Por Yanina Soria
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Cada uno mastica la información como puede. O mejor dicho, como quiere. Mientras la versión local de Cambiemos celebra la contundente victoria del domingo y sueña con desplazar al peronismo provincial en el ’19, Unión por Córdoba replica entre los suyos y hacia el afuera una singular interpretación de la derrota.
La versión suavizada de los resultados incluye un análisis netamente matemático de la evolución electoral del justicialismo en los comicios de medio término, durante los últimos años. La comparación consigo mismo es el argumento elegido.
Entonces, según esa óptica, el peronismo logró con los 30,5 puntos su mejor marca en diez años. Ese es el mensaje que el propio gobernador Juan Schiaretti pronunció cuando admitió el triunfo aliancista en Córdoba, y que luego bajó a toda la dirigencia y militancia.
La adaptación benévola que el PJ hace de los 18 puntos que la lista de Mauricio Macri obtuvo en suelo mediterráneo no incluye, al menos hasta ahora, un capítulo para la autocrítica. La idea de la autosuperación electoral y la nacionalización de los comicios sirven de síntesis para explicar lo ocurrido con el fenómeno amarillo en la provincia.
Claro que, puertas adentro, el mar está embravecido. Hay preocupación respecto a lo que se pueda venir e incertidumbre sobre cómo seguir. Si bien el efecto Macri en Córdoba no significa que Cambiemos tenga su pase seguro rumbo al Centro Cívico, la coalición rojo-amarilla enciende una luz de alerta dentro del oficialismo.
Desde el Panal advierten –con atinado juicio- que la ciudadanía se comporta y reacciona de manera distinta frente a cada instancia electiva. Repiten que las legislativas nunca fueron el fuerte de UPC.
Lo cierto es que el partido dio ya sus primeras señales de reacción. El gobernador Juan Schiaretti convocó para hoy a la tarde a toda la dirigencia PJ-UPC a un encuentro provincial en la capital cordobesa. La excusa formal es la presentación de los flamantes diputados que en diciembre desembarcarán en la Cámara Baja. La realidad es que se tratará de un acto de fuerte contenido político donde se esperan pistas sobre los lineamientos que seguirá el oficialismo cordobés de ahora en adelante.
Felicitaciones y arenga
El mismo domingo por la noche, el gobernador Schiaretti hizo llegar a los teléfonos de intendentes, legisladores, jefes comunales, presidentes de seccionales, entre otros referentes que tuvieron alguna responsabilidad electoral en la campaña, un mensaje de agradecimiento y la invitación para el encuentro de hoy.
“Personalmente, quiero agradecerles el esfuerzo y el compromiso expresado por cada uno de ustedes, que posibilitó esta gran elección que supera los 30 puntos”, arranca diciendo el texto. Luego repasa los puntos que sostienen el argumento de porqué el del domingo pasado fue el mejor resultado legislativo de los últimos 10 años para el peronismo y reitera: “tenemos una coalición con votos genuinos que son la expresión pura de una fuerza transformadora y con todo el futuro por delante”.
En la convocatoria para hoy, Schiaretti llama al peronismo a encontrarse y a “reimpulsar el trabajo para seguir progresando en beneficio de todos los cordobeses, sin distinción de colores políticos”. Será un mensaje de aliento hacia adentro de una fuerza sacudida por dos derrotas electorales, pero también un intento de su máximo conductor político por abroquelar a su tropa, contener a los heridos y dar señales hacia futuro. Sobre todo, porque la interna siempre latente entre schiarettistas y delasotistas es una olla a presión que podría explotar en cualquier momento y hacia cualquier dirección.