Por Salvador Santos
La polémica sobre la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo sigue produciendo alianzas y conflictos transversales. Las posiciones exceden los encuadramientos partidarios y, como consecuencia, los cruces se vienen produciendo entre representantes del mismo sector político.
En la escena cordobesa, sorprendió la conformación de un extraño trípode entre los tres senadores que representan a la provincia. El peronista Carlos Caserio, la macrista Laura Rodríguez Machado y el juecista Ernesto Martínez anunciaron que trabajan conjuntamente en la elaboración de un despacho alternativo que contenga la despenalización del aborto, pero modifique una serie de artículos que están incluidos en el texto original aprobado en la Cámara de Diputados.
Esta suerte de coalición provisoria entre senadores cordobeses busca una tercera vía que contenga el reclamo de los sectores pro legalización y admita algunas objeciones de quienes se oponen tajantemente. “No podemos estar entre pañuelos verdes y celestes”, afirmó en este sentido la senadora del PRO, Laura Rodríguez Machado.
Pero no son todos consensos en el escenario político local. La vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, abrió una grieta en un reportaje otorgado al diario La Nación el pasado fin de semana.
Además de fundamentar su opinión personal contra la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, la presidenta del Senado avanzó en “propuestas alternativas” como la prevención del embarazo no deseado.
Según Michetti, mediante una política de ese tipo se desalienta más la práctica del aborto que mediante la legalización. “Yo querría que avanzáramos con políticas de prevención, en cosas que el Estado argentino nunca hizo”, señaló.
La polémica se produjo cuando, como ejemplo del “éxito” de su propuesta, la vicepresidenta de la Nación citó las políticas del gobierno de Córdoba. “El ministro de Salud de Córdoba recién me contaba que con una política de prevención de embarazo no deseado han bajado la muerte materna a cero. La prevención les da un resultado espectacular”, afirmó Michetti.
La referencia de la segunda al mando de Mauricio Macri resulta un aval explícito al discurso que enarbolaron los dirigentes de Unión por Córdoba durante toda la polémica sobre la interrupción voluntaria del embarazo.
En plena discusión, el gobernador de la provincia terció presentando el “programa de salud sexual y reproductiva”, orientado a la población adolescente y que contempla información sobre salud sexual y reproductiva, acceso gratuito a métodos de anticoncepción, y consultorios especializados.
En esa oportunidad, Schiaretti expresó su opinión sobre la problemática de la interrupción voluntaria del embarazo. “La responsabilidad del Estado es garantizar que haya la menor cantidad posible de embarazos no deseados, para no llegar al dilema de si se aborta o no se aborta”, afirmó.
Estos argumentos fueron similares a los que blandieron los diputados que responden al oficialismo provincial durante la sesión en la que el proyecto en cuestión obtuvo media sanción. En particular por Alejandra Vigo, que se abstuvo en la votación a diferencia de sus compañeros de bloque que se decidieron por la negativa.
La cita de Michetti implicó, no solo un aval explícito a las políticas del gobierno provincial, sino un alineamiento con la posición política del oficialismo cordobés. Obviamente, produjo incomodidad entre los representantes de Cambiemos en Córdoba.
La respuesta estuvo a cargo de la diputada Brenda Austin. La radical objetó por medio de su cuenta de twitter el razonamiento de la vicepresidenta de la Nación.
“Córdoba esta por encima de la media nacional en la tasa de embarazos no intencionales en adolescentes menores de 20 años. Los que insisten con ponerlo como ejemplo deberían empezar por hablar con la verdad”, escribió Austin. En el mismo mensaje, adjuntó estadísticas que colocan a la provincia con un índice del 71,4% mientras que la media nacional es del 68,1%.
En otro tweet, aludió a la cantidad de adolescentes hospitalizadas en la provincia producto de abortos clandestinos. “Negar la realidad los vuelve cómplices de tanto dolor” remató la diputada radical.
La polémica parece no disminuir en su intensidad y los alineamientos suprapartidarios parecen ser la nota política que la caracteriza. El 8 de agosto, la Cámara de Senadores decidirá si aprueba, rechaza o modifica el proyecto que aprobaron los diputados. Todavía no hay certezas del resultado de la votación.