Villa Dolores al PRO, kirchnerismo pierde su última Meca local

La intendenta de la ciudad serrana anunció su integración al foro de intendentes que conduce el macrista Gabriel Frizza. Diferencias con su padre y antecesor Juan Pereyra. Es el corolario de un acercamiento que se venía anunciando hace meses.

Por Marcos Duarte

villa dolores
Gloria Pereyra y Gabriel Frizza.

Durante años, el Frente para la Victoria exhibió los municipios de Villa María y Villa Dolores como las joyas que mantenía en el siempre adverso territorio cordobés. El pase de Martín Gill a Unión por Córdoba lo dejó sin la cabecera del departamento San Martín y, en los últimos días, Gloria Pereyra cortó las últimas amarras con el kirchnerismo y se enroló con el macrismo cordobés.
Visto a la distancia, la sangría de referentes territoriales que viene sufriendo el escuálido conglomerado que el cristinismo sostenía en Córdoba resulta esperable. Su construcción en Córdoba siempre se basó en el reclutamiento de figuras con peso propio atraídas por la promesa de las siempre necesarias remesas nacionales de fondos.
Apenas confirmada la derrota de Daniel Scioli en las elecciones presidenciales, los miembros del contigente K cordobés empezaron a buscar nuevos rumbos políticos que les fueran más redituables, tanto desde el punto de vista político-electoral como desde la óptica de la asistencia económica.
El primer pelotón de desertores fue encabezado por el villamariense Martín Giill quien, sin remordimientos, anunció su pase a Unión por Córdoba bajo el argumento de la unidad del justicialismo. Por esa misma vía, media centena de jefes comunales de origen peronista que habían mantenido relaciones con el FPV retornaron al redil que conduce Juan Schiaretti.
En los últimos días, una nueva fuga dejó al kirchnerismo cordobés sin ninguna plaza a defender. Gloria Pereyra, electa por la boleta del partido Concertación Forja, decidió dar el salto al colectivo de intendentes que orienta el Gabriel Frizza, intendente de Jesús María y activo armador del macrismo en el interior de la provincia.
“Seguimos trabajando en el crecimiento de nuestro equipo en Córdoba. Gloria Pereyra, intendenta de Villa Dolores, se sumó a la CoMuPro”, fueron las palabras de bienvenida que Frizza le dedicó a la dolorense en su cuenta de Twitter.
El CoMuPro es un foro que reúne a los intendentes macristas y juecistas. El agrupamiento compite con los entes que contienen a los jefes municipales radicales y peronistas. Es la plataforma elegida para negociar la provisión de obras y fondos con las administraciones nacional y provincial.
El movimiento de la intendenta de Villa Dolores se venía sugiriendo hace algún tiempo. En diciembre del año pasado, Pereyra se alejó de su partido, integrante del Frente para la Victoria, y anunció la conformación de una nueva fuerza política.
“El Partido de la Concertación Forja está con el grupo duro del kirchnerismo y este gobierno municipal no lo está. Hoy estamos con el que realmente pueda gestionar y el kirchnerismo está hoy muy cuestionado por los actos de corrupción y nosotros lo que tenemos es la honestidad. No podemos seguir en un espacio político que ha hecho tantas cosas en Argentina y que son de público conocimiento” fueron las palabras de la intendenta a la hora de iniciar el despegue de la formación política por la que fue electa.
Además, dejó claro sus expectativas con respecto a su realineamiento partidario. “Nosotros no queremos ir a un partido en especial, sino tener algo independiente para poder estar con todos los espacios políticos para que nos ayuden y acompañen en la gestión de gobierno municipal” afirmó a fines del año pasado en una entrevista radial.
Aunque lo negó varias veces, la intendenta dolorense venía manteniendo acercamientos con distintos referentes de Cambiemos y con Frizza en particular. En los últimos días, el pase se concretó finalmente.
La situación tiene sus particularidades, su padre y antecesor, el histórico caudillo serrano Juan Pereyra, es diputado nacional y, por ahora, se mantiene en el bloque del Frente para la Victoria.
En Villa Dolores no faltan quienes aseguran que las relaciones paterno-filiales no están pasando por su mejor momento aunque tampoco descartan una reconciliación familiar con efectos políticos.