del Consejo Directivo de la obra social universitaria. Tras la asunción de los nuevos siete vocales (los otros dos serán designados en noviembre por el Consejo Superior), es esta la tarea a la que se encuentran abocados los principales referentes. El presidente, esto se da por descontado, saldrá de la liga oficialista, sobrada de votos para imponer a un hombre del grupo. Pero por sobrarle votos, la elección tiene complejidades que surgen de ese mismo escenario: más de un candidato tiene posibilidades. Todo lo contrario de lo que sucedió en los tres mandatos de Tavella, cuando por no contar con la masa crítica de apoyos, el presidente surgía de una especie de “pido gancho” que favorecía al ingeniero. Hay quienes hablan de un partido de truco de cuatro que jugarían en duetos el “menjunje” que armó el MUN en tándem con el decano John Boretto, contra los decanos de una insinuante alianza entre Marcelo Conrero (Agropecuarias) y Rogelio Pizzi (Médicas). En esa mesa puede haber más que mayoría simple (lo necesario para ganar la pulseada); puede haber por lo menos dos tercios. Esto es, triunfo y gobernabilidad asegurados.
Escenario dos
El otro escenario posible sería bastante distinto y, también, jugando dentro del esquema del oficialismo que gobierna la UNC. Los representantes de los no docentes en el Directivo suman cuatro, entre el “menjunje” que capitanea el MUN (dos recientemente electos e Inés Pastorino), el vallejismo (uno). Si se le suma el jubilado Hugo Centurión, que también es de extracción no docente, llegan a los críticos cinco votos. Esta posición de fuerza no es una situación inédita, pero esta vez una mejor disposición podría funcionar con efecto catalizador para el entendimiento. Desde este control de la elección se podría condicionar mejor a la lista de los decanos oficialistas, con dos bancas. En este esquema, quedarían afuera dos bancas con el mismo tilde de centro izquierda: los dos representantes que apadrinan Adiuc y la decana Patricia Altamirano. Sería un golpe audaz y pretencioso, pero fundado. El gremio no docente siempre ha sido el más importante en la UNC, pese a que son un tercio de los docentes.
Paro ¿en escalada?
El paro de los docentes universitarios tiene una sola fecha: comenzará hoy pero no se sabe cuándo terminará. Con dos detalles adicionales. Uno, que con seguridad excederá los colegios universitarios y el área de las humanidades; el otro que puede evolucionar en adhesiones y escalada. Los profesores no tienen una particular inclinación a las medidas de fuerza y mucho menos “conciencia de case”, como le ha endilgado desde siempre la izquierda. Pero en este contexto inflacionario que se potenció con la corrida cambiaria de mayo, el 5% a cuenta otorgado por el gobierno nacional es impresentable. Lo ha admitido hasta el propio rector de la UNC y, con palabras más graves, el decano de la Regional de la Tecnológica, Rubén Soro, que la semana pasada participó del abrazo equivalente al que concurrirá hoy Hugo Juri en torno al Pabellón Argentina.