Macri administró gestos: frío con Schiaretti; neutral con UCR

El Gobernador fue el único que compartió un momento a solas con el Presidente, aunque el titular del poder central evitó referirse a la relación con El Panal.

Por Yanina Passero
ypassero@diarioalfil.com.ar

El presidente Mauricio Macri, esta vez, no llamó al gobernador Juan Schiaretti con su apodo familiar “El Gringo”, tampoco hizo referencia a la vieja amistad que cultivan. Cuando le preguntaron por el nivel de salud de la relación institucional con el Ejecutivo provincial contestó con evasivas y se concentró en el lazo que lo une con los cordobeses.
En la platea de Cambiemos se aferraron a estas pequeñas muestras de frialdad de Macri con Schiaretti para extraer lecturas políticas de la decimotercera visita a la provincia de la máxima autoridad nacional, la segunda en el año más complicado de su gestión. Altas fuentes de El Panal coincidieron con las observaciones comunes entre macristas y radicales, pero son objetivos al plantear que fue el jefe de Unión por Córdoba quien escoltó al ex jefe de Gobierno porteño durante toda su estadía en la ciudad.
Los cambiemitas celebraron que no fue Schiaretti el contrapunto de Macri durante la gira, en detrimento de los miembros de la entente deseosos de algún gesto que pueda interpretarse en el marco de la compulsa electoral de 2019. Cierto es que desde la cumbia que bailaron juntos al comienzo de sus respectivas administraciones, la relación entre Macri y Schiaretti tuvo altibajos, pero la concordia institucional jamás se vio en entredichos. Sin embargo, a diferencia de otras recorridas presidenciales por el distrito, el titular de la Casa Rosada se mostró parco. En esta oportunidad no hay elementos para que la dirigencia mastique con bronca la frase “Schiaretti es el candidato de Cambiemos”.
El contexto es otro. Si el proyecto reeleccionista sigue desvelando a Macri pese a la circunspección que exige la crisis económica, Cambiemos no puede encarar las PASO nacionales con una derrota en las elecciones provinciales que –dicen- el Gobernador analiza realizar en junio. Pero al despegarse de Schiaretti no sólo hace un favor a los precandidatos de su espacio que contemplaban con desdén la preferencia que Macri mostraba por el peronista. Es el mandamás del Centro Cívico quien también se lo agradece.
Desde esa cantera, miembros del staff de gobierno advirtieron que por primera vez observaron a Schiaretti pendiente de su celular o contestando mensajes entre las actividades oficiales que comenzaron a primera hora con la Mesa de Maquinaría Agrícola en avenida Circunvalación, siguió en la planta de Renault en santa Isabel y terminó con el almuerzo de la Fundación Mediterránea. ¿Intercambió WhatsApp con miembros de la liga de gobernadores? Afirman que sí. Las mismas fuentes completan que, pese al hermetismo, uno de los temas que trató Schiaretti con Macri -fuera de la agenda- fue el trato para reducir el déficit fiscal.
Schiaretti ha cultivado un alto perfil nacional oficiando como vocero de las críticas que sus pares realizan a la gestión macrista. Son ellos quienes ponderan la experiencia del contador cordobés y, en virtud de los elogios, inició el rumor de una eventual candidatura nacional. No obstante, el PJ local está ordenado bajo la consigna Schiaretti gobernador en 2019. Como sea, el chichoneo con un Macri devaluado por los reveses financieros no conviene al justicialismo en ninguna de las alternativas.
“Mientras los que dirigen estén pensando en ganar la elección en vez de resolver los problemas de la gente, seguramente vamos a tener más chances de que nos vaya mal. Esta es la verdad”, un ejemplo de las duras frases de ayer de Schiaretti.
Decíamos, el Presidente administró sus gestos políticos. Con Schiaretti, cubrió cada una de las escalas de su programa en la ciudad. Incluso, fue con el único que compartió un momento a solas durante su estadía. Fue cuando sobrevolaron obras, antes de arribar al Hotel Sheraton para la cumbre empresarial.
También, fue ecuánime a la hora de relacionarse con su tropa. El intendente Ramón Mestre tuvo una buena cuota de protagonismo como titular de la ciudad más importante del interior.
Escoltó a Macri en la presentación de la nueva camioneta de Nissan y recibió la visita de uno de sus ministros, Dante Sica (Producción), en el Palacio 6 de Julio. Fuentes macristas reconocieron que desde Presidencia hicieron saber a los organizadores locales que “Mestre debía sentirse cómodo”.
Si bien para la definición de candidaturas provinciales falta un trecho, y el escenario político es dinámico, cierto es que tanto Mestre como el diputado Mario Negri, coleccionan buenas señales del poder central de cara a los comicios del año que viene. Sus operadores dicen –al mismo tiempo- que hay indicios contundentes que son los elegidos. Claro que hay lugar para uno en la cúspide de la boleta.
Héctor Baldassi fue el prendedor que ambos se disputaron en la saga de fotos de la unidad que circularon en las redes, la semana pasada. Un lugar incómodo para el macrista que tiene iguales ambiciones y dice tener las mismas señales del jefe de gabinete Marcos Peña. Probablemente, ninguno de los tres mienta.
Y Macri se encargó de calmar la batahola de sus interesados por la gobernación. Negri y Baldassi fueron los únicos diputados que participaron de la mesa de maquinaria agrícola. Allí también logró un lugar el único macrista que irá a elecciones este año, el intendente de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa.
Macri esquivó la política partidaria y se mostró salomónico. En su lugar, prefirió hablar de la “revolución de las cerezas” que generará 100 mil puestos de empleo en cuatro años.