Surrbac presiona sobre costos: proyecta inflación del 30%

El gremio de los recolectores aguarda el cierre de la paritaria de Camioneros para negociar con el municipio y las empresas privadas la nueva pauta salarial. Esperan sacar un punto de ventaja a la cifra acordada por Hugo Moyano, quien fijó un piso del 27%.

El secretario general del Surrbac, Mauricio Saillen, sigue con atención la negociación salarial del gremio patrocinado por su enemigo público, Hugo Moyano. No pedirá la reapertura de la paritaria de los recolectores cordobeses hasta que Camioneros no cierre la suya. Como ya es un clásico, esa será la base que intentará ampliar en las tratativas con el directorio del ESOP y las prestadoras privadas.
De todas formas, apelan a estudios de inflación de consultoras privadas poco optimistas. Fuentes sindicales anticiparon a Alfil que proyectan un aumento de precios en el orden al 30% hasta diciembre de este año.
Moyano exigió una recomposición de haberes de 27 puntos. La cifra se encuentra alejada del irreal techo del 15% que fijó el gobierno de la Nación y que el ministro de Trabajo Jorge Triaca espera sostener pateando el cierre final con cláusulas de revisión o gatillo.
La pulseada nacional tiene, al menos, para una semana más. “El martes 12 tenemos la audiencia con la cámara del autotransporte de cargas. Si ese día no tenemos una respuesta favorable al poder adquisitivo del trabajador, el jueves 14 hacemos paro nacional. Que nadie diga que no hemos avisado”, advirtió Moyano en declaraciones recientes.
El también presidente de Independiente aprovecha la vulnerabilidad del poder ejecutivo nacional para “saltarse” algunas herramientas de presión, por lo menos las más inofensivas. Quien fuera su ahijado político tiene otras prioridades que atender en el bastión donde logró forjar su poderío. La reciente adjudicación del servicio de recolección a Lusa, Tosa-Cotreco y Vega-Caputo se vivió con incertidumbre puertas adentro del Surrbac.
El debate sobre los costos de la prestación tocaban las costillas de Saillen. En medio del proceso licitatorio el convenio colectivo de los recolectores se convirtió en blanco de observaciones. Concejales sugirieron denunciar el instrumento por incluir “cláusulas abusivas”. La socialdemócrata Laura Sesma llevó la voz cantante al respecto.
No sucedió, incluso las tres prestadoras que tomarán la posta el 1 de octubre por los próximos ocho años (con opción a ampliar a 10) manifestaron su voluntad de respectar los acuerdos con el sindicato, pese a que la compañía de Nicolás “Nicky” Caputo había dejado trascender que pretendía aplicar el convenio de Camioneros.
Lo cierto es que el precio final del servicio no está cerrado y la futura paritaria de los recolectores incidirá de lleno. Cabe recordar que la oferta económica que ofrecieron las flamantes adjudicatarias estaba calculada a valores de octubre de 2017. Incluso, este medio dio a conocer que Vega-Caputo presupuestó por cada empleado 30% menos que sus competidoras. ¿Cómo cubrirá el rojo en sus cuentas? Tema para seguir.
Se presume que Saillen no contribuirá a la sustentabilidad del esquema que ideó el intendente Ramón Mestre. Anticiparon que rechazarán una recomposición salarial menor al 25% o la aplicación de una paritaria automática como tiene el Suoem. Las empresas tampoco suscribirían a esta última propuesta por la simple razón que debería actualizar el canon todos los meses y la distribución de los aumentos en cuotas aligera la carga de los aumentos.

Reunión
Luego que Saillen afirmara que la nueva prestadora, Vega-Caputo, no tomó contacto con el sindicato “para aclarar dudas”, trascendió que está prevista para la semana próxima una reunión entre el titular de la GCT Rodríguez Peña y autoridades de la compañía.