Aprovechando su fin de semana largo, el periodista se paseaba por el muy universitario paseo del Parque de las Tejas, encontrando a su paso a conocidos de los claustros de Trejo y Sanabria. Entre ellos, a su compañero de tiempos de estudio, con quien mantuvo el siguiente diálogo.
Periodista: Estimado, ¿cómo le va? Lo veo muy distendido disfrutando del buen clima.
Compañero de Estudio: Vale, vale, que estoy muy bien, ¿y tú? ¡Ole!
P.: Yo estoy bien, pero usted pareciera que no. ¿Por qué me habla como si estuviéramos en la feria de Sevilla?
C.E.: ¿Cómo le sonó mi acento español? ¿Bien nativo? Suced e que estoy practicando para el lunes (por hoy).
P.: No sé si “nativo” es el primer epíteto que se me viene a la cabeza, pero… ¿Practicando para qué?
C.E.: Recuerda que hace un tiempo que estoy participando como delegado en Adiuc, el gremio de los docentes universitarios…
P.: Así es, continue.
C.E.: Bueno, el lunes tendremos una visita muy especial, a Juan Carlos Monedero, que disertará junto al secretario general, Pablo Carro, y a la docente de Derecho, María Susana Bonetto.
P.: ¿Pero cómo? ¿Monedero el español de Podemos?
C.E.: Claro, el compañero Juan Carlos, docente como nosotros, quien fuera secretario de Proceso Constituyente y Programa de Podemos en sus primeros momentos para luego retirarse a las barricadas intelectuales.
P.: Claro, y luego de comenzar a ser investigado por presuntamente no declarar sus ingresos de cientos de miles de euros pagados por los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua en 2010.
C.E.: Bueno, bueno, usted sabe que los gobiernos siempre persiguen a los intelectuales de izquierda.
P.: Siga practicando tranquilo, entonces. Su fe en la pulcritud del monedero de Monedero parece que va a mover montañas.