Costo UTA: corte de boleto bajó dos puntos en un año

Desde la Secretaría de Transporte del municipio afirman que la caída se explica por los paros promovidos por los delegados díscolos de los choferes y por las complicaciones generadas por los frentes de obra abiertos. Revertir la tendencia será clave para dilatar futuras subas del pasaje.

Por Yanina Passero
ypassero@diarioalfil.com.ar

La oposición en el Concejo Deliberante esperará a que el intendente Ramón Mestre estrene la herramienta (limitada) que le permite ajustar el precio del boleto sin pasar el proyecto por el recinto, aprobada con la última minuta de costos que llevó el pasaje a $15,38. Esperarán que el eventual reajuste automático irrite lo suficiente al usuario para sacar mayor rédito político con la denuncia judicial que tienen en gateras.
La apuesta a futuro de las bancadas adversas causaba cierta “simpatía” en el municipio. Apenas se aprobó el incremento del boleto, a inicios de este mes, funcionarios de las secretarías de Servicios y Economía aseguraban que, con viento a favor, el reajuste podría llegar recién en junio de 2018. No antes.
Si el sistema de transporte urbano continuaba creciendo en cantidad de pasajeros transportados como en los últimos tres años, la variable podría equilibrar el aumento de los combustibles subsidiados, previsto para enero. Cabe recordar que la Secretaría de Transporte de la Nación realiza subió el precio del gasoil al que acceden las prestadoras y congeló los aportes no reintegrables que aliviaban costos y la presión sobre los bolsillos de los pasajeros. Se espera una reducción marcada de ambos ítems para 2018, según anticiparon los ministros nacionales Nicolás Dujovne (Hacienda) y Guillermo Dietrich (Transporte).
Sólo la paritaria de los choferes obligaría a una revisión del cuadro tarifario, teniendo en cuenta que la carga salarial es el componente central de la fórmula polinómica. Para sostener la hipótesis que afirma que podrá dilatarse un aumento del boleto durante el primer semestre del año próximo, desde el municipio recuerdan que, recién, el incremento de haberes de los trabajadores del sector se cerrará en mayo.
Del optimismo sobre el tema se pasa al desafío asociado: incentivar el uso del transporte urbano. Los últimos datos que manejan desde Transporte contrastan con el optimismo expuesto. Sucede que cayó poco menos de dos puntos el corte de boleto en lo que va del año, según confirmaron del área que comanda Julio César Waiman y ratificaron desde Fetap.
La pérdida de pasajeros implica, a su vez, la interrupción de tres años de crecimiento sostenido. El año 2014 cerró con 140,40 millones de personas transportadas. La marca mejoró en 2015 con el traslado de 179,1 millones de pasajeros. El 2016 marcó un record histórico, no registrado desde 2002: subieron al transporte público 184,4 millones de usuarios, un 2,97% más que igual período del año anterior.

Las causas
El 2017 no fue un año cualquiera para el transporte. Tampoco el 2012, con el proceso de reorganización que encaró Mestre y significó la licitación a nuevas prestadoras y el reparto de los corredores de la desguazada empresa estatal.
Ambos períodos de tiempo estuvieron marcados por la alta conflictividad gremial: en el primer año de gestión, la gestión lidió con la resistencia de UTA al desarme de su bastión –Tamse- y a la salida del sistema de la histórica Ciudad de Córdoba. Este año, las autoridades municipales y los vecinos debieron soportar el desenlace de una interna feroz en el sindicato de los choferes, de vieja data, por cierto.
Fuentes municipales y empresariales coinciden en que la disminución del corte del boleto se explica por los nueves días de paro consecutivos que promovieron delegados díscolos que resistían la intervención de la UTA Nacional; también, por el festival de asambleas de los meses previos que anticipaban la tormenta.
A su vez, otras de las causas que desalentarían el uso del transporte público son los desvíos y demoras registradas por los frentes de obra abiertos en la ciudad.
La intervención de UTA recuperó el control de la seccional y no ofrecería problemas a Mestre, en especial porque fueron reincorporados 100 de los choferes despedidos tras la salvaje huelga. Si bien el ritmo de obras se mantendrá para el año que viene, se estudiarán mecanismos para evitar el impacto en el sistema de transporte. Está claro que el objetivo es incentivar el regreso de los pasajeros al servicio público.