Dios los cría

El firme acercamiento de los hermanos Rodríguez Saá hacia Cristina Kirchner no deja lugar a dudas sobre las preferencias políticas de los hermanos que se vienen sucediendo desde 1983 en el poder provincial de San Luis.

Por Gonzalo Neidal
gonzalo.neidal@gmail.com

No puede decirse que se trata de algo impensado o inopinado. Más bien, se veía venir. Ya hubo gestos previos que resultaban indubitables.
El firme acercamiento de los hermanos Rodríguez Saá hacia Cristina Kirchner no deja lugar a dudas sobre las preferencias políticas de los hermanos que se vienen sucediendo desde 1983 en el poder provincial de San Luis.
Y resulta muy interesante porque de algún modo zanja una discusión que se reitera en el peronismo no kirchnerista y resta un argumento al momento de discutir la naturaleza política de Cristina y su sector político.
Porque no pocos peronistas, en especial los que están alineados con Sergio Massa, se desgañitan para explicar que ellos son distintos y que en realidad el grupo político que acaudilla Cristina Kirchner no pertenece al peronismo sino que por una especial circunstancia, el matrimonio tomó el control del partido y del poder durante más de una década.
El acuerdo del gobernador puntano se veía venir. Él ya tuvo señales claras y guiños inequívocos hacia Cristina. Primero se mostró piadoso hacia Milagro Sala, acusada de graves delitos y detenida por ese motivo. Conforme a su estilo, decidió pasar la Nochebuena pasada con la dirigente del Tupac, en la cárcel. Gesto bonito, políticamente correcto y demagógico.
Luego visitó el local del Instituto Patria y ahora directamente formalizó su alianza sin pudores, a la luz pública y, naturalmente, en carácter de subordinado a la jefatura política de Cristina. Para no dejar dudas, Alberto Rodríguez Saá se fotografió con representativos dirigentes kirchneristas tales como Guillermo Moreno, Edgardo Depetri y Mario Ishii. Todo muy claro.
Además de los motivos de afinidad ideológica y política, quizá muevan al gobernador de San Luis, algunas razones más pedestres: sumar los votos K ante el avance del dirigente Claudio Poggi, que se mudó hacia Cambiemos y aumenta sus chances para octubre.
Los Rodríguez Saá, al igual que el grupo de Cristina, han tendido líneas para una alianza con los operadores políticos del Papa Francisco: Juan Grabois y Gustavo Vera, alrededor de quienes se organiza el grupo llamado “laudatistas”, identificación que han elegido para mostrar su afinidad con la encíclica papal Laudato Si.
De tal modo, el kirchnerismo sigue activo y, más allá de sus posibilidades electorales reales, logra adhesiones de peronistas prominentes, afianzando su identidad y su ascendencia en el peronismo oficial.
Todo esto hace pensar que si existe una polarización es entre el gobierno y el peronismo ya que Cristina se muestra como una dirigente con alta ascendencia sobre el partido, sobre sus votantes, sus gobernadores y sobre prominentes dirigentes.