Por Yanina Passero
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Como si nada hubiera sucedido, el secretario general del Suoem, Rubén Daniele, encabezó la asamblea extraordinaria que eligió la junta electoral, responsable de la organización y fiscalización de la elección interna del Suoem, fijada para el jueves 12 de octubre. Cumplió con el primer paso formal para activar los engranajes democráticos del poderoso sindicato municipal, en medio de una fuerte disputa jurídica con el intendente Ramón Mestre.
La nueva compulsa se realizará en los tiempos que ordena el estatuto interno del Suoem y, al parecer, tampoco variará la oferta en el cuarto oscuro. Daniele está dispuesto a lograr su 12º mandato consecutivo, pese al plan de expulsión que orquestó el Ejecutivo municipal con la declaración del “estado de jubilación” del agente que ingresó como pasante al municipio, pero rápidamente se convirtió en el paladín de los estatales capitalinos por más de tres décadas.
Como era previsible, Daniele desconoció la legalidad del decreto y planteó contradicciones. El gremialista asegura que seguirá siendo empleado activo hasta el 2 de enero de 2018, momento en el que el intendente Ramón Mestre fijó su baja formal. Al fin y al cabo, ese sería el único requisito exigido por la ley de asociaciones sindicales para apuntarse en la próxima ronda.
El asesor legal del Suoem y quien fuera alguna vez sindicado como delfín de Daniele, Roberto Nájera, explicó que su jefe no cumplió con la intimación para iniciar los trámites jubilatorios por errores en la cantidad de años de servicios prestados a la Municipalidad y, en consecuencia, de aportes a la Caja.
Además, insisten con el “año de gracia” que fija el Estatuto del Empleado Municipal para cumplir con los requerimientos burocráticos. “Tengo tiempo hasta junio de 2018 para jubilarme”, disparó Daniele apenas se conoció la medida dispuesta por Mestre, con la clara intención de anular una nueva postulación del hombre que recibió y despidió a cada intendente que pasó por el Palacio 6 de Julio desde el retorno de la democracia.
Desde el Ejecutivo insisten, sin mayores precisiones, que Daniele no puede postularse, pese a que varios asesores legales han explicado en diferentes medios que no habría impedimentos. Visiones contradictorias que anticipan una nueva batalla judicial.
Lo cierto es que en el frente interno del Suoem se generaron movimientos que el mestrismo debería seguir con atención. Decíamos, ayer la comisión directiva del sindicato eligió a su junta electoral y, en el proceso, recibió el espaldarazo de varias facciones internas.
Empezando por el oficialismo gremial, es sabido que Daniele no es un cacique indiscutido, aunque no ha surgido todavía un dirigente que se anime a desafiarle. La explicación recurrente que brinda sobre su nueva postulación obedece a una necesidad mesiánica de “contener” la interna de la Lista Verde. Hasta el momento, la mera posibilidad de sacar de las pistas a Daniele no sirvió para avivar las pujas por la sucesión –que ya estaban ocurriendo-, por el contrario.
Además del apoyo de la tropa propia, Daniele recibió la solidaridad de quien fuera su opositor en las tres últimas compulsas. El líder de la Lista Naranja, Ariel Quiñone, instruyó a sus delegados y simpatizantes para que apoyaran a los referentes propuestos por el oficialismo para integrar la junta electoral. Cabe recordar que el retador y el mandamás del Suoem mantuvieron conversaciones con la intención de analizar la posibilidad de un acuerdo electoral.
Los ungidos, afines a la actual conducción, fueron los siguientes afiliados: Trinidad Giménez, Alfredo Álvarez, Pascual Nazrala, Marta Banegas y Oscar Olmos. Los suplentes son Emilse Fidani, Silvia Domínguez y Gerardo Bornancini.
La votación sin fisuras fue un nuevo gesto hacia la unidad, que Daniele podría haber prescindido si fueran otras las circunstancias. No obstante, ante el plan manifiesto de Mestre para sacarlo del juego, la cohesión interna será un recurso valioso.
Incluso los referentes de la agrupación trotskista -que debutó en la compulsa de 2014 con la Lista Fucsia- cuestionaron el proceder de Mestre. Aseguran que la jugada forma parte un plan para “liquidar” al Suoem como hiciera con la UTA, tras el paro en el sistema de transporte de junio.
Cuando Daniele comenzaba a experimentar los síntomas del pato rengo, la apuesta del responsable del Palacio 6 de Julio dotó al dirigente municipal de un amplio apoyo interno que, probablemente, jamás esperó en el tramo final de su carrera gremial.