Leve mejora en la tendencia de inversión de las pymes industriales

Creció pero todavía está en niveles insuficientes. De mantenerse el panorama, el año próximo volvería a ser deficitario en materia de inversión.

pymesLuego de un segundo semestre con una marcada retracción, el Indicador de Tendencia de Inversión de las Pymes industriales (ITI) tuvo una mejora mensual de uno por ciento en agosto, ubicándose en un valor de 41,3 puntos. La desaceleración de la inflación y una muy suave mejora en las condiciones actuales elevaron el indicador. Pero esto no marca, todavía, un cambio de tendencia, sino una estabilización en niveles.
El indicador ITI es construido por Centro de Economía Experimental (CERX) a partir de los resultados de encuestas directas realizadas a empresarios industriales de once sectores industriales pymes de diferentes regiones de la Argentina. Evalúa la percepción de los empresarios sobre cinco áreas determinantes en la toma de decisiones de inversión.
Por un lado, sobre las condiciones actuales de la empresa tanto a nivel general como en materia de rentabilidad y momento para la inversión, y por el otro, sobre la intensión efectiva de realizar inversiones en función de sus expectativas sobre la evolución futura de la producción y sus planes de inversión definidos.
Como dato positivo, el ITI de agosto marca la interrupción de una caída de tres meses consecutivos, aunque todavía no se vislumbra un escenario donde las intenciones de inversión muestren signos de mejora. Por ahora, el proceso inversor sigue centrado en lo justo y necesario para mantener el negocio y no para generar mejoras de productividad en la firma, ya que el empresario mantiene alta incertidumbre sobre cuándo llegará la recuperación de la economía y una situación financiera delicada.
El ITI está compuesto por dos sub-índices: un “Indicador de Condiciones para Invertir” que busca captar la situación actual de la empresa en materia de rentabilidad; la situación general de la empresa según la percepción del empresario; y cómo percibe el industrial el contexto actual para invertir. Y un “Indicador de Intensión de Inversión” que combina las expectativas del empresario sobre la evolución de la producción de su empresa para los próximos seis meses y los planes que tiene de inversión a futuro.
La suave mejora del ITI en agosto se explica por el incremento de 10 por ciento en el “Indicador de Condiciones para Invertir”, que alcanzó un valor de 42,9 puntos. El principal factor fue una mejora de 17 por ciento en la visión sobre la situación de la propia empresa. Aunque hay que tener en cuenta que este indicador es el más bajo de los componentes, se ubica en un valor de apenas 28,1 puntos sobre una escala de 0 a 100, lo que indica que la percepción del empresario sobre su situación individual sigue siendo mala.
El “Indicador de Intensión de Inversión”, en cambio, bajó 7,1 por ciento, hasta los 39,6 puntos, pasando a una superficie ‘regular’ a ‘mala’. Muestra una contraposición con el indicador de condiciones para invertir ya que manteniendo el declive de las expectativas observado en los últimos meses, las intenciones de inversión se redujeron 5,6 por ciento mientras que las expectativas sobre la evolución futura de la empresa cayeron 8,6 por ciento.
Básicamente el empresario comienza a aceptar que la recuperación económica difícilmente llegue este año y sus decisiones de inversión siguen postergándose (malas expectativas sobre la empresa, influyen sobre las expectativas de inversión).
Las pequeñas y medianas empresas industriales perciben una situación no favorable, que tiende a persistir luego de una caída significativa en el segundo trimestre de 2016, generando un ajuste negativo de expectativas. Esta situación está en consonancia con la caída de 3,4 por ciento en el PIB del segundo trimestre, la retracción de 5,9 por ciento en julio y la baja profunda que viene mostrando la producción industrial. En ese contexto macro recesivo, combinado con una situación de fragilidad en la empresa y escasos instrumentos de financiamiento, la inversión productiva se mantiene postergada.
“Lo peligroso de ese contexto, es que sobre fines de 2016 muchas empresas definen sus inversiones para 2017. Y de persistir el escenario actual, el año próximo volvería a ser deficitario en materia de inversión”, sostiene el CERX.