Por Felipe Osman
El pasado viernes, en el salón de actos de la Municipalidad, finalmente tuvo lugar la apertura de sobres por la licitación del servicio de recolección de residuos en la ciudad. Esta vital instancia en el proceso de selección de ofertas había sido ya postergada en dos oportunidades, y no pocos pensaron que sería aplazada hasta el año próximo.
Pero esta vez las propuestas se conocieron, y la ocasión no estuvo exenta de sorpresas. Apenas comenzado el acto se supo que, de cinco ofertas esperadas, sólo se presentaron tres. Con algún desconcierto, los funcionarios a cargo de recibir las propuestas dieron con que la peruana Petramas no presentó su oferta, y una de las actuales prestadoras del servicio –Cotreco- concurrió en UTE con la gigante española Urbaser, cuya subsidiaria en argentina opera bajo el nombre de “Consorcio de Transporte Olivos”.
Así las cosas, los tres sectores en los cuales se encuentra dividida la ciudad a los efectos de la prestación del servicio, serían disputados entre LUSA (Logística Urbana), la UTE Cotreco-Urbaser y el tándem compuesto por la brasilera Solvi y la argentina Caputo.
Pero las sorpresas no terminaron ahí. Durante al acto de apertura, los abogados de Urbaser hicieron observaciones respecto de la oferta presentada por Solvi-Caputo. Señalaron que los sobres que contenían la propuesta no estaban correctamente cerrados y lacrados, e hicieron dejar constancia de ello a los funcionarios municipales encargados de llevar adelante la ceremonia.
Especialistas en derecho administrativo indican que esta deficiencia en la presentación de la oferta sería determinante, y que muy probablemente dejaría fuera de carrera a la sociedad Solvi-Caputo.
Recuérdese que tras este consorcio se encolumnan los intereses de nada menos que el clan Moyano y Nicolás Caputo. La familia que maneja desde hace décadas el poderoso gremio de Camioneros, y que mantiene una acérrima enemistad con Mauricio Saillén -líder del Surrbac-, por un lado, apadrinó con éxito el desembarco de Solvi en Rosario. El poder de lobby de Caputo es aún más fácil de figurar. Nicolás Caputo es, según palabras del propio presidente, su “amigo de la vida”, y fungió además, hace apenas dos años, como el principal recaudador del Pro para financiar la campaña de Macri en 2015.
Hoy se realizaría la presentación formal para impugnar la oferta de Solvi-Caputo. Si esta impugnación es encontrada procedente, el mapa bajo el cual quedaría configurada la concesión del servicio en la ciudad resultaría bastante familiar a todos. Una de las oferentes en carrera será la ya conocida Lusa. La otra, la UTE integrada por la española Urbaser, que presta servicios en 21 países, y la también conocida Cotreco, actual responsable de la prestación en las zonas centro y sur de la ciudad.
Claro que el proceso de selección de ofertas aún no ha llegado a su fin. Si bien las objeciones planteadas a Solvi-Caputo parecen de peso, no se conoce todavía cuál será la posición de la administración respecto de ellas, y si finalmente consentirá en darles curso. Además, debe esperarse a que, luego de precalificadas las propuestas técnicas acercadas por las oferentes, se abran los segundos sobres, que contienen las ofertas económicas, elemento central en el juicio del poder concedente para otorgar la concesión.
Estos últimos sobres serían abiertos antes de finalizar el año y, si todo siguiera su curso natural y sin mayores contratiempos, la adjudicación del servicio tendría que estar resuelta en las primeras semanas del 2018.
Surrbac
En las vísperas de la apertura de sobres, el Secretario General del Surrbac, Mauricio Saillen, fijó postura en relación a las oferentes a través de una carta abierta.
En la misiva, el gremialista dijo que es de principal interés del gremio “que se proteja y se cuide el puesto laboral y los derechos adquiridos (…) Las empresas que participan en la licitación, en su mayoría, tienen en cuenta los pliegos de los convenios colectivos, los números que salen de las paritarias y las condiciones para mantener un buen ambiente laboral en un ámbito de trabajo tan complejo como el nuestro”.
A renglón seguido entendió que, si bien no es obligatorio para las oferentes tomar estos recaudos, desde el sindicato entiende que “una empresa que pretende participar por una licitación de largos ocho años, debe tener en cuenta a los trabajadores”.
Los dardos del líder sindical no tienen otro objetivo que la UTE Solvi-Caputo, de conocida cercanía con el clan Moyano, con quién sostiene una pública y notoria enemistad.