La última marcha pidiendo el cese de la violencia en contra de las mujeres generó declaraciones de alto perfil por parte de miembros de todos los poderes del Estado.
Tal como sucedió durante el primer semestre del año, los nuevos hechos criminales que se dieron en lo que va del mes marcaron la agenda política local y nacional, antes, durante y después de la movilización del miércoles.
El martes, la ministro de la Corte Suprema de la Nación, Elena Highton de Nolasco, exhortó a los jueces a “pensar con perspectiva de género” en un video que subió a la web por el Centro de Información Judicial.
La jueza aprovechó la oportunidad para destacar la labor de la Corte en la materia e hizo una reseña de la actividad que desarrolla la oficina especializada.
En la previa del denominado “paro de mujeres”, en el Congreso Nacional se dieron cruces de todo tipo y la bancada kirchnerista dio la nota. Sobrevolaron acusaciones de misoginia hacia los parlamentarios que querían seguir sesionando, ateniéndose a lo que se había acordado (hacer un minuto de silencio) y se hicieron mociones para pasar a un cuarto intermedio, durante la tarde, para participar de la movilización. Incluso, una diputada de La Cámpora puso en el centro de la escena a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, presentándola como una víctima. Sin inmutarse, usó una jornada de luto, generada por espantosos episodios, para congraciarse con su referente.
Los representantes del oficialismo y del massismo coincidieron a la hora de rechazar el proceder de sus pares. “Es una enorme pequeñez venir a competir a ver quién arrebata primero, para ver si el dolor puede ser capitalizado”, disparó el radical Mario Negri.
En la misma sintonía, Graciela Camaño, del Frente Renovador, opinó que eran conductas demagógicas y argumentó era absurdo pedir que el Poder Legislativo dejara de sesionar.
Ayer, Highton de Nolasco volvió a la carga y estimó que “la Justicia es bastante machista” y que “de a poco está cambiando”.
En tanto, sin explicar concretamente a qué se refería, lamentó que haya “mujeres machistas”. Con sus dichos, la ministro le dio material a los críticos de iniciativas como la marcha Ni una Menos, que sostienen, entre otras cosas, que con semejante énfasis lo “femenino” se colectiviza la culpa, que el victimario es todo el género masculino y que, así, se invisibiliza al violento.
El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba también se subió a la ola del género, aunque bajo otra nomenclatura. Acordada mediante, instó a las cámaras en lo Criminal de la Provincia a hacer “un especial esfuerzo en el tratamiento de las causas de violencia familiar.
El Alto Cuerpo amplío el listado de causas vinculadas a la problemática, que entrarían en la categoría con “prioridad de juzgamiento”, de manera que sean tramitadas con la mayor celeridad posible.
También dispuso que la Oficina de Coordinación de Violencia Familiar “recepte, sistematice y compile la jurisprudencia referida a la temática”, replicando el esquema que la Corte adoptó hace dos meses, cuando amplió las funciones de su Oficina de Violencia Doméstica para recibir los relatos de posibles víctimas de trata o de maltrato en el ámbito de relaciones familiares y afectivas.
Cabe recordar que en mayo, los dichos de la ex vocal María Ester Cafure de Battistelli, ya jubilada y a cargo de la Oficina de la Mujer del Tribunal, quien aseguró que la prevención de los femicidios no funciona porque “la manejan varones”, generaron malestar entre sus colegas de las instancias inferiores, que luchan en una trinchera que la jueza abandonó hace muchísimo tiempo.
Lo cierto es que pese a las declaraciones bienintencionadas de personas que están en las altas esferas y alejadas del contacto cotidiano con la problemática desde hace años, la realidad sobrepasa a los magistrados y empleados encargados de analizar una problemática compleja.
Altos tribunales, subidos la ola del género
Tanto la Corte Suprema como el Tribunal Superior cordobés les dieron directivas a los magistrados de las instancias inferiores sobre cómo combatir la problemática de la violencia contra las mujeres.