Docentes desoyen convocatoria a huelga (alarma gremial)

El primer día de paro de actividades de UEPC tuvo un nivel bajo de acatamiento, especialmente en el interior provincial.

De manera sorpresiva, los ciudadanos cordobeses se dieron en la tarde del martes con que los docentes cordobeses no dictarían clases en los niveles primario y secundario durante 48 horas, comprendiendo las jornadas de miércoles y jueves.
Dicho anunció tuvo además un barniz altisonante debido a la magnitud de la medida anuncia, que comprenderá también otras 48 horas de paro de actividades, durante el martes y el miércoles de la próxima semana.
La magnitud de la decisión, sin embargo, no se correspondió con el panorama que se vivió en las escuelas cordobesas durante el día de ayer. La adhesión de los maestros a la huelga anunciada por la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) no tuvo la contundencia de otras épocas, y ni siquiera alcanzó la tasa de ausencia verificada en las dos jornadas de paro de la semana pasada.
Esta realidad fue admitida por el propio sindicato educativo y difundida por funcionarios provinciales. Asimismo, se presentó con más fuerza en las localidades del interior provincial que en la capital.

Descuentos y corto aviso
Las escuelas primarias y secundarias de Córdoba tenían planificado su inicio de ciclo lectivo para el lunes de la semana pasada. Sin embargo, una medida de fuerza de dos días de duración, en conjunción con el resto del sindicalismo docente del país, lo pospuso.
La adhesión de los maestros en esa ocasión fue contundente. 9 de cada 10 docentes respaldaron los reclamos que su gremio viene planteando frente al gobierno nacional, principalmente en materia salarial.
Sin embargo, 10 días más tarde, la realidad cambió. Ayer, las aulas cordobesas no se vaciaron por completo, sino que presentaron un nivel de actividad que llamó la atención de los padres, entusiasmó a la Provincia y resonó como una alerta entre los dirigentes de UEPC.
De acuerdo a los propios sindicalistas, en la ciudad de Córdoba (principal caja de resonancia en todo conflicto salarial de la provincia) la adhesión se redujo a un porcentaje que rondó entre el 60 y el 70 por ciento. La delegación del departamento Río Cuarto, segunda más populosa, afirmó que allí rondó entre el 30 y el 40 por ciento.
Más optimistas (desde su ángulo de la discusión), el ministro de Educación provincial, Walter Grahovac, no dudó en sentenciar que la adhesión se ubicó en el 19 por ciento en toda la provincia, desagregando los datos en escuelas públicas (30 por ciento de acatamiento) y privadas (sólo un 9 por ciento de adhesión).
Distintos voceros del sindicato coincidieron en dos principales razones, al intentar explicar la caída en la adhesión. Por un lado, se excusaron al atribuir la misma a las amenazas del gobierno provincial con respecto al descuento de días no trabajados.
Por otra parte, reconocieron que el poco tiempo transcurrido entre la resolución de la medida y su ejecución jugó en contra de los intereses gremiales, haciendo vedada alusión a una necesidad creciente de convencer a sus propias bases sobre la utilidad y conveniencia de las medidas de fuerza.
Hacia adentro del gremio, la caída en el acatamiento de la medida habría sido tomado como un síntoma de malestar entre las bases. Allí, una proporción creciente maestros estaría signado por el escepticismo al respecto de las negociaciones entre sus representantes y sus patrones.
Este mismo fenómeno se verificaría en otros de los 24 distritos escolares del país, incluyendo la gigantesca provincia de Buenos Aires. Allí, donde ningún gremio cuenta con el monopolio de la representación de docentes públicos como sí tiene la UEPC en Córdoba, el acompañamiento de las bases se hace cada vez más cuesta arriba a los gremios, especialmente a los más combativos.
La evolución de este fenómeno en los paros de la próxima semana podría ser un factor determinante en la capacidad de los negociadores paritarios para conseguir hacerse con una mejor oferta salarial por parte de la Provincia. Esta, a su vez, no dejará pasar por arriba dicho elemento, en sus esfuerzos por contener los reclamos docentes.