Por Yanina Passero
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El 2017 será un año inolvidable para los macristas. El contundente triunfo de Cambiemos en distritos clave del país, varios de tradición peronista, despejó la incógnita sobre la supervivencia en el poder de una alianza que no tuviera entre sus componentes a miembros activos del Partido Justicialista. El presidente Mauricio Macri se siente confiado: instruyó a sus adláteres para que apruebe el paquete de reformas mientras dure el romance con las mayorías que sucumbieron a la melodía del “sí, se puede”.
Los macristas cordobeses que permanecen ajenos a estos menesteres, invadidos por el espíritu de las fiestas de fin de año, dedican parte de su jornada al armado del último acto político del ciclo. Sacando a relucir sus dotes de organizador de eventos, el presidente del PRO Córdoba, Darío Capitani, es el responsable del programa de clausura que debería reunir a todos los referentes amarillos.
Es el indicado. El ex legislador oriundo de Villa María fue ratificado en la presidencia del partido por la primera línea del macrismo nacional. En otras palabras, si no equivoca sus pasos, Capitani seguirá al frente del comando del PRO local hasta que llegue el momento de renovar autoridades partidarias. Su real titular, el exucedeísta Javier Pretto, seguirá con el ancla en la que se convirtió su pase forzado a la estructura del PRO nacional, dirigido por el misionero Humberto Schiavoni.
Quien quiere suceder a Martín Gill en la ciudad cabecera del departamento General San Martín deberá buscar consensos internos, tal es la misión. El partido del Presidente en la provincia de sus amores no puede exudar vieja política. “Equipo”, el concepto que los macristas deben repetir como un mantra.
Es por esto que Capitani mantiene frecuentes conversaciones con el asesor de Héctor “La Coneja” Baldassi, el hacedor de la grieta amarilla. El presidente del PRO local y el ex negrista, Alberto “Tucho” Ambrosio debaten las condiciones para un acto único, con fecha estimada de realización el sábado 16 de diciembre en Capital.
Capitani, como varios en el partido, estaban informados que el integrante de la Conmebol pretendía montar un agasajo propio para sus “baldassistas”. Cierto es que para pasar de la fase de diseño de la idea a su concreción, al medio debe darse un análisis ajustado de las probabilidades de éxito.
El diputado nacional “famoso” aún no se repone de la semana para el olvido que le tocó vivir cuando el periodista Jorge Latana, en su programa “Periodismo para todos”, puso la lupa sobre la ruta de los subsidios otorgados por la Secretaría de Deportes de la Nación, a cargo de otro deportista, Carlos “El Colorado” Mac Allister.
Tema viejo para los cordobeses y el sistema político autóctono, cuyas retinas registraron en junio la participación de Baldassi en la entrega de fondos no reintegrables al Golf Club de Villa Allende, en el marco de la “ley de promoción de los clubes de barrio y pueblo”. Pero el candidato favorito del jefe de Estado no supo explicar por qué estuvo allí, avalando con su presencia la entrega de fondos que propiciaron una denuncia judicial que deberá investigarse, pero un debate de contenido ético insoslayable.
En resumidas cuentas, Baldassi quedó asociado a la entrega de fondos para el club de un amigo, el intendente de Villa Allende y golfista internacional, Eduardo “El Gato” Romero.
En su frente interno observaron con desconcierto los titubeos de su líder. Desde la línea antagonista al ex árbitro –liderada por Pretto- afirman que Baldassi recibió el tirón de orejas correspondiente en Buenos Aires y un pedido especial de bajar la intensidad de la interna.
La conducción del PRO espera que la idea de un acto sólo para baldassistas forme parte del pasado. El macrismo quiere cerrar un gran año, pero con un gesto de unidad hacia el exterior. Se vienen meses de posicionamientos y demostraciones de fuerzas entre aliados de Cambiemos con la mira puesta en 2019.