El periodista, atento a cualquier avance en la licitación de millonario contrato de recolección de residuos, conversaba con su informante del Concejo Deliberante.
Periodista: Amigo, cuénteme: ¿algún dato nuevo de la licitación de la basura? ¿Avanza o no avanza?
Informante del Concejo: Nada compañero. Nada. Más allá de que no son pocos los ediles que señalan algunas desprolijidades, no se están moviendo mucho las cosas…
P.: Yo había escuchado que la adjudicación estaba cerca, pero después parece que se volvió a empiojar el asunto.
I.: Y si… demasiadas dilaciones… demasiados intereses cruzados… El que salió a hablar del asunto otra vez, criticando al intendente, fue Saillén.
P.: ¿Saillén Jr?
I.: Ja, ja. No, esta última vez fue Saillen padre. Mauricio.
P.: Cuénteme. ¿Qué dijo ahora?
I.: Reiteró las críticas de antes. Dijo que Ramón Mestre creó el Esop para abaratar costos y, en lugar de alentar su participación en la licitación, lo excluyó.
P.: Mmmm… me parece que ya veo por donde viene la mano…
I.: Ja, ja. Así es. Después de que el Surrbac presentara una oferta diseñada para que el Esop prestara el servicio, el sindicalista está enojado de que no le dieron bolilla.
P.: Pero era un disparate…
I.: Por supuesto. Era estatizar un servicio que desde su llegada al Palacio 6 de Julio Mestre decidió privatizar.
P.: Claro. Además, casualmente el Surrbac presentó oferta solamente para la zona centro, donde había ganado Solvi, que venía de la mano de Camioneros y los Moyano. Una verdadera guerra de clanes.
I.: Absolutamente. Una prestación extemporánea y, además, si se tienen en cuenta los beneficios impositivos con los que opera el Esop, ni siquiera era más barata. Eso sí, había que sumar todos los empleados del Surrbac a la Municipalidad… Cruz diablo…