Por Yanina Passero
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Existe un puñado de certezas entre los dirigentes locales de Cambiemos: las candidaturas se definirán a último momento y la campaña electoral será abreviada para evitar derrapes y fricciones con el peronismo. Lo importante, los nombres que se imprimirán en las papeletas, no están definidos; tampoco desde la Rosada bajó un lineamiento claro pese a que ya se barajan opciones para conformar a los miembros.
Entonces, los radicales pujan por Diego Mestre en un lugar expectable; mientras los macristas asumen que Héctor Baldassi tendrá su lugar (encuesta mata a aspirante) y otros están dispuestos a exigir el reconocimiento por los servicios prestados. Los juecistas o, en términos correctos, Luis Juez, suplica ser considerado para poner fin a su exilio en Ecuador.
Cada pata de la alianza que puso punto final a la “década ganada” se cuenta las costillas, actitud que se repite puertas adentro de cada partido. En el caso del PRO, cada vez es más evidente el juego individual de sus actores que refleja la atomización del partido de gobierno, en especial en el distrito que fue clave para el triunfo del ex presidente de Boca Juniors.
Así es como los dirigentes amarillos con injerencia en la Capital ya se mueven con objetivos a largo plazo: la Municipalidad de Córdoba. Al momento, están anotados la legisladora Soher El Sukaria, la senadora Laura Rodríguez Machado y el concejal Abelardo Losano. El titular del PRO en uso de licencia, Javier Pretto, ratificó recientemente que le interesa ser tomado en cuenta para la gobernación.
Otros referentes miran las elecciones de medio término como una opción de fortalecerse y aumentar su peso específico dentro de un espacio. Sirven como ejemplo la sociedad entre el macrista Nicolás Massot y los radicales Mario Negri y Oscar Aguad, agrupación de raíces antimestristas. También, es el caso del intendente de Jesús María, Gabriel Frizza, quien ya no oculta su intención de pelear por un lugar en la boleta de Cambiemos que se medirá el 22 de octubre. Por caso, cuenta con el patrocinio del ahijado político de Emilio Monzó.
En soledad, el ex árbitro Baldassi sabe que lleva la delantera en la carrera por la renovación de parte de las bancas de Diputados. No obstante, los retadores estarán a la orden del día.
El dirigente jesusmariense realizó anoche su jugada más ambiciosa con miras a levantar su perfil. Apuestas que, por cierto, muestran las zonas grises de un Pro cordobés que aprendió rápidamente el arte de las internas de sus socios boina blanca.
Frizza anticipó que formará una mesa provincial de discusión política. El anuncio fue realizado en la primera reunión ampliada de la junta del partido fundado por Mauricio Macri. Para el lanzamiento formal habrá que esperar hasta el próximo 3 de abril, cuando sesione la Comupro, la liga de intendentes de Cambiemos que el ex integrante del Frente Cívico preside.
El organismo que funcionará por fuera de la estructura del Pro pretende acoger a aquellos referentes que no se sienten contenidos, incluso integrantes de otros espacios políticos. La afiliación al macrismo no es un requisito excluyente.
“La mesa provincial de discusión política pretende ser un espacio amplio. Pueden sumarse afiliados al Pro o no. Surge de la necesidad de dar respuestas a referentes que no se sienten contenidos dentro de la estructura partidaria”, explicó Frizza a Alfil los lineamientos generales de su nueva criatura.
El mandatario de la ciudad de la doma y el folklore asegura que tiene el respaldo de sus pares de la Comupro, de importantes empresarios y otros dirigentes políticos del interior.
Consultado sobre su motivación, no titubea. “Trabajo en silencio, pero estoy dispuesto a dar pelea”, afirmó al ser consultado sobre su interés de sumarse a la nómina de candidatos de Cambiemos. Asegura que charló con Baldassi para ponerlo en autos, aunque la confesión no asusta a los baldassistas, quienes saben, como su referente, que el escaparate de la boleta le pertenece por la dictadura de las encuestas.