Por Juan Pablo Carranza
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El primer round entre la UEPC y la Provincia no cambió el ánimo ni la postura de los docentes. Más bien todo lo contrario: los endureció. Luego de que la cúpula gremial se reunier con las autoridades en el Centro Cívico durante casi una hora, la asamblea departamental ratificó que no comenzarán las clases si no se solucionan las deudas de los acuerdos anteriores, tal como había anticipado el año pasado. Si se toma la huelga prevista por la CGT para el día siguiente sería un paro de 48 horas.
Más allá del impacto de un posible paro doble (que tiene la posibilidad de extenderse a tres por la adhesión a la jornada de lucha contra la violencia hacia las mujeres, algo aún distante), está claro que las tensiones de hoy son los pendientes que quedaron de los años anteriores: actualización por inflación en 2016, aumento de antigüedad para los cargos con más de 28 años de ejercicio y el blanqueo del 25 por ciento material didáctico a cuenta de 2015.
Sobre el primer punto, el reajuste por la pérdida del poder adquisitivo durante el año anterior, los funcionarios se limitaron a cumplir con el librero del Panal. Tanto el ministro de Educación, Walter Grahovac, como la secretaria General de la Gobernación, Silvina Rivero, dieron por clausurado ese reclamo, con el que la UEPC insistió durante todo el segundo semestre de 2016
Sobre el saldo acumulado de 2015 (antigüedad y material didáctico), los docentes se llevaron una sorpresa. Desde la Provincia les aseguraron que se afrontarán con los recursos afectados a la masa salarial de este año, de la cual aún no tiene ninguna novedad pública. La UEPC esperaba que por lo menos Rivero llevara a la mesa de negociación el cronograma con la fecha de implementación y aplicación de los conceptos salariales adeudados. Tampoco obtuvieron novedades. Todavía hay tiempo.
A este combo de reclamos hay que agregarle que los funcionarios tampoco acercaron ningún tipo de cifra para negociar: ni porcentaje, ni masa salarial. El gobernador ratificó esta semana que el incremento estaría en función de los ingresos y las expectativas inflacionarias. Solo para recordar, el gremio ya rechazó el tentativo 18 por ciento, que sería aproximadamente la intención de la Provincia, que buscar importar el modelo que impulsa María Eugenia Vida en Buenos Aires, también con la resistencia de los docentes.
A contrarreloj
Los tiempos no están del lado de la Provincia. Hoy la cúpula de la UEPC viajará a Buenos Aires para el plenario nacional de Ctera. Lleva en sus manos una resolución que respalda la tendencia nacional: el paro. Mañana y los tres días hábiles le quedan a la Provincia para arrimar a los docentes una propuesta superadora. La cúpula gremial se mostró dispuesta al diálogo a contrareloj. Además hay que tener en cuenta el complejo sistema de asambleas que tiene el gremio para tomar este tipo de decisiones.
Por si esto fuera poco la paritaria nacional también complica el panorama. El reclamo de los gremios por mantener la instancia de negociación con el Ministerio de Educación de la Nación es un escollo más para los gobernadores.
Casualmente, Juan Schiaretti fue uno de los mandatarios que encabezó la reunión para homogenizar la pauta en todo el país. Ese episodio no se le escapa a la UEPC que no duda en apuntar sus dardos de igual forma contra el Panal y la Casa Rosada.
“El conflicto ha cambiado de naturaleza, el alineamiento de la Provincia con la Nación marca a las claras cuál es la política que lleva adelante el gobierno provincial”, dijo el secretario adjunto de la UEPC, Oscar Ruibal.
La nacionalización del conflicto se completa con la adhesión de los docentes a marcha de la CGT anunciada para el 7 de marzo, un día después del previsto para el inicio de las clases.
SEP
Luego de los docentes, fue el turno de los estatales. Esta vez solamente Rivero recibió al titular del SEP, José Pihen para dar el primer paso en la paritaria. Al igual que la UEPC, el Sindicato de Empleados Públicos acumula un reclamo pendiente: el escalafón. Si bien, tiene un grado de complejidad similar, al no tener el factor tiempo la negociación por ahora sería menos tensa.