Por Yanina Soria
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Quizá por conveniencia política más que por convicción, los contrincantes que se subirán al ring electoral el próximo domingo decidieron suspender sus cierres de campaña ni bien se conoció la aparición de un cuerpo en el Río Chubut y la alta probabilidad de que se trate de Santiago Maldonado.
El efecto político del caso fue inmediato y copó el escenario electoral rápidamente: primero fue la alianza que lidera el presidente Mauricio Macri y luego todo el resto de las fuerzas las que bajaron los actos que tenían programado hacia el final de la campaña.
Sin embargo, del duelo del miércoles, los candidatos y dirigentes cordobeses pasaron, en cuestión de horas, a una hiperactividad mediática que los colocó de nuevo en el centro de la escena pública. El minuto de silencio duró poco y los jugadores retomaron sus marcas para continuar, bajo (un mal) intento de disimulo, con lo que sus agendas proselitistas le indicaban. De ninguna manera, el desánimo que manifestaron tener para celebrar los actos significó un final anticipado de la campaña.
Es cierto, no hubo encuentros masivos ni lugar para el folclore típico que dejan los cierres electorales. Pero hasta el último minuto que la ley lo permitió, los aspirantes al Congreso nacional aprovecharon la masividad de cuanto micrófono pudieron para repetir sus discursos electorales. Todos, en mayor o menor medida, se las rebuscaron para tener su actividad final.
Mientras el primer candidato de Cambiemos coronó la campaña con una visita a un club deportivo en Monte Cristo donde se lo vio junto a la radical y también legisladora nacional Soledad Carrizo, el peronismo concluyó en la ciudad de Rio Cuarto. Antes, el vicegobernador y aspirante a diputado Martín Llaryora había pasado por distintos medios también.
Unión por Córdoba había elegido la capital alterna provincial como sede para su acto final que iba a tener lugar en el Club Atlético Central Argentino donde estaba previsto estrenar un escenario 360 grados.
Pese a ello, el gobernador Juan Schiaretti viajó ayer por la tarde a la ciudad que conduce el peronista Juan Manuel Llamosas, recorrió la autovía recientemente habilitada en su totalidad y luego brindó una conferencia de prensa en el Centro Cívico.
Allí, se refirió al caso Maldonado, criticó su uso político y sostuvo: “Me preocupa que en democracia haya desaparecido una persona. Es inadmisible”.
Por otro lado pidió por última vez el voto de los cordobeses para la lista que integran Martín Llaryora, Alejandra Vigo, Paulo Cassinerio y Daniel Passerini, entre otros. Señaló además que la autovía Córdoba- Río Cuarto “era la ruta de la muerte, ahora es la ruta de la dignidad de Córdoba, estando ahora a disposición de la gente de manera completa” y recordó que esa obra es una de las insignia que mejor expresa el cordobesismo.
“Era una ruta nacional donde el gobierno central no la hacía, y la tuvimos que hacer solos, porque nos dijeron que no íbamos a tener un peso. Arrancamos nosotros, con los recursos de los cordobeses, dejando en claro que cuando nos dan una posibilidad conseguimos recursos y lo administramos bien, hacemos las cosas “, agregó mientras le reprochó a la actual gestión nacional “no haber enviado ni la mitad de los recursos”.