Mestre avanza en su proyecto emblema, el nudo vial Plaza España

La Municipalidad llamó ayer a licitación para la construcción del nudo vial Plaza España. Publicó en su web los pliegos de condiciones generales y anunció la fecha de apertura de sobres. Mestre sigue en busca de una obra que signe su gestión al frente del Palacio 6 de Julio.

Por Felipe Osman

El Ejecutivo municipal anunció ayer la fecha de apertura de sobres de la que sería la principal obra de la era Ramón Javier Mestre: el cruce bajo nivel en plaza España, con un Centro de Arte Contemporáneo en el corazón del espacio verde. El costo sería de 326 millones de pesos, aproximadamente. Los pliegos de condiciones son gratuitos y se encuentran colgados en la web de la Municipalidad.
Así, el intendente anuncia, el día después de que el sello electoral del cual forma parte ganara en su distrito por 24 puntos porcentuales sobre el segundo, avances en el proyecto que espera sea la obra emblemática de su gestión.
El dinero para su concreción provendría, según fuentes del oficialismo, de parte un crédito internacional aprobado por el Concejo Deliberante a principios de 2016, por 150 millones de dólares. Estos fondos estarían también destinados a la compra de ópticas led que la Municipalidad ha instalado en diferentes arterias de la ciudad y a la puesta en valor de las llamadas “nuevas centralidades”. Con este término, el Concejo alude a los arreglos realizados en la peatonal céntrica y refacciones en las áreas centrales de algunos barrios de Córdoba, como Jofre y Villa el Libertador.
No obstante, fuentes de la bancada de Unión por Córdoba vertieron ciertas dudas respecto a este punto, señalando sería probable que parte de la obra se financie con recursos enviados desde el Gobierno Nacional. Habrá que ver si después del desempeño electoral del domingo, en el que Macri consiguió en Córdoba un holgado triunfo con solo señalar a un candidato cualquiera -en este caso, Baldassi- querrá seguir financiando obras a Mestre, al ritmo en que lo hizo en plena campaña electoral, y darle la “obra insignia” de la que su gestión aún carece.
El emprendimiento debió sortear algunas instancias antes de llegar a este punto, en el cual el municipio convoca a quienes pretendan ejecutar la obra a presentar sus ofertas. En primer lugar, el Instituto de Tráfico de la Universidad Nacional de Córdoba debió evacuar un informe de tránsito; luego, la Provincia convocó a una audiencia pública para evaluar el impacto ambiental de la obra. Ésta última tuvo lugar agosto, en el CPC empalme. En tal oportunidad Lucas Balián, presidente de la bancada oficialista en el Concejo Deliberante, expuso a los asistentes las características del emprendimiento.
La obra proyectada consiste en un túnel que atravesará Plaza España y permitirá que el tráfico proveniente de Hipólito Yrigoyen ingrese a Chacabuco sin necesidad de transitar la rotonda.
Cabe preguntarse cuánto demorará su concreción -o incrementará su costo- la decisión de la Municipalidad de preservar los “menhires” de Miguel Ángel Roca, funcionario de los años de facto del Proceso de Reorganización Nacional. Al parecer, los pilotes de cemento que “decoran” la Plaza España revisten una vital importancia para los quisquillosos conservacionistas cordobeses que han ganado el oído del Intendente.

Punto de comparación
Durante la gestión de Hugo Taboada, intendente de facto de la llamada Revolución Argentina (1966-1973), la ciudad no tuvo mayores titubeos para trasladar la estatua del General José María Paz desde la Plaza de los Cuatro Presidentes al Parque Autóctono (donde se libro la batalla de Tablada, en la que Paz derrotó a Facundo Quiroga); o la escultura de Dalmacio Vélez Sarsfield, desde el centro de la plaza que llevó su nombre a la plazoleta frente a el Seminario Mayor.
Hablamos de dos hombres que han signado la historia nacional. De dos emblemas de la cordobesía. Y nadie entiende que estos traslados hayan significado una falta de respeto hacia sus legados. Simplemente existían necesidades urbanísticas que demandaban la relocalización de sus monumentos. Y así se hizo.
Hoy, el municipio parece entender que la conservación de cuatro pilares de cemento desprovistos de toda estética justifica retrasar la terminación de una obra que, presumiblemente, generará un gran desorden en el tránsito vehicular.