Por Federico Jelic
Mientras fortalece su reinado en Talleres y aumenta su unanimidad en barrio Jardín, el presidente Andrés Fassi busca ampliar horizontes fuera de los límites territoriales de Córdoba. Y por eso no anda con “chiquitas” mientras acumula poder, sobre todo para enaltecer su figura puertas para afuera. Una campaña de marketing que se fue sustentando a medida que se fueron conociendo los aportantes, los que prestan respaldo y ni hablar si nos referimos a quienes le dieron su aval institucional en pos de que sea habilitado como presidente, de acuerdo al estatuto modernizado.
Ya en AFA le tienen respeto, hasta incluso algunos sectores buscaron ungirlo dentro de la figura de los potenciales “presidenciables“ por parte de algunos sectores, pero el “Zorro” mantiene la cautela, esperando su chance más para el futuro.
Igual ya le está poniendo cimientos a su imagen. Por saber acomodarse, de entender cuando es mejor apoyar a quien y saber cuándo hay que bajar decibeles. En ese sentido, a la hora de armar su estructura para los próximos ocho años de conducción, consiguió convencer a varios referentes de peso en pos de obtener sus avales. Y todos con el sector empresarial, sobre todo, en Superliga.
Tinelli y Elizondo
Al final termina no llamando la atención porque la relación entre ambos cuenta con algunos historiales, pero nunca uno llegaba a imaginarse la dimensión de semejante apoyo, cuando se trata solamente de un respaldo para ser mandatario de Talleres en la reelección.
Fassi consiguió nada menos que avales firmados por el empresario televisivo Marcelo Tinelli, vice de San Lorenzo y propietario de la productora “Ideas del Sur” y “La Corte” (a cargo de algunas transmisiones del extinto “Fútbol para todos” y la nueva versión actual. Y también se acreditó para su bloque el apoyo nada menos que de Mariano Elizondo, CEO y cara visible de la Superliga de Turner y Fox Sports.
El resto de los “avalistas” tampoco son para despreciar: la mayoría pertenece al mercado local, empresarios de renombre y seriedad, incluso muchos formando parte de la comisión directiva.
Por ejemplo, figuran Rodolfo Donadio, Sergio Recchia y hasta Armando Del Río quien a pesar de ser hincha de Racing de Nueva Italia, ex presidente de esa institución, hoy decide invertir en Talleres, por su amistad con Fassi, cuando de joven fue preparador físico de la entidad “Albiceleste” en los albores de los ’80. También figuran en esa lista algunos ex integrantes del Fondo de Inversión que supo co-gobernar a Talleres junto al fideicomiso, como Miguel De Biasi (titular de una empresa de bebidas carbonatadas) y Florencio Escribano, hombre cercano a la empresa de Roggio, además de ser padre del vicepresidente Rodrigo Escribano.
La religión nunca queda de lado. Ya es ritual y costumbre antes de cada partido la misa ceremonial entre ambos equipos en el Mario Kempes. Por eso aparecen más que simbólicamente el padre Javier Soteras, director de Radio María; y el rabino Marcelo Polakoff, representante de la comunidad judía en Córdoba. Referentes en todos los ámbitos.
Con la Superliga
La presencia de Elizondo como aval es una muestra feroz de poder. Que el nuevo orden de la TV del fútbol argentino otorgue su firma avalada a la gestión actual es una fuerte señal. Fassi siempre supo pararse del lado acertado, y por eso que el CEO de la Superliga le otorgue su apoyo es más que poderoso es fiel muestra de esa situación.
Vale aclarar que el propio Elizondo le garantizó a Talleres por gestiones del hombre fuerte de Pachuca el retorno o reintegro de los 14 millones de pesos en concepto de los derechos de TV de la temporada 2016-17. El litigio se resolvió a su favor, después de que el mandatario de AFA en ese entonces, Luis Segura, arbitrariamente resolviera destinar esos fondos a su club de toda la vida, Argentinos Juniors, que acababa de perder la categoría con los promedios y debía enfrentar el Nacional B. Oh casualidad, los de La Paternal lograron el ascenso a Primera ese mismo año.
La entidad de barrio Jardín apeló a esa unilateral postura, denunció en los estamentos adecuados y en breve se firmará la resolución de reintegro. Nada menos que 14 millones de pesos que habían sido desviados de su cartera.
¿Y con Tinelli? También los une un idilio especial. En la previa a las elecciones de diciembre de 2015, lo apoyó abiertamente, le dio avales y por eso se trató de una devolución de gentilezas. Algunos cercanos a Fassi aducen que en su momento, el “Zorro” apostó al caballo equivocado en la compulsa política de AFA, después de que el conductor televisivo después renunciar a su posibilidad de ser candidato otra vez. Entonces, Talleres necesitó otra estrategia: reconciliarse con las nuevas autoridades, del “Grondonismo residual” o “post-segurismo” pero sin soltarle la mano a Tinelli.
Con Tapia también
Garantizado sus avales y la confianza de todos los socios, Fassi necesitaba recuperar terreno en el territorio más hostil: en los pasillos de la vieja casona de la calle Viamonte.
Por eso, nunca se mostró en contra de la reciente autoridad de AFA, Claudio Tapia, a quien le mandó felicitaciones una vez legitimado en su cargo. Más allá de alguna u otra reunión, la cintura de “lobby” de Talleres sacó lo mejor de su expresión.
Como necesitaba lavar su imagen, apenas arribó Tapia a Córdoba en el marco de una invitación por parte de la Liga Cordobesa de Fútbol y su titular Emeterio Farías, le hicieron un acompañamiento general por todas partes. Almorzó Fassi junto al “Chiqui” en el Sheraton Hotel, junto a los vices José Tanús Rufeil y Guillermo Carena; luego Escribano lo escoltó hasta la conferencia de prensa en la Liga, además de previamente invitarlo a conocer la sede de la Boutique de barrio Jardín. Como debe ser.
De esa forma, intenta olvidar el pasado, limpiar viejas rencillas y encaminarse a lo que viene. Su reclamo de 14 millones de pesos pasó por instancias en AFA y fue ponderado por Superliga, pero lejos de ir al choque, eligió los caminos más protocolares, que es en definitiva el camino donde Fassi saca a relucir sus mayores virtudes. Y encima, con Elizondo y Tinelli de avales, nada parece interferir su camino.