Por Marcos Duarte
La rebaja en el impuesto a las ganancias es un tema prioritario en la agenda. Es una de las principales cartas del gobierno nacional para morigerar la posición de los principales sindicatos pero, sin estridencias, venía siendo resistida por los gobernadores provinciales.
La razón es simple: lo recaudado por ese impuesto entra en la masa de fondos coparticipables y, lógicamente, una reducción drástica de la recaudación impactaría de lleno en las arcas de las provincias. En el día de ayer, la negociación parece haber llegado a un punto de acuerdo.
El humo blanco surgió de la cumbre quemantuvieron el ministro de economía Alfonso Prat-Gay y su par de interior Rogelio Frigerio con los responsables de las carteras económicas provinciales en el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal.
En representación del gobernador Juan Schiaretti estuvo el ministro Osvaldo Giordano. El acuerdo con el representante del gobierno cordobés es el corolario de la serie de acuerdos que viene suscribiendo con el gobierno de Mauricio Macri. El tema estuvo presente en la última cumbre entre el mandatario provincial y el presidente.
Hace algunos días, el proyecto también fue debatido con representantes legislativos de los bloques de la oposición. A esa reunión con Prat Gay y Frigerio asistió Carlos Caserio, senador nacional por Unión por Córdoba y principal operador legislativo del oficialismo provincial.
En oportunidad de la última rebaja del tributo que pagan los trabajadores que tuvo lugar en febrero, el ministro Giordano había advertido que la medida tenía un costo para las finanzas provinciales. Si bien avaló la reducción, aclaró que el funcionario agregó que representaba para Córdoba una pérdida de ingresos de 1.800 millones de pesos a lo largo del año.
“La reforma del impuesto a las ganancias es atendible y necesaria, pero cualquier reforma tiene que contemplar la realidad fiscal de las provincias y de la Nación, sin desfinanciar los presupuestos de las jurisdicciones” reza el comunicado conjunto que firmaron los miembros del gabinete nacional y los representantes de las provincias. El justicialismo cordobés acuerda con la línea del gobierno nacional, de hecho, fue el propio Schiaretti quien, como diputado nacional, presentó uno de los proyectos de baja gradual de los montos en el año 2014.
La fórmula acordada establece una suba inicial de alrededor del 15 por ciento en el mínimo no imponible, que quedaría en $22.747 y para los casados, de $ 34.500 de sueldo bruto. Esta rebaja moderada significa una disminución soportable para la administración provincial y el estado nacional.
“La rebaja del impuesto a las ganancias no puede afectar la prestación de servicios sociales esenciales como la educación y la salud por parte de las provincias, ni desatender el presupuesto de la obra pública nacional y provincial. En el año 2016 la suba del mínimo no imponible a las ganancias tuvo un impacto fiscal de 50.000 millones de pesos, que afectó significativamente los recursos que se coparticiparon a las provincias y municipios” sostuvieron los firmantes en otro párrafo del comunicado difundido por el Ministerio del Interior.
El consenso entre los mandatarios provinciales y el gobierno nacional llega en un momento clave. Los ministros se preparan para recibir a la conducción de la CGT con el objetivo de evitar la intensificación de las medidas de fuerza. La firma de los gobernadores peronistas cotiza alto en ese contexto.