La canción de la esperanza

En el primer episodio de la nueva temporada de la serie “Scream Queens”, un monstruo experto en los asesinatos seriales utiliza su zarpa para depositar la púa de un tocadiscos sobre el single “Be My baby”, grabado por las Ronettes en 1963, antes de atacar a su siguiente víctima.

Por J.C. Maraddón
jcmaraddon@diarioalfil.com.ar

2016-10-02_scream_queens-1En 1963, con apenas 24 años, Phil Spector ya era un reconocido productor musical que poseía un sello discográfico propio y que había contribuido con algunos temas exitosos al repertorio de la música de moda en esa época. Su etapa de principiante junto al extraordinario dúo de compositores conformado por Jerry Leiber y Mike Stoller, lo dotó de los conocimientos fundamentales para transformarse en un autor de hits, a los que él le sumó sus dotes para la producción artística, una tarea en la que rápidamente empezó a descollar, utilizando una técnica personal de sobregrabaciones y arreglos orquestales, a la que se conoció como “wall of sound” (pared de sonido).
En ese año, mientras los Beatles publicaban su primer álbum, Phil Spector tomó a su cargo al trío vocal femenino The Ronettes, emergente de una numerosa camada de formaciones similares, que a través de canciones sencillas y efectivas se apropiaban de los primeros puestos de los charts de ventas. De hecho, hasta los Fabulosos Cuatro iban a abrevar en esa tendencia, cuando versionaron para su segundo disco “Please Mr. Postman”, que fuera conocido originalmente en la interpretación del cuarteto de chicas The Marvelettes, pero que se convertiría en clásico cantado por los Beatles.
Con las Ronettes, Phil Spector puso en práctica todas sus teorías sonoras. Junto al matrimonio de autores Jeff Barry-Ellie Greenwich, él compuso “Be My Baby” para el trío, aunque en la grabación sólo utilizó la voz de Veronica Bennett (que luego pasaría a llamarse Ronnie Spector, por su vínculo sentimental con el productor). En vez de ponerles el micrófono a las otras dos chicas (Estelle Bennett y Nedra Talley, hermana y prima de Veronica, respectivamente), hizo que se sumaran como coro Darlene Love junto a Sonny and Cher, además de otros notables como Bobby Sheen y Nino Tempo.
Para construir esa pared instrumental que lo haría famoso, a la banda de sesionistas que trabajaban habitualmente con él, Phil Spector le adicionó una sección completa de cuerdas, que le imprimieron a la grabación una consistencia emotiva diferente a cualquier otra pieza aparecida en esos años. De hecho, Brian Wilson (de los Beach Boys) ha hecho pública su admiración por “Be my Baby”, a la que considera su canción favorita. En entrevistas, él ha relatado lo que significó escuchar el single de las Ronettes por primera vez en la radio de su auto. Según el músico, el tema le transmitía la “esperanza de un mundo mejor”.
Con el paso del tiempo, este hit de 1963 fue creciendo en envergadura artística, hasta erigirse en una de las obras más representativas de esos primeros años sesenta, en los que todavía no se había verificado el nacimiento de la nueva cosmovisión que propusieron la psicodelia y la cultura hippie. Con su ingenua pomposidad, “Be my Baby” sigue infundiendo aún hoy en quienes la escuchan un espíritu de alegría ante lo que vendrá, tan propio de un periodo en el que la humanidad confiaba en que los sueños podían realizarse.
Cada tanto, una serie o una película recurre al tema de las Ronettes para evocar esa sensación. Sin embargo, en el primer episodio de la nueva temporada de “Scream Queens”, un monstruo experto en los asesinatos seriales utiliza su zarpa para depositar la púa de un tocadiscos sobre “Be My baby”, antes de atacar a su siguiente víctima. El contraste entre esa acción criminal y los angelicales arreglos del coro y la orquesta, subrayan en esa secuencia el tono grotesco con el que se estructura la narración de esta historia, que si ya era absurda cuando transcurría en un campus universitario, mucho más bizarra es ahora que se ambienta en un hospital.