Desde el viernes pasado, los nuevos consejeros y consiliarios de los cuatro claustros universitarios (docentes, estudiantes, no docentes y graduados), electos en los comicios del pasado 17 de mayo, forman parte de los cuerpos de gobierno de la UNC.
El martes de esta semana debía consumarse el debut de los nuevos miembros del Consejo Superior, pero la primera sesión se vio frustrada por la irrupción de militantes de distintas fracciones de la izquierda universitaria, quienes protestaban en contra de la redefinición de actividades reservadas.
La nueva definición, instrumentada mediante la resolución 1254/2018 del Ministerio de Educación de la Nación, entiende de manera restrictiva las actividades reservadas de cada título, permitiendo que más profesionales puedan realizar determinadas tareas, antes exclusivas para determinados títulos.
Los manifestantes reclamaban que el Consejo Superior “exija” al Ministerio la derogación de la resolución, acción que excedería las potestades del cuerpo. Esto sucedió a pesar de que los consiliarios habían ya aprobado, en la sesión anterior, una declaración expresando “preocupación” por la medida tomada por la cartera educativa nacional.
Psicología radicalizada
La protesta del martes estuvo en manos de militantes de distintas agrupaciones que conforman el frente La Trinchera, incluidas la juventud del Partido Obrero y la agrupación Cauce. Sin embargo, el principal motor del rechazo recae sobre Patricia Altamirano, psicóloga recientemente electa para su cuarto período (no consecutivo) como decana.
Tras un modesto desempeño en la elección directa de su Facultad, Altamirano decidió embanderarse en la causa contra la resolución 1254/2018, como plataforma para recuperar capital político en su unidad académica.
La normativa de la cartera educativa le permite a Altamirano construir un relato en el que enfrenta simultáneamente al Gobierno nacional, que identifica con el rector Hugo Juri, y a la gestión del exrector Francisco “Pancho” Tamarit, referente del kirchnerismo universitario.
La “vía intermedia” es el camino elegido por Altamirano en su ambición de convertirse en la segunda rectora de la UNC, intentando construir el espacio Avanzar como alternativa al oficialismo y a la oposición K.
En este caso en particular, su discurso endilga al oficialismo nacional haber consumado la resolución, pero critica al kirchnerismo por haber sido quienes iniciaron el proceso que derivó en la redefinición de las actividades reservadas.
Su adlátere Claudia Torcomian, actual decana de Psicología, recordó el martes que su Facultad ya se había expresado en contra de la resolución, entre los gritos de los manifestantes. Fueron estos quienes rechazaron conformarse, sin embargo, con la declaración que el Consejo Superior aprobó semanas atrás a instancias de Psicología.
La discusión sobre este tema podría seguir en las próximas semanas, a pesar de que en el sistema universitario nacional la discusión ya se dio por concluida. Tanto el Consejo Interuniversitario Nacional, que reúne a todos los rectores de universidades públicas, de las más variadas procedencias políticas, como la mayoría de los decanos de Psicología del país, se han expresado a favor de la resolución.