“Cambiemos, con obras y créditos, apunta al sector que vota al peronismo”

El economista Siaba Serrate calificó esas decisiones económicas como “una jugada política” para aumentar el poder político. Advirtió sobre los riesgos del frente fiscal y del sector externo.

Por Gabriela Origlia

El economista José Siaba Serrate entiende que con obras públicas y créditos, Cambiemos apunta a conquistar los votos de los sectores más pobres de la población: “Busca dar un puente para sentirse clase media; generar un modelo aspiracional que no cortó los planes sociales y provee una infraestructura básica que ataca fuertemente la pobreza estructural. Ese es el corazón de la jugada política”. En su presentación en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba, graficó la situación política con la “debacle de la zaga de Juego de Tronos”. A su entender, el peronismo quedó en medio de un “debate existencial”.
Señaló que la economía está “creciendo fuerte” por lo que puede esperarse que haya una caída de la pobreza tanto por ingresos como de la estructural. En su repaso del contexto económico, apuntó que la recuperación en unos tres meses superará los máximos de la historia e iniciará un nuevo ciclo, “que no se sabe cuánto durará”. A su criterio la confianza se realimentará con los resultados de las legislativas “porque nada es mejor que saber que alguien tiene el poder político”.
Resaltó el apoyo externo a la gestión de Mauricio Macri, incluso -dijo- por temas que no se resolvieron o reformas que no se han hecho. “Los mercados mantienen el voto de confianza”, describió y anticipó que seguirán jugando a favor lo que es clave porque “se necesita financiamiento externo para resolver los desequilibrios; si hubiera que depender del capital local la recuperación perdería fuerza”.
Para Siaba Serrate el país se encamina hacia un nuevo equilibrio político: “Cambiemos empieza a tener una posición dominante; estas elecciones de medio término son una bisagra pero si los resultados posteriores no acompañan pueden convertirse en un candado”. Advirtió que en diciembre cambió el gobierno y en la coyuntura está “cambiando el poder”.
En esa línea apuntó que crecerán los pedidos de un acuerdo político, aunque hay que definir para qué y con qué agenda. En lo económico, espera que siga la discusión de “gradualismo o shock” pero que la administración de Mauricio Macri -con más poder- ya tiene menos argumentos para decir que no puede avanzar en determinados cambios.
“El gobierno plantea redoblar el gasto social; se pueden achicar otras cosas pero hay un énfasis en el gasto direccionado a los votantes tradicionales del peronismo, no a la clase media -continuó-. Desde la gestión sostienen que seguirá el ‘reformismo permanente’. La economía argentina necesita una reconversión muy profunda; Argentina necesita invertir más, está en dos o tres puntos del PBI netos, hay que levantarla”.
El economista enfatizó que esa inversión, además, requiere condiciones de rentabilidad para que los privados la realice: “Lo que falta definir con claridad es cómo se va a hacer plata, en qué sectores. Hubo avances en áreas críticas, como en la política. En lo económico se resolvieron distintos aspectos y se volvió a crecer; quizá no respondió con la fuerza y la premura que quería el gobierno pero ya hay evidencias claras de mejora”.
Respecto de la política del Banco Central, la definió como “ambigua” pero planteó que recuperó “credibilidad y respeto” porque transmitió la idea “una meta, de un empeño”. La baja de la inflación se da en un contexto de expansión del crédito y, antes de las Paso, hubo una devaluación importante sin pasaje a precios. “Si el gobierno quisiera mejorar el tipo de cambio podría hacerlo sin afectar su objetivo de inflación”.
Lo pendiente, para Siaba Serrate, es el temor a que este esquema financiado con deuda entre en un estrengulamiento: “Es obvio que hay que atacar las variables fiscales, de manera rápida. La magnitud del problema es grande. No está claro que haya reducción de déficit este año, lo que se hizo fue por el blanqueo que es por única vez. En el 2018, sin elecciones, será más fácil negociar con las provincias, hay que instalar la credibilidad de que ese va en esa dirección”.
“Hay que reducir el costo al que nos estamos endeudando; se necesitan inversiones. Hay que golpear donde se debe en el sector privado para que las hagan; independientemente del tipo de cambio, hay que ganar competitividad. Hay que remover obstáculos, pero no veo grandes reformas”, dijo; espera que se repitan acuerdos como el de Vaca Muerta; que se reduzcan costos de logística y transporte y que -como en el caso Prisma (tarjetas de crédito)- se avance en la defensa de la competencia. “Hay capacidad para resolver cuestiones micro y hay que avanzar también en el sector externo porque cada vez hay más desequilibrio”.